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Cómo descubrir si su hijo está enganchado al juego de la Ballena Azul

Cómo descubrir si su hijo está enganchado al juego de la Ballena Azul
Señales inequívocas que indican, según el Grupo GEES Spain, que el menor está "enganchado" al video juego de la Ballena Azul. GEES Spain.
29/5/2017 04:40
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Actualizado: 29/5/2017 00:22
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¿Qué está ocurriendo con nuestros niños y jóvenes? Esta es la pregunta con la que quiero iniciar este relato, siendo la respuesta muy compleja, la resumiré en: Está ocurriendo lo que nosotros estamos provocando que ocurra.

Quizás esto le produzca sorpresa leerlo, ya que parte del problema que vive la sociedad es que en todo lo que ocurre, el culpable es otro. Y no es así.

La ballena azul es un “ritual macabro” al que una comunidad de más de 15.000 personas en España esta enganchada a través de aplicaciones móviles, la cifra en Facebook aumenta considerablemente ya que se multiplica por diez.

Todos los detalles de este macabro juego, y cómo hacerle frente con éxito -protegiendo a nuestros hijos- los tienen ustedes en una guía formativa e informativa que hemos puesto a su disposición desde el Grupo GEES Spain y que puede descargar desde este enlace. 

Por lo que en este relato permítanme compartir con ustedes en lo que creo que estamos fallando y provoca que nuestros jóvenes y niños, estén cayendo en los comportamientos que están cayendo y que muchos de estos se encuentran ligados a internet de forma muy estrecha.

Cuento en mi haber con experiencia en proteger a personas en el mundo real (en el que las cosas tienen olor y sabor) y desde hace ya unos cuantos años me he interesado por el mundo digital, más peligroso si cabe que el real.

En el mundo paralelo de internet hay violadores, pederastas, asesinos, terroristas, perturbados, psicópatas y de todo lo que ustedes puedan imaginar multiplicado infinitamente con los que es probable que usted conozca (Dificil) en persona, y usted dota a su niño o menor de un dispositivo que les permite estar en línea con todos estos individuos (o grupos criminales) sin más.

Pensar que esto no le sucede a mi hijo, o que no le puede suceder porque no tiene móvil y le vigilo cuando está en el ordenador o tableta es un error, ya que su hijo se conecta a las redes sociales desde los dispositivos de sus amigos, en bibliotecas y un largo etcétera. Su hijo tiene la misma curiosidad por las cosas que tenía usted a su edad, sus amigos y sus intereses están en la red, los suyos y los míos en nuestro día estaban en la calle y por eso nos escapábamos con la merienda a jugar, subir arboles, perseguir lagartijas etc.

Si de nuestra generación raro es el muchacho que no tiene una cicatriz de una pedrada o de caernos con la bici, los nativos digitales las cicatrices las tienen en su cabeza y en su corazón por culpa de un accidente digital

Pero permítanme que siga, que me estoy viniendo arriba con este asunto que me preocupa hasta casi llegar a la obsesión.

Llevo toda una vida observando a las personas. Mi profesión me exigía tener una buena comprensión de lo que acontecía a mi alrededor con el fin de evitar que a mi protegido y a mí, nos limpiasen el forro los asesinos de ETA.

Hace años observé cómo se podía “matar en vida” a un político o autoridad con lo que denomino un “disparo de desinformación o de información mal intencionada” y en la tarea de proteger, no solo me interese por este asunto si no que he escrito sobre esto en tratados universitarios y he desarrollado muy buenas formaciones que funcionan bien.

Observar en las redes permite detectar depredadores sexuales de menores, algo que aprovechando que escribo para Confilegal (es de los pocos sitios de los que me fío, porque no me van a cambiar ni una coma) y comparto con ustedes, ya que me ha dado una de las mayores satisfacciones de esta vida, al ver que lo estudiado, investigado, reflexionado y aprendido, sirve y es eficaz contra mal nacidos que buscan estrategias para violar a un niño.

Y por tanto con este relato quiero hacerles ver, que hay individuos y organizaciones que con fines muy distintos se valen para que sus propósitos, sus delirios o simplemente por aburrimiento, pongan en marcha juegos, retos o estrategias con las que seducir y enganchar a nuestros niños y jóvenes porque entienden como son, como se comportan, que les gusta y por tanto como van a caer en sus redes y porque medio van a llegar a ellas, siendo este internet.

Antes la sociedad educaba en su conjunto, ahora no.

Antes la educación y la enseñanza eran dos cuestiones que diferenciábamos y entendíamos que obedecían a dos grupos sociales distintos, la educación a la familia y entorno social cercano, y la enseñanza al profesor o maestro, ahora confundimos tanto los términos que a la enseñanza le llamamos educación.

Además a diario vemos como niños de diez, once, doce años van escuchando música (y viéndola la mayor parte del tiempo ya que le acompaña la imagen) de canciones, raps, reggaetones en los que se les invita a que tengan comportamientos de adultos que obedecen a la intimidad cuanto menos, eso si no a que delincan…. “te voy a dar ratatatá, me gusta tu chichi, etc”

Series de televisión nos plantean al traficante, al malvado como un tipo, o señora sexy de ojos azules y a la Ley como que no se entera de nada…

Vestimos a las mascotas, se les deja dormir en la cama, se les cuida hasta que se llega al ridículo, y en cambio la gente sube a un transporte público y no cede el asiento a un anciano o a una señora embarazada.

