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Opinión | El Servicio Secreto estadounidense fracasó en prevenir el atentado del candidato Trump
Diego Miranda es el director de Operaciones de GEES Spain, organización especializada en la formación a profesionales de la seguridad privada, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas españolas y extranjeras. En su columna analiza lo sucedido en el fallido atentado contra Donald Trump.
14/7/2024 18:00
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Actualizado: 14/7/2024 23:34
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De una u otra forma llevo ya 35 años frente a los malos de todo tipo de pelaje, en cuatro ocasiones he realizado un juramento ante mi bandera y la Constitución y esta es mi misión en la vida. La de proteger.
Quien me conoce sabe que mi vida es como la de un monje guerrero. Me acuesto a las 21 horas. Madrugo sobre las 5 y no cometo ningún tipo de exceso. Siempre ha sido así. Además, en las distintas formaciones que imparto hago ver la importancia de ir alineado con la luz y el sol y hacer caso siempre a nuestra intuición, además de a la lógica.
La intuición nos salvará más veces la vida en momentos extremos que la lógica (en esto no hablo de entrenamiento).
Esta noche pasada, a los 11 minutos de llevarse a cabo el atentado contra el expresidente –y candidato a la Presidencia de los Estados Unidos– Donald Trump, me he despertado de manera súbita.
Cuando me ocurre esto suele pasar siempre que mi hija pequeña esta destapada, a punto de caerse de la cama, tiene fiebre, hay un murciélago en una ventana semiabierta a punto de entrar. En fin, cosas de estas que soluciono dando un paseo por casa y a seguir durmiendo.
Esta noche pasada, sin embargo, consulté el teléfono.
Tengo seis teléfonos y a su vez una capacidad como pocos para no llevar ninguno encima, desconectar y, por supuesto, no llevarlos a la cama o cosas de esta, pero esta vez tenía necesidad de verlos. Así lo reflejan las publicaciones que desde ese momento he ido publicando en Twitter o Linkedin: Trump había sufrido un atentado.
Ojos en blanco, mente despejada y el “kit” de analista o de investigador desplegado en un minuto me hacia comenzar a estudiar, a comprender y analizar lo sucedido…
He llegado a las siguientes conclusiones a las que como protector (escolta durante muchos años con distintas responsabilidades) comparto con ustedes ahora:
Primera conclusión
Me reafirmo en lo que desde hace nueve años relato e imparto en distintos programas de formación a nuestras Fuerzas Armadas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y análogos dentro y fuera de la madre Patria, el expresidente Trump es la persona más amenazada del mundo.
Nunca un hombre en el siglo XX y XXI ha sido colocado en la diana como Trump, señalado y estigmatizado por adversarios, políticos, comunicadores y actores esto ha provocado contra él una corriente de enemigos y de monstruos, como Thomas Matthew Crooks, el sujeto que disparo al presidente, hirió de gravedad a una segunda persona y asesinó a una tercera.
Además de los incesantes “atentados de reputación o de asesinato digital” que han intentado matarlo en vida a través de publicaciones, noticias o incluso del uso del estado por parte de la administración Biden quien, curiosamente, a su vez protege al hijo de este como pedófilo, traficante y portador de armas de forma ilegal. Curioso.
Segunda conclusión
Las cuotas, cupos y los rodillos ideológicos lo pudren todo al observar a las agentes femeninas del primer anillo que protege a Trump.
Proteger una vida es la misión más consagrada y de mayor alcance que un ser humano puede hacer por otro y aquí, damas y caballeros, los experimentos no sirven. No se puede proteger ni hacer una cobertura corporal si un agente es más pequeño que su VIP. Es imposible. En el caso que nos ocupa las agentes eran mucho más bajas que el VIP Trump.
Observando una y otra vez la cobertura al expresidente Trump y cómo lo sacan del escenario veo a una jefe de Capsula, responsable de la función de protección más cercana, que, cuando se produce el atentado, se agacha a por la gorra roja del candidato, que pierde las gafas, que no da cobertura, que anda mal y que en las fotografías parece ser la protectora protegida por el protector, además de a un resto de compañeras que son lentas y pesadas.
No fueron capaces de empuñar su arma de forma óptima y de volverla a introducir en su funda. Esto no es un ataque a las mujeres por su sexo. Simplemente constato un hecho técnico en un frustrado magnicidio. A mí no se me puede etiquetar de machista por muchos motivos ya demostrados en el tiempo y forma. Si esta Cápsula operativa hubiera estado compuesta por hombres, y hubiera tenido el mismo resultado, lo hubiera dicho de la misma manera.
La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle recientemente afirmó que su objetivo era hacer que el Servicio Secreto fuera más diverso y contratara a más mujeres.
Esto no debe ser una cuestión de cuotas sino de personal profesional y bien formado. Da lo mismo que sean hombres o mujeres. Lo importante es que sepan hacer su trabajo a la perfección. Y en este caso no lo hicieron.
Toca, por lo tanto, depurar responsabilidades.
Tercera conclusión
Una vez más el trato de la gran mayoría de los “medios de comunicación” extranjeros y españoles y sus tertulianos, que no saben nada de nada, culpan a la víctima de lo sucedido cuando ante los violentos solo cabe una posición. Algo muy triste.
Por lo tanto, quiero finalizar con una recomendación. al igual que usted sabe que hay comidas procesadas, bebidas irritantes y personas tóxicas que le hacen daño y es mejor prescindir de todas ellas en la vida para estar uno más sano y vivir mejor, ocurre lo mismo con según que tipo de ideologías, de manipulación de los medios y de rodillos ideológicos que eso, son ideas sin sentido y no certezas tangibles.
Por lo que, damas y caballeros, aprendan también a identificarlas y prescindir de ellas que así también tendrán una vida más plena y sana.
Ante el mal y los malvados no caben las medias posiciones ni ser “tibio” por el contrario hay que ser “templado” como el acero, fijar posición y poner pie en pared ya que la libertad, la igualdad de verdad y la seguridad hay que defenderlas día a día.
Y si, en este mundo hiperconectado y globalizado lo que ocurre en los Estados Unidos de América (Dios los bendiga) afecta en España y a la inversa y las injusticias que hoy le suceden a otro, mañana le pueden estar ocurriendo a usted.
Doy gracias a Dios por haber salvado la vida del expresidente Trump al que con toda seguridad su intuición y fuerza también le han servido.
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