El denunciante del caso Romanones reitera los abusos sexuales: «Tenía pánico de dormir con él»

El denunciante del caso Romanones reitera los abusos sexuales: «Tenía pánico de dormir con él»

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08/3/2017 13:58
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Actualizado: 08/3/2017 13:58
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El joven denunciante que provocó la apertura de la causa conocida como Romanones que juzga al padre Román por un delito de abusos sexuales ha reiterado que sufrió violaciones y abusos del acusado, ha dicho sentía «auténtico pánico de dormir» con él.

El joven, que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos, ha declarado que este sacerdote «era todo» para él, «su guía y único referente«, casi «como un padre» que le «manipuló y anuló por completo«, lo que le impidió alejarse de él y del grupo que conformaba durante el periodo en el que se produjeron los presuntos abusos, desde 2004 a 2007.

El denunciante ha relatado ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Granada que juzga al padre Román, que se enfrenta a una petición fiscal de nueve años de cárcel, los distintos abusos y «violaciones» a las que supuestamente fue sometido por parte de este sacerdote en la casa parroquial del templo de San Juan María Vianney del barrio granadino del Zaidín y en el inmueble que el grupo de Los Romanones tenía en los Pinillos, donde participaron, según afirma, otros tres curas más. Aunque todos los miembros del grupo eran «conocedores de lo que allí sucedía».

Se ha referido a episodios de «masturbaciones», «penetraciones» e «intentos de felaciones» cuando contaba entre 14 y 17 años, un periodo en el que se ha definido como «vulnerado y pisoteado» y en el que mantenía una relación de «dependencia» respecto del padre Román, al que veía como «el todopoderoso», su guía y «único referente moral y espiritual».

Ha justificado así el que se mantuviera durante años en el grupo de Los Romanones pese a los supuestos abusos que sufría, afirmando que la «única moral que conoció» en aquel momento de su niñez fue «la del abuso sexual».

«Él –por el Padre Román– era capaz de hablar de amor fraternal en la Homilía y por la tarde estar violando a niños», ha clamado, afirmando que decidió acudir a la Justicia porque tras escribir al Papa y poner el asunto en conocimiento de la Diócesis de Granada no se sintió «ni apoyado, ni acompañado ni respetado» por el arzobispo de Granada, que también declarará como testigo en esta vista.

«Ya no puedo ir a misa porque me parte en dos, porque no puedo escuchar a un cura hablar del amor fraterno que me llevó a que me violaran y abusaran de mí», ha resumido.

El denunciante ha llegado a comparar su incapacidad de afrontar los hechos durante años con el sentimiento de las mujeres que sufren violencia machista y ha negado que la denuncia responda a un ánimo de enriquecerse, a fines laborales o a una venganza contra el procesado. (CONFILEGAL/EP)

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