No respetamos nuestra historia, valores, tradiciones, cultura, a nuestros mayores (estorban) y claro en este cóctel tan maravilloso en el que las cosas son más importantes que las personas, en el que la sociedad nos lleva al individualismo, en el que la empatía brilla por su ausencia y en el que les medios de comunicación y la televisión nos saturan de noticias basura, nos vuelve indiferentes e impermeables al sufrimiento ajeno, y nos aísla.

Antes un niño o un joven era blanco de sus amigos si no era capaz de subir al mismo árbol que los demás, por ser gordo, pelirrojo, llevar aparato dental, gafas (yo reunía varios de estos requisitos para que me dieran collejas mis amigos, hasta el punto de que siendo gordico y gafotas, me junte las paletas haciendo fuerza con los dedos muuuchas noches para que no me pusieran aparato dental, hubiese sido mi perdición) y en cambio solo tengo recuerdos buenos de la infancia, corriendo, saltando, nadando, subiendo árboles y robando fruta de huertos (el resto de hazañas no las puedo contar)

Nos desfogábamos tras estar en clase (me gustaba sentarme junto a la ventana y mirar a través de esta y soñar que viajaría lejos) y en cambio hoy, nuestros chicos están un gran número de ellos blanditos. Salen a un parque y prefieren sentarse a la sombra que al sol para ver mejor las pantallas de sus móviles.

Están sentados en grupo, y no se miran a la cara

Nuestros jóvenes, muchos de ellos no leen libros, no escriben a mano, y en rara ocasión ven la televisión que ven sus mayores, no les interesa, investigan, buscan, miran lo que sus “amigos” les dice que miren en internet. Y así les va.

No podemos prohibir a un nativo digital que navegue por internet o que tenga redes sociales, esto es casi imposible, pero si podemos entender en que fallamos, que hacemos mal, y comprendiendo esto en primer lugar, interesarnos por internet, por cómo funcionan nuestros niños y jóvenes y acompañarlos.

Si podemos y sabemos aconsejarles que no abran la puerta de casa a desconocidos, o que no vayan gritando por la calle donde viven, como se llaman etc, ¿porque si lo hacen en internet? ¿Por qué se exponen de esta manera?

Antes un niño o joven se auto afirmaba con sus amigos de verdad en el tu a tu en el mundo real, (nos veíamos, tocábamos, olíamos y escuchábamos, el bocata se compartía y el “escorchón en la rodilla o el codo se curaba con la saliva del mejor colega o de el chico o chica que te gustaba)

La Red no les trae amigos, les proporciona contactos, algo muy distinto a un amigo. Y ante la falta de poder demostrar quién soy y como soy trepando un árbol, hay que hacerlo asumiendo retos estúpidos y macabros que descerebrados les proponen que realicen y que estos les ayudan en el mejor de los casos a salir de su soledad, y en el peor a terminar sus cortas vidas creyendo además que lo hacen dándoles un cierto sentido, algo que no es así.

Por lo tanto claro que hacemos muchas cosas mal que son las que provocan que nuestros niños y jóvenes caigan en las prácticas que caen, ellos necesitan maestros y profesores, pero mucho más educadores que les enseñen que esa bien y que está mal, que les pongan límites y acoten su osadía y dirijan en cierta forma su curiosidad, ya que el mundo esa lleno de cosas interesantes, buenas, preciosas, y no hace falta que pongan por tanto el foco en las malas.

El reto macabro de la ballena azul esta aquí y ha venido para quedarse, pero al igual que este vendrán otros muchos más

Si antes cuando con otro muchacho no había manera de entenderte, es cierto que te podías llegar a pegar, pero eso se hacía en el baño, a la salida del colegio o en el patio donde otros no te veían, había un cierto honor en esto, y casi siempre se convertía el adversario en amigo, ahora nuestros chicos se pelean sin saber porqué, promovidos por terceros y con el objetivo en el que pican de ser grabados y su imagen suba en el mismo momento a internet (revictimizados) habiendo muchas clases de prácticas que ligan la extorsión el sexo, el robo de información, el acoso, la captación a la red.

Este relato está dirigido a los mayores, a los que hacen más caso de un “tertuliano que de todo opina en la televisión” que a los expertos, y a los que minimizan las cosas y no les dan importancia cuando la tienen, y mucha.

Sus hijos, nietos, sobrinos, niños y jóvenes de su entorno no van a hacer lo que usted les diga, van a imitar lo que usted haga.

Por lo tanto si primero se informa y forma de manera correcta, si les mira a los ojos, si les explica las cosas de forma acertada y si le tienen siempre ahí, cerca, estos muchachos no caerán en muchas de las cosas que lo hacen porque no tienen a un buen timonel enseñándoles a ser los dueños de sus vidas, algo que precisa comprensión de las cosas, entendimiento, práctica y equivocarse, pero con alguien cerca que confié en ellos, es mucho mejor.

Les animo a que inicien el proceso de ayudarse a ustedes mismos, y por añadido a sus seres queridos, invirtiendo diez minutos en leer la Guía que hemos elaborado sobre la Ballena Azul.

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