El periodismo de investigación está en los digitales

El periodismo de investigación está en los digitales

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04/5/2017 04:58
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Actualizado: 04/5/2017 08:46
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Esta columna ha sido originalmente publicada en el diario lavozlibre.com y escrita por el consultor internacional de comunicación, y catedrático emérito de periodismo, Felicísimo Valbuena.  Por el interés de su contenido, porque se refiere, precisamente, a Confilegal, la reproducimos aquí.

Reconozco que, desde hace meses, estaba deseando escribir esta columna. “Entonces, ¿por qué has dejado para hoy lo que podías haber hecho ayer?”, me puede preguntar cualquier amigo o cualquier desconocido para mí, pero que lee mis artículos.

Mi respuesta es que he preferido esperar porque observo cómo ‘Confilegal’ está pasando de ser un proyecto de dos personas, Carlos Berbell y Yolanda Rodríguez, a convertirse en un auténtico fenómeno que merece estudio. Así, como suena. La prueba está en las últimas estadísticas de lectores, que incluyo.

Voy a explicar por qué.

Conozco a Carlos y a Yolanda desde hace años. He visto cómo trabajaban llevando la imagen del Consejo General del Poder Judicial. Y ya escribí con detalle sobre el trabajo tan original que estaban desarrollando en ese organismo.

De manera que, cuando a Carlos Lesmes no tuvo confianza en ellos, me di cuenta de que habían cometido una gran torpeza. Y tan grande. No voy a formular una pregunta sobre lo que los escolásticos denominaban futuribles o futuros condicionados: “¿Qué hubiera ocurrido si San Pedro no hubiera negado tres veces a Jesucristo?”. “Que el gallo no hubiera cantado”. Sí, pero el hecho cierto es que el gallo cantó.

MUCHAS VECES, LO MEJOR ES LO QUE OCURRE

Es inútil imaginar qué hubiera ocurrido si Carlos y Yolanda hubiera seguido en el Consejo. La experiencia de personas que conozco y que son aficionados a los futuribles es que acaban tomando pastillas.

Entonces, desde hace muchos años me he acostumbrado a pensar que, en muchísimos casos, “lo mejor es lo que ocurre”, aunque tengan que pasar meses o años hasta que el que ha sufrido una crisis que no esperaba, se lleve la mano a la frente y se la golpee con los dedos para acabar diciendo: “¿Cómo es que no me he dado cuenta antes? Lo que me pasó ha cambiado mi vida no a mejor sino a mucho mejor”.

Hay varias formas de explicar este cambio. Los cristianos lo llaman “Providencia”. Los no creyentes, “humor del destino” y, también “serendipity”, serendipia o la española “chiripa”. Alguien tiene planificado un día y después, casi todo le sale mal. Pasadas unas horas o un día, se da cuenta de que aquello que no tenía planificado y que pasa, acaba siendo mucho más favorable que lo que estaba en su agenda.

No sé lo que pensarán Carlos y Yolanda de lo que voy a decir: Para los españoles, en general y para los hispanoamericanos que entran en Confilegal, el trabajo de la pareja profesional citada es más importante que el que realizaban en el Consejo.

EL SENTIDO DEL TRABAJO EN CONFILEGAL 

Los dos trabajaban mucho en el Consejo, sí, y también en su proyecto echan más horas que los relojes. Claro que trabajar horas y más horas puede significar mucho o muy poco. Entonces, ¿en qué ha consistido el cambio?

Gustavo Bueno ponía un ejemplo y lo explicaba de forma irónica.

“Podrá un músico genial haber tardado tres horas en escribir un andante, y otro, gran trabajador, pero sin genio, trescientas en escribir una sinfonía; pero el andante valdrá mucho, casi infinito, y la sinfonía valdrá poco, o casi nada. Nadie pregunta, si no es en una nota al margen, ¿cuántas horas de trabajo invirtió Miguel Ángel en su David?, y poco importa la gran ilusión que impulsó al escultor vulgar a tallar su adefesio. En el arte valdrá todo, porque no suena un órgano de tres teclados, sino también una armónica”.

Esto quiere decir que, en mi opinión, el trabajo que están realizando en Confilegal es de tres teclados, mientras que en el Consejo era de solo uno.

¿Qué ha pasado para que asistamos a ese cambio? D. José Ortega y Gasset escribió sobre infinidad de asuntos. Acertaba en muchas cosas. En Política no fue precisamente un genio ni en el diagnóstico ni en la previsión. Pienso que acertó cuando dijo: a) que las verdaderas ideas son las de los náufragos, y b) que estamos en aventura y la vida no es disparada a quemarropa.

Cuando Lesmes prescindió de Carlos y Yolanda, éstos tenían dos vías: O ponerse mano en mejilla, como hacía algunas veces el Arcipreste de Hita, rumiando sus pesares, o retroceder (pensar) para tomar impulso, como los toreros cuando van a matar.

EL VERDADERO PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN ESTÁ EN CONFILEGAL Y OTROS DIGITALES

Hicieron lo segundo y aquí tenemos los resultados. El verdadero periodismo de investigación está en este digital y en otros. Trabajan, sí, pero como dice Bueno que le pasaba al autor del Andante. Dominan el oficio a fondo y, encima, tienen originalidad. Dependen de una Agencia, como Europa Press, para las noticias, pero no se conforman con lo que hacen muchos medios: agencia y firmas. No me extraña que los periódicos de papel hayan descendido tanto en sus tiradas.

El periodismo de investigación es lo que distingue a un periódico de los demás. Y resulta que, en estos momentos, donde tantos medios dependen de tantos becarios, quien investiga se parece a algunos pilotos de Fórmula 1, que doblan a sus competidores.

¿Es que tiene Confilegal una fórmula secreta para producir esos reportajes de investigación que publican después de leerse unos tochos impresionantes de sentencias o de Memorias de diversos organismos?

No. Todo está en los libros, pero, ay, ya hace más de ¡20 años! que ha pasado la Edad del Oro del Periodismo de Investigación en España. Las investigaciones de Confilegal hacen que leamos algunos párrafos varias veces para asimilar qué está ocurriendo. Lo peor que puede pasar es que no nos demos cuenta de lo que acontece a nuestro alrededor, aunque lo tengamos delante de los ojos.

CONFILEGAL SE FIJA EN LO QUE LOS OTROS NO OBSERVAN

El maestro en el que podemos aprender prácticamente casi todo sobre lo que estoy escribiendo es Gilbert K. Chesterton y, más concretamente, su célebre personaje, el ‘Padre Brown’.

«Habrán ustedes notado que la gente nunca contesta a lo que se le dice. Contesta siempre a lo que uno piensa al hacer la pregunta, o lo que se figura que está pensando. Supongan ustedes que una dama le dice a otra, en una casa de campo: «¿Hay alguien contigo?». La otra no contesta: «Sí, el mayordomo, los tres criados, la doncella, etc.», aun cuando la camarera esté en el otro cuarto y el mayordomo detrás de la silla de la señora, sino que contesta: «No, no hay nadie conmigo», con lo cual quiere decir «No hay nadie de la clase social a la que tú te refieres». Pero si en un caso de epidemia es el doctor el que hace la pregunta: «¿Quién más hay aquí?», entonces la señora recordará sin duda al mayordomo, a la camarera, etc. Y así se habla siempre. Nunca son literales las respuestas, sin que dejen por eso de ser verídicas» (El hombre invisible).

En este mismo relato, el Padre Brown explica cómo ha reconocido que el cartero es el asesino: «Es un hombre en quien no se piensa, como no sea premeditadamente. En esto está su talento».

El escritor al que más admiraba Jorges Luis Borges era precisamente Chesterton. El escritor argentino afirmó en una entrevista: «Hay un cuento que se llama ‘El hombre invisible’, en que hacia el final está la solución: es una persona invisible porque es demasiado visible; se trata de un cartero que tiene un uniforme vistoso, y a quien, como entra y sale todos los días, se lo ve como uno de los hábitos de la casa»

Ésta es la manera de trabajar de Berbell y de Rodríguez Vidales en Confilegal: fijarse en lo que los demás no advierten. Por eso están teniendo tanto éxito.

CUIDADO CON LOS POLÍTICOS QUE SUSTITUYEN LAS INVESTIGACIONES POR RECURSOS FACILONES

Hay que desconfiar de los que entran al trapo de lo inmediato. Quiero decir, que hay que desconfiar cada vez más de quienes sustituyen la investigación por recursos facilones. Es decir, lo que hacen no pocos políticos del Parlamento. Y los que no sustituyen la investigación por esos recursos, es porque disponen de otros igual de facilones.

Yo recomiendo a Confilegal que no se deje impresionar por las opiniones de los políticos. Y aquí meto también a jueces y fiscales que sustituyen la investigación a fondo por declaraciones políticas o por versiones interesadas. Como a los de Confilegal les tiemblen las piernas ante ciertos ataques, nos quedamos sin periodismo de investigación. Y entonces ¿qué nos quedará? No esa cursilería de la película ‘Casablanca‘: “Siempre nos quedará París”. Nos quedará el periodismo de agencia.

Prefiero pensar que ser profeta, o sea, periodista de investigación, significa decir a tiempo, contra su tiempo, lo que tiene que decir.

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