Becas para aspirantes a jueces: ¿Ascensores sociales?
Manuel Martín Aldana, de 26 años, es uno de los opositores agraciados con una de las 10 becas concedidas por la APM y el Banco Santander. Confilegal.

Becas para aspirantes a jueces: ¿Ascensores sociales?

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20/12/2016 05:59
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Actualizado: 31/3/2022 14:54
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Miguel Martín Aldana tiene 26 años. Desde que era un niño, con 12 años, quiere ser juez. A esa edad su madre, Francisca, auxiliar de la Administración de Justicia, lo llevó a ver los Juzgados de Madrid, en los que trabaja.

Por eso, en los últimos tres años y medio, practicamente al terminar la carrera de Derecho, se puso a opositar.

Su padre, Agustín, según explica Martín Aldana, es «oficial de primera vendedor». ¿Y en qué consiste su trabajo?. «Reparte aceitunas, pero es lo que pone en su nómina», explica.

El joven tiene una hermana, Irene, dos años menor que él.

Los ingresos de la familia no superan los 30.000 euros anuales, que es el límite máximo que tiene que tener la familia para optar a la beca.

En este periodo, que lleva opositando, sus padres, con muchísimo sacrificio y economía de guerra -privándose de muchas cosas- han estado pagando su manuntención, los libros y al preparador para que su hijo mayor pueda aprobar la oposición y cumplir su sueño de ser juez.

El joven tiene madera.

Su nota media de carrera es de un 7, un punto por encima del requisito exigido en el acuerdo preliminar establecido el pasado mes de julio por la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y el Banco Santander para la concesión de diez becas anuales de un total de 1.200 euros (100 euros al mes) a cada opositor, o futuro opositor seleccionado, cuya familia tenga ingresos insuficientes.

«Yo no tengo ningún familiar que sea juez, fiscal o secretario judicial. Nadie», revela Martín Aldana.

Él es uno de los diez agraciados. En total son siete mujeres y tres hombres de toda España quienes, a partir del próximo mes de enero comenzarán a recibir esta beca.

Martín Aldana viste traje y corbata azul claro. Va muy pulcro y elegante, pero se percibe de forma evidente que no es su vestimenta habitual.

La formalidad obliga. Había que vestirse de forma adecuada para asistir a la última firma preceptiva del Convenio entre la APM y el Banco Santander, que tuvo lugar ayer en la sede la asociación de jueces, a pocos metros del Tribunal Supremo, en Madrid.

«Estas becas son auténticos ascensores sociales. ¿De qué otra forma se podría describir a un acuerdo que permite que jóvenes con buenos expedientes académicos pero cuyas familias no tienen recursos, o con recursos escasos, puedan hacer la oposición a juez?», se preguntó ayer Manuel Almenar, presidente de la APM.

La beca a Martín Aldana supone, sin duda, un importante alivio económico para la familia del joven.

Buen expediente académico

«El objetivo de nuestra asociación es que nadie, con un buen expediente académico, pero con la capacidad, la voluntad y el deseo de ser juez, deje de serlo por falta de medios económicos», añade Almenar.

De izquierda a derecha, Gregorio Gregorio García Torres, director de Colectivos del Santander, Emilio Buceta, el preparador, Manuel Almenar, presidente de la APM, Manuel Martín Aldana, el opositor, y Jorge Gutiérrez Ramos, responsable de Justicia del Santander. Confilegal.

El Santander no es el único en aportar.

La APM pone, por su parte, a los preparadores.

Un preparador de jueces, fiscales o letrados de la Administración de Justicia suele cobrar entre 200 y 250 euros al mes por hacer ese trabajo, que consiste en dirigir sus estudios y en escucharles «cantar» (como llaman a recitar oralmente los temas señalados) dos veces a la semana.

Los preparadores de la APM se han comprometido a no cobrar a los opositores becados, o a cobrarles un máximo de 100 euros.

El de Martín Aldana es el magistrado Emilio Buceta, destinado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo.

‘Canta’ dos veces a la semana

Desde Griñón, donde vive el joven opositor -una población del sur de la Comunidad de Madrid, fronteriza con la provincia de Toledo-, se desplaza a la antigua capital imperial cada tarde que toca.

«Yo ‘canto’ los lunes y los jueves. Esta tarde tocan cuatro temas: los delitos de seguridad en el trabajo y los de urbanismo, y dos de procesal penal, el recurso de casación y la ejecución de sentencias», cuenta Martín Aldana.

La oposición a jueces y fiscales es de las más duras.

Son 318 temas: 26 de derecho constitucional, 91 de derecho civil, 62 de derecho penal, 58 de derecho procesal civil, 38 de derecho procesal penal, 16 de derecho mercantil y 27 de derecho administrativo y laboral.

Para aprobar hay que pasar un primer examen de test y luego dos exámenes orales, ante un tribunal, en una de las impresionantes salas del Tribunal Supremo.

Para ello, lo normal es que los opositores estudien 9 horas diarias, seis días a la semana, con un día de descanso.

La media para sacar la oposición es de 4 años y medio.

«Yo le llevo preparando a Miguel desde hace poco más de un año», cuenta el magistrado Buceta.

«Puede aprobar. Se prepara bien los temas. Tiene buena memoria», agrega. «Confío en él».

Buceta prepara opositores desde hace 20 años; han sido 25, en total. 7 consiguieron aprobarlas.

Martín Aldana tendrá el 2017 una oportunidad para presentarse, una vez que el Ministerio de Justicia convoque las 65 plazas de jueces y las 35 de fiscales previstas.

Las becas de la APM-Banco Santander tienen una duración de tres años.

En 2017 y 2018 se volverán a convocar, en las mismas condiciones. Serán, en total, 30 opositores los que hagan uso de este «ascensor social».

La iniciativa de la dirección de la APM ha sido muy bien recibida por sus 1.500 afiliados.

Una cincuentena de magistrados de toda España se ofrecieron voluntarios como preparadores.

El Banco Santander, por su parte, está encantado con el acuerdo.

«Nuestra relacion con la APM está basada en la confianza. Este acuerdo es una prueba de ello. No podíamos dejar de apoyar un programa como este, que tiene estos objetivos tan sociales. Como banco, estábamos obligados a hacerlo y no podemos estar más contentos», remachó Gregorio García Torres, director  de Colectivos de Santander España, quien estuvo acompañado de Jorge Gutiérrez Ramos, responsable de Santander Justicia, durante la firma.

Martín Aldana permaneció en silencio, sentado, observando, durante todo el acto, celebrado en la sala de juntas de la APM.

Muy formal. Sabiendo estar.

Cuando acabó todo, visiblemente aliviado de la tensión, no tuvo inconveniente en responder a una última pregunta personal: «¿La novia? La veo poco», dice el opositor, sin atisbo de sorpresa. Y de forma muy natural, añade: «Salimos juntos los sábados, que es cuando libro, y en algún momento entre semana. Pocos. Ahora toca poner los codos. Porque lo que yo quiero, de verdad, es ser juez. Ese es mi sueño».

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