El ‘violador del ascensor’, excarcelado tras el fin de la Parot, procesado por otras dos agresiones sexuales
Pedro Luis Gallego fue condenado a 273 años de cárcel por los asesinatos de Leticia Lebrato, Marta Obregón y por 18 agresiones sexuales; quedó en libertad en 2013 tras la anulación de la Parot y volvió a entrar a prisión en junio de 2017, acusado de estas dos agresiones sexuales y el supuesto intento frustrado de otras dos que lograron huir. Foto: El Mundo.

El ‘violador del ascensor’, excarcelado tras el fin de la Parot, procesado por otras dos agresiones sexuales

A 'El Chicle', asesino confeso de Diana Quer, una juez de Galicia también atribuye otro intento de secuestro y agresión sexual
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27/9/2018 10:18
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Actualizado: 24/6/2020 18:25
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Pedro Luis Gallego, conocido como ‘el violador del ascensor’, ha sido procesado por dos agresiones sexuales e intento de otras dos en las inmediaciones del Hospital La Paz, de Madrid, entre diciembre de 2016 y abril de 2017.

El titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid, Tomás Martín Gil, señala en un auto que los hechos objeto de la investigación suponen delitos de detención ilegal, agresión sexual, lesiones, robo con violencia y contra la salud pública.

El magistrado justifica los indicios de criminalidad existentes en que dos de las supuestas víctimas le reconocieron en la rueda en sede judicial y que su ADN coincide con el hallado en las torundas vaginales de las otras dos mujeres.

Gallego queda a las puertas del juicio. Deberá depositar una fianza de 300.000 euros o el juzgado le embargará sus bienes.

Este individuo, conocido como ‘el violador del ascensor’, fue condenado a 273 años de cárcel por los asesinatos de Leticia Lebrato, de 17 años, en Viana de Cega (Valladolid), y de Marta Obregón, de 22, en Burgos, así como por 18 agresiones sexuales.

A los 19 años, en 1976, cometió su primera agresión, pero no ingresó en prisión hasta el 20 de junio de 1979. Salió de la cárcel y volvió entrar en varias ocasiones tras reincidir en sus delitos hasta mediados de los años 90, cuando fue condenado y encarcelado.

Aprovechaba su profesión como mecánico de ascensores para acceder a los portales de sus víctimas. Su ‘modus operandi’ para consumar su agresión era el de esperar a que entraran en el portal de su vivienda para, al llegar al ascensor, sujetarlas e introducirlas en el habitáculo para forzarlas de modo muy cruel, según testificaron sus víctimas.

Salió de Alcalá-Meco en noviembre de 2013, tras pasar entre rejas 21 años. Quedó en libertad en aplicación del fin de la ‘doctrina Parot’.

Fue detenido de nuevo en junio de 2017, acusado de dos agresiones sexuales en Madrid, el 19 de febrero y 14 de abril de 2017, y por haber tratado de hacer lo mismo sin éxito con otras dos mujeres.

Deste entonces se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Navalcarnero, donde hace ahora un año intentó suicidarse.

EL ‘MODUS OPERANDI’ EN LA PAZ DE ESTE DEPREDADOR SEXUAL

Según el auto, ‘el violador del ascensor’ abordó a sus víctimas, todas jóvenes de alrededor de 20 años, a punta de pistola y por la noche en las inmediaciones del Hospital La Paz.

Las obligó a introducirse a su coche, donde les tapaba la cabeza y les ataba las manos a la espalda con bridas. Ya en su domicilio y bajo graves amenazas, prosigue el auto, las obligaba a mantener relaciones sexuales en «repetidas y reiteradas ocasiones» durante varias horas (seis y trece horas).

Las forzó a consumir drogas, siempre con los ojos tapados y golpeándolas en ocasiones con su arma.

Además de estas dos agresiones consumadas, el 2 de abril de 2017 supuestamente intentó capturar a otra mujer a la que de forma violenta trató de introducirla en su vehículo. La habría golpeado con un arma la cabeza y el cuerpo, pero desistió ante la resistencia de la mujer.

Anteriormente, el 16 de diciembre de 2016, habría tratado de hacer lo mismo con otra mujer la amenazó con un arma de fuego, la agarró del cuello y la tiró al suelo, pero finalmente huyó en su coche porque apareció una pareja.

OTROS TRES VIOLADORES EXCARCELADOS CON LA DEROGACIÓN DE LA PAROT VOLVIERON A ATACAR

Con la derogación de la ‘doctrina Parot’, a partir de noviembre de 2014 han ido quedando libres algunos de los peores historiales carcelarios. Además de etarras, 169 asesinos y violadores de niños y mujeres.

Pedro Luis Gallego Fernández, ‘el violador del ascensor’; Valentín Tejero, violador y asesino de Olga Sangrador; Pablo García Ribado, ‘el violador del portal’; Manuel González, ‘el loco del chándal’; Miguel Ricart, el único condenado por la violación y asesinato de las niñas de Alcàsser… Hasta 12 violadores fueron excarcelados, algunos de ellos condenados por abusar de menores.

Hasta el momento, cuatro de los excarcelados con la Parot han vuelto a reincidir.

Félix Vidal Anido, conocido como el ‘violador del estilete’, fue condenado a 70 años por dos agresiones cometidas en Lugo en el año 1987. Cuatro meses después de salir de prisión, tras cumplir 35 años, asaltó a una mujer en su domicilio en Lugo en abril de 2014.

El conocido como ‘violador del estilete’, el lucense Félix Vidal Anido.

También volvió a las andadas Pablo García Ribado, conocido como ‘el violador del portal’. Fue detenido en octubre de 2014 en Guadalajara por abusos sexuales. En 1996 fue condenado a 1.721 años de prisión por 74 violaciones cometidas en Madrid entre 1990 y 1993.

En el año que estuvo en libertad empleó una identidad falsa para ofrecer sus servicios como fisioterapeuta a domicilio en las localidades guadalajareñas de Torija y Trijueque. En estas visitas presuntamente abusaba de sus clientas, por lo que se le imputaron varias agresiones sexuales.

El cuarto es Antonio García Carbonell, que fue arrestado en Sabadell (Barcelona) en enero de 2015, por su presunta vinculación con el crimen de una mujer de 75 años en Cabanes (Gerona) en febrero de 2014. Había cumplido 18 de los 270 años de cárcel acumuladas por diferentes condenas, muchas de ellas por agresión sexual.

Otros de los depredadores sexuales de la historia negra española que tras salir de prisión o en un permiso penitenciario han vuelto a reincidir son José Francisco de la Cruz, alias ‘El Boca’, que a los tres meses de quedar en libertad, tras 21 años de condena por la agresión sexual y el asesinato de una niña, cometió otra violación.

También Santiago del Valle, que fue condenado por abusos en 2002, eludió la cárcel durante seis años, y en 2008 asesinó a la pequeña Mari Luz Cortés, de cinco años. Además, desde prisión intentó apadrinar a una niña colombiana de entre 10 y 12 años a través de una ONG.

A ellos se suma Antonio Ortiz, conocido como ‘el pederasta de Ciudad Lineal’, que fue condenado a 70 años y medio de cárcel. Este individuo estuvo cuatro veces en prisión por diversos delitos y denuncias de agresiones sexuales entre 1993 y 2001. Contra el informe de los expertos penitenciarios, la Audiencia de Madrid lo dejó en libertad antes de cumplir los nueve años a los que fue condenado en el 2000 por una agresión a una niña.

Antonio Ortiz, conocido como ‘el pederasta de Ciudad Lineal’, en el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid./ EP.

Más pederastas o violadores que volvieron a las andadas son Pablo García Ribado; Antonio García Carbonell; Elías Román; Alejandro Martínez Singuí; Féliz Vidal Anido; Fernández; T. L. N.; y Valentín Tejero.

Otro es José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, autor confeso del asesinato de la joven madrileña Diana Quer, cometido el 21 de agosto de 2016. Casi 500 días después, el 23 de diciembre de 2017, también abordó a tres jóvenes.

Como informó ayer Confilegal, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ribeira, Elena García Díez, ha dado por finalizada la investigación iniciada en 2017 contra ‘El Chicle’, y concluyó que es sospechoso de un “delito de agresión sexual en concurso con un delito de detención ilegal”, ambos en grado de tentativa, por el intento de secuestro de una joven en el municipio coruñés de Boiro.

Además, en el Juzgado número 2 de Noia hay una instrucción abierta por otro atentado contra la integridad sexual de la hermana gemela de su mujer, cuando ésta era menor de edad. 

José Enrique Abuín, conocido como El Chicle, asesino confeso de Diana Quer. (Facebook)

Juan Carlos Quer, el padre de la joven asesinada por Abuín, Diana Quer, señaló ayer que el «modus operandi» y «único móvil» de este individuo es la agresión sexual e insiste en la prisión permanente.

«Es momento de hacer justicia con rigor, de dictar condenas con penas de cárcel ajustadas a la gravedad del delito cometido y de evitar que peligrosos criminales salgan a la calle mientras continúen siendo un peligro para nuestras hijas e hijos», asevera Quer.

Por ello, señala que esta es su «lucha» y la de casi tres millones de personas que han apoyado, a través de la plataforma Change.org, la petición de la prisión permanente revisable para los autores de tales delitos, una campaña que continúa abierta.

Juan Carlos Quer, padre de la joven Diana Quer./ EP

Su hija desapareció el 22 de agosto de 2016, mientras regresaba a la casa de veraneo de su madre desde las fiestas de A Pobra, en las que había estado aquella noche. Tras 16 meses, casi 500 días, de búsqueda e incertidumbres terminaron el pasado 29 de diciembre con la detención de ‘El Chicle’, vecino de Rianxo (A Coruña) que confesó ser responsable de su muerte.

El último día 2017, la Guardia Civil sacó el cadáver de Diana Quer de un pozo de agua en una fábrica abandonada de la parroquia de Asados.

‘LOS ASESINOS Y VIOLADORES EN SERIE NO SE REHABILITAN’

José Luis Cervero, criminólogo y guardia civil, ha manifestado a Confilegal que los autores de delitos comunes con el tiempo pueden llegar a rehabilitarse