El Ministerio designa a los nuevos tres jueces de enlace en Francia, Italia y Marruecos
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08/10/2017 06:15
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Actualizado: 08/10/2017 08:41
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El ministro de Justicia, Rafael Catalá, finalmente ha designado a los tres nuevos jueces de enlace de España en Francia, Italia y Marruecos, que habían quedado vacantes por renuncia, petición de regreso a su destino original y cese. Los elegidos son la magistrada Felisa Herrero Pinilla, actualmente magistrada de la Audiencia Provincial de Segovia, para París; el fiscal Luis Rodríguez Sol, fiscal de la Inspección Fiscal de la Fiscalía General del Estado, para Roma; y José María Fernández Villalobos, magistrado de Vigilancia Penitenciaria en Málaga.
Herrero viene a ocupar la plaza que dejó vacante en París Javier Gómez Bermúdez, quien fue «fichado» recientemente por el despacho Ramón y Cajal Abogados, por lo que pidió la excedencia; Rodríguez Sol sucede en Roma a Manuel García-Castellón, que el pasado mes de julio pidió su regreso a su destino, al frente del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional; Fernández Villalobos toma el relevo en Rabat, como consejero de Cooperación Jurídica y juez de enlace, de Francisco de Jorge Mesas, quien ha dejado el pabellón español en lo más alto, gestando unas magníficas relaciones con las autoridades marroquíes, a las que ha asesorado en la puesta en marcha del Consejo Superior del Poder Judicial.
Felisa Herrero Pinilla, vallisoletana, de 54 años, es actualmente magistrada de la Sección Novena de lo Civil de la Audiencia Provincial de Madrid, puesto que ocupa desde 2015. Antes sirvió en la Sección Primera de lo Civil de la Audiencia Provincial de Segovia.
Entre 2004 y 2010, Herrero -que es también profesora universitaria- fue gerente regional de Justicia del Gobierno autonómico de Castilla y León, un puesto con rango de Dirección General con sede en Burgos. Durante ese tiempo fue la responsable del proceso de negociación y seguimiento de medios de la Justicia a Castilla-León, un objetivo que, por motivos políticos, no se cumplió, siguiendo bajo la competencia del Ministerio de Justicia.
Herrero, magistrada muy comprometida con la Justicia, implementó e impulsó con gran éxito en los centros educativos de la región castellano-leonesa el premidado y reconocido programa «Educando en Justicia», ideado por el Consejo General del Poder Judicial, que tenía como objetivo acercar la justicia a los más jóvenes.
Antes de ser gerente fue magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid, Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 6 de Burgos y Juzgado de lo Social número 1 de Palencia. Lleva más de 28 años en la carrera judicial.
La nueva jueza de enlace en París está casada con el abogado y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte.
«Nuestro hombre en Roma», como será definido desde finales de este mes, cuando aterrice en la capital italiana, el barelonés Rodríguez Sol, tiene 51 años. Es fiscal de la Inspección Fiscal de la Fiscalía General del Estado desde 2015.
En su curriculum figura el haber servido en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada durante 14 años de sus 27 años de carrera profesional como fiscal, lo que supone una ventaja competitiva evidente para España en su nuevo destino.
Doctor en derecho, a Rodríguez Sol se le podría definir como el fiscal-escritor porque es autor de 4 libros, dos jurídicos, «Justicia penal en la Unión Europea» y «Registro Domiciliario y prueba ilícita», y de 2 novelas, «La marca del volcán», una historia sobre blanqueo de capitales con epicentro en Ginebra, y «Pena máxima», una novela inspirada en la sospecha de amaño del Levante-Zaragoza de la temporada 2010-2011, que investigó Anticorrupción y que está pendiente de juicio.
A Rodríguez Sol podría denominársele como un fiscal «renacentista» por su visión de lo que nos rodea que no elude expresar su opinión, como cuando expresó la paradoja de que los procesos judiciales están «politizados por defender que no se politice la Justicia».
Defensor de la instrucción por los fiscales, en su momento propuso una fase de acopio de información realizada por fiscales para «allanar el camino a la instrucción». Esta etapa debe contar con la supervisión del juez como «garantía de derechos» para zanjar un debate que se prolonga «desde hace 25 años» y que «no se soluciona» poniendo «parches» a la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC).
Según el fiscal, España no se amolda a los estándares del procedimiento penal que hay en otros países europeos, donde la figura del juez instructor «resulta extraña y el fiscal tiene competencias de investigación». Para Rodríguez, la Constitución avalaría el cambio de esquema procesal porque «la figura del juez de instrucción no es ser un estratega de la investigación, sino garantizar los derechos de los ciudadanos».
El malagueño José María Fernández Villalobos, por su parte, tiene 54 años. Aunque actualmente tiene destino en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 3 de Málaga, es uno de los magistrados con más experiencia internacional con los que cuenta España en estos momentos.
Entre mediados de 2008 y 2014 fue el director de Formación de los programas Euromed 1 Y Euromed 2, puesto en marcha por la Unión Europea con el objetivo de fortalecer las instituciones judiciales de los países de la rivera mediterránea -desde Líbano hasta Marruecos- en tres áreas muy concretas: justicia grauita, resolución de conflictos de matrimonios mixtos y violencia de género y lucha antiterrorista.
Antes de eso fue jefe del Área de Relaciones Inernacionales de la Escuela Judicial del Consejo General del Poder Judicial, con sede en Barcelona, entre 2002 y 2003.
Desde ese año, hasta el 2006, trabajó para el Consejo de Europa, con base en Estrasburgo, Francia, como responsable de los programas de cooperación para promover la división de poderes y la construcción de poderes judiciales independientes en los países de la desaparecida Unión Soviética.
Dos de los grandes recursos de Fernández Villalobos son su capacidad de trabajo y su probado don de gentes.
Ya con 26 años de antigüedad en la carrera judicial, la comenzó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Cabra Córdoba, de donde pasó a otro Mixto, con la misma numeración, el 2, en Torrex, Málaga. Destino que repitió en Figueres, Girona, en ese caso en el número 5.
Entre 2000 y 2002 fue profesor de la Escuela Judicial.
Al terminar su destino en Estrasburgo, Fernández Villalobos pidió destino en el 5 de Instrucción de Málaga, donde sirvió de 2006 a 2008. En ese último año solicitó el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 6 de Málaga, donde estuvo hasta 2015, en que se pasó a Vigilancia Penitenciaria.
En los casos de Felisa Herrero y de José María Fernández Villalobos le corresponde al CGPJ realizar los trámites burocráticos correspondientes para declararlos en servicios especiales; de la misma forma que la Fiscalía General del Estado.
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