Lo que piensa la carrera judicial sobre la actual situación de la Justicia, de verdad
Sobre estas líneas, Pedro Viguer, juez decano de Valencia hasta hoy.

Lo que piensa la carrera judicial sobre la actual situación de la Justicia, de verdad

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06/4/2018 10:32
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Actualizado: 06/4/2018 11:15
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Dicen que lo evidente es lo que nadie ve hasta que alguien lo expresa con claridad. El decano del Juzgados de Valencia, Pedro Viguer, lo hizo ayer por la mañana, antes de la concentraciones de jueces y fiscales en todos los órganos judiciales de España.

Con toda la claridad del mundo. No es un comunicado de asociaciones sino el pensamiento de uno de los magistrados más respetados de la judicatura española por su sensatez, su actitud proactiva, su entrega y su ejemplo personal y profesional.

Por eso, porque el ejemplo es el principio de la autoridad, y Viguer, sin duda la posee, el texto, con el que se identifica la mayoría de los que lo leen -desde Confilegal damos fe- se está replicando desde los móviles, tabletas y ordenadores entre los jueces y magistrados españoles después de las concentraciones del día de ayer en todos los órganos judiciales de nuestro país. De ahí nuestro interés en que se conozca. Dice así:

Hace diez años los jueces y magistrados de toda España comenzaron una serie de movilizaciones para la modernización de la Justicia que culminaron con sendas huelgas judiciales. Perdimos el miedo e intentamos trasladar a la ciudadanía las inquietudes y necesidades de la Justicia española.

Pero tras este dilatado lapso de tiempo la situación no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado notablemente.

Es ya evidente que no existe ninguna voluntad política por mejorar la Justicia, que sigue siendo el hermano pobre de las Administraciones Públicas, a la que en ningún caso se le considera al mismo nivel que los otros dos Poderes del Estado.

Por ignoradas razones a la Justicia se le mira con desdén a pesar de que se trata de uno de los pilares esenciales del Estado de Derecho junto con la sanidad y la educación, e incluso un elemento fundamental para la economía y por supuesto para la tutela de los derechos ciudadanos.

Es ya evidente que la Justicia no interesa

Que no da votos.

Y un ejemplo claro de esta situación ha sido la fallida Subcomisión del Congreso para un Pacto de Estado por la Justicia, que nos ha brindado un espectáculo poco menos que lamentable.

Todos queremos que nuestra Justicia funcione con agilidad y eficacia, y que los jueces puedan dedicar a cada asunto el tiempo y el estudio que merece, pero para ello hacen falta medios personales y humanos e inversiones que nos saquen de esta situación de Justicia decimonónica y artesanal en la que nos encontramos en esta especie de “día de la marmota judicial”.

Y ello depende de los responsables políticos, en suma, de los otros dos poderes del Estado.

Porque carecemos de capacidad de autogestión, pues somos económico-dependientes.

Y en este contexto, la generosidad del Estado alcanza el 1,15% de los Presupuestos Generales del Estado.

Tremendo.

En esta situación se han planteado por las asociaciones una serie de propuestas que ahora se avalan con las movilizaciones.

La mayoría de ellas constituyen un clásico en las reivindicaciones judiciales: despolitización del CGPJ (por cierto conforme a las recomendaciones del Consejo de Europa, a las que curiosamente nadie en España hace caso como tampoco a los informes “GRECO”), plan de inversión prolongado en medios personales y materiales, incremento de la planta judicial y fiscal con la creación de 300 plazas anuales durante cuatro años, inversión en medios necesarios para aplicar las nuevas leyes procesales, creación de órganos judiciales (sólo dos juzgados se crean este año en Valencia), fijación de cargas máximas de trabajo, dignificación de la situación de los jueces de las nuevas promociones, proceso de digitalización con los medios y equipos necesarios que ayude al juez en su trabajo y no dificulte el mismo, reclamación de medios personales y materiales en la lucha contra la corrupción, eliminación de los recortes en materia retributiva, vacaciones y permisos, etc…

La mayor parte de dichas medidas han sido propuestas y reiteradas hasta la saciedad por las Juntas de Jueces y por los Jueces Decanos de toda España.

En pocas palabras: tenemos razón, nuestras reivindicaciones son justas, los responsables políticos no atienden ni se preocupan por la situación de la Justicia (salvo cuando se trata de nombramientos, ahí sí) y desde luego, es imposible que todos estemos equivocados.

La movilización por tanto es necesaria porque de lo contrario jamás saldremos de esta situación.

Por todo ello, y para dar una imagen de unidad y de coherencia, especialmente ante los medios y la ciudadanía, y aun admitiendo que la fecha elegida es de las peores posibles en varias Comunidades Autónomas, es imprescindible que todos los que podamos hacerlo acudamos a la concentración de esta mañana y a los sucesivos actos de protesta que tendrán lugar durante las próximas semanas, pues las propuestas son todas ellas razonables e imprescindibles e inciden en el núcleo duro de las reivindicaciones judiciales que tantos años venimos sosteniendo.

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