Una denuncia por acoso pone en la cuerda floja el Gobierno de la Comunidad de Madrid

Una denuncia por acoso pone en la cuerda floja el Gobierno de la Comunidad de Madrid

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02/12/2016 05:59
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Actualizado: 02/12/2016 13:23
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Elena González-Moñux es el voto 65, el que da la mayoría absoluta al Partido Popular en la Asamblea de Madrid. Es el voto que permite gobernar la Comunidad. Un voto que, en estos momentos, está en la cuerda floja debido a la denuncia que la diputada regional ha presentado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra el portavoz de su partido en el parlamento regional, Enrique Ossorio. 

Una denuncia sobre la que se va a ratificar hoy, viernes, ante la Secretaría de Gobierno del TSJM, y en la que comparece como denunciante y como codirectora del caso junto con José María Garzón, socio director de Garzón Abogados, despacho que la representa legalmente.

González-Moñux, hasta hace poco portavoz adjunta del grupo parlamentario popular, acusa a Ossorio de «trato humillante y vejatorio». Un trato que le ha llevado a pedir la baja por depresión.

Sin el voto de González-Moñux, el gobierno de Cristina Cifuentes no es viable. Entre PP y Ciudadanos suman 64 votos, los mismos que el PSOE y Podemos. Ante este escenario, la sombra de unas elecciones anticipadas, después de las últimas, celebradas el 24 de mayo de 2015, se hace cada vez más real.

¿Qué es lo que está ocurriendo para que el PP de Madrid no haya reaccionado desactivando una bomba de tiempo como esta que tanto daño puede hacer a ese partido? ¿Para que la única respuesta haya sido la de Ossorio afirmando que está siendo objeto de lo que en el pasado régimen se solía describir como «una conjura jadeo-masónico-comunista en contubernio con la subversión», esta vez de la mano de El País y la Cadena Ser, y que la víctima es él?

En el texto de la denuncia presentada, González-Moñux -que en la pasada legislatura fue viceconsejera de Justicia en el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid- relata situaciones como la sufrida durante el pleno del mes de junio en la que Ossorio, sin venir a cuento, comenzó a proferirle expresiones como: “¡Es que no te sabes la ley, eres tonta, tonta! (…). Ahora coges y te vas y te estudias la ley y las enmiendas… ¡Venga, ve y te las estudias…! Y a las cinco voy a convocar una reunión y te vamos a preguntar sobre ella…”.

Precisamente, Garzón Abogados ha solicitado al TSJM que se pida a la Asamblea de Madrid que remita una copia de la grabación en vídeo del citado Pleno para someterlo al análisis de un perito conocedor de la lectura de los labios con el fin de verificar el supuesto acoso.

Esta es sólo una de las muchas agresiones verbales y humillaciones sufridas a lo largo de los últimos doce meses, de acuerdo con el abogado. Éste afirma que Elena González-Moñux cumple el estado psicológico que los autores científicos en este campo de la psiquiatría y la psicología describen como “mobbing” o acoso laboral.

Acoso laboral a una mujer, diputada del PP, exviceconsejera de Justicia de la Comunidad de Madrid, quien ha servido con tres presidentes de la CAM, –Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre e Ignacio González-, sin ningún problema con nadie, que, además, es militante del partido de la gaviota desde hace 35 años y actualmente presidenta del PP del distrito de Fuencarral, Madrid.

«Mobbing» o acoso laboral son palabras mayores en estos tiempos que corren, y más siendo el supuesto acosador hombre y la acosada mujer.

El pasado 10 de noviembre, estando de baja, fue cesada de su responsabilidad de portavoz adjunta de su partido en la Asamblea de Madrid, según ha podido saber por los medios de comunicación.

A ella no se lo han notificado.

Una baja que se vio obligada a tomar por prescripción médica.

Es sólo cuestión de tiempo que, si el PP no toma ninguna medida, el caso termine por tomar cuerpo en los medios de comunicación, que González-Moñux termine por contar, en primera persona, ante las cámaras de televisión y los micrófonos de las radios, su historia, que las organizaciones feministas se movilicen, y que su caso se convierta en un circo mediático.

¿Será entonces cuando el PP finalmente reaccione? ¿Cuando la maquinaria de la Justicia haya comenzado a rodar?

Si eso es así, será demasiado tarde.

Su ratificación de hoy ante el TSJM es el primer capítulo de una historia que posee todos los ingredientes de un culebrón venezolano de esos que dan buenas audiencias.

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