238 chinos detenidos de una red que estafó 16 millones de euros y que llevó a algunas víctimas a suicidarse
La Audiencia Nacional vista desde el Tribunal Supremo. Confilegal.

238 chinos detenidos de una red que estafó 16 millones de euros y que llevó a algunas víctimas a suicidarse

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14/12/2016 15:05
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Actualizado: 29/11/2017 12:59
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60 policías chinos, y sus correspondientes mandos, han colaborado con una fuerza de 600 agentes de la Policía Nacional en la detención, en territorio español, de 238 ciudadanos chinos. Todos ellos pertenecen a una red criminal especializada en fraudes telefónicos masivos que supuestamente han llegado a estafar 16 millones de euros; algunas de sus víctimas se suicidaron al descubrir que habían perdido todos sus ahorros.

Los detenidos han sido puestos hoy a disposición judicial ante la Audiencia Nacional, órgano competente en estos casos.

Los jueces de los Juzgados Centrales de Instrucción 1 –Santiago Pedraz-, 3 –Carmen Lamela-, 5 –José de la Mata– y 6 –Alejandro Abascal, magistrado de refuerzo del titular, Eloy Velasco-, están tomando declaración a todos los detenidos en una acción coordinada.

El Colegio de Abogados de Madrid tuvo que tocar «a rebato» en la tarde-noche de ayer a más de 200 abogados del turno de oficio para asistir a los arrestados, como establece la ley.

«La colaboración judicial con las autoridades chinas es completa», precisaron fuentes oficiales de la Audiencia Nacional.

Las detenciones se llevaron a cabo de forma simultánea en Madrid, Barcelona y Alicante. Todos ellos serán previsiblemente extraditados a su país de origen.

Las víctimas vivían en China. Muchas de ellas eran familias con escasos recursos.

Se trata de «un modelo de operación que sienta las bases de las actuaciones internacionales contra el crimen organizado», según ha destacado el comisario general de la Policía Judicial, Eloy Quirós.

La red actuaba desde una veintena de chalés de noche para salvar la diferencia horaria con China.

En estas viviendas en urbanizaciones con difícil acceso y alejadas casi siempre de los principales cascos urbanos, se llegaba a concentrar una media de entre 20 y 30 ciudadanos chinos -principalmente, aunque también hay de nacionalidad taiwanesa– que a través de ‘call center’ contactaban con las víctimas en el país asiático.

El cebo que utilizaban era advertirles telefónicamente de que las autoridades de China le estaban investigando por la comisión de algún delito.

En sucesivas llamadas, conseguían convencerles para ingresar una cantidad de dinero en una supuesta cuenta bancaria controlada por el Gobierno de aquel país pero que, en realidad, estaba gestionada por la red desde paraísos fiscales.

La operación continúa abierta y está siendo coordinada por los juzgados de la Audiencia Nacional número 1, 3, 5 y 6, este último en calidad de refuerzo.

Los 238 detenidos, que entraban en España como falsos turistas, pasarán por estos juzgados a efectos de que se tramite su extradición a China, según han precisado a Europa Press fuentes jurídicas.

‘SINDICATO DEL CRIMEN’ CHINO

La macrooperación ha culminado con la desarticulación de la trama española de un poderoso ‘sindicato del crimen’ con sus cabecillas distribuidos por Asia, especializado en el fraude masivo basado en telefonía IP.

El dispositivo policial hispano-chino ha llegado a detener hasta a 50 ‘trabajadores’ que delinquían desde un único chalé en Madrid.

Sólo se ha constatado un indicio de trata de personas y se ha conseguido rescatar a cuatro personas encerradas en un sótano por no plegarse a exigencias de líderes de la organización, que tan sólo salían de los chalés en contadas ocasiones para comprar comida y encargarse de otras cuestiones de logística, pero siempre manteniendo la apariencia de que la vivienda estaba desocupada, según ha precisado el comisario Eugenio Pereiro, jefe de la Unidad Central de Investigación Tecnológica.

La red ha replicado este mismo ‘modus operandi’ por países de los cinco continentes como Grecia, Armenia, Camboya, Laos o Kenia, además de la propia China.

En el caso de Madrid, alquilaron de forma regular chalés por los que iban rotando los 13 ‘call centers’, concretamente en urbanizaciones de Aravaca, Pozuelo, La Berzosa, San Sebastián de los Reyes, Algete y, en una ocasión, dentro de la capital. CONFILEGAL/EP.

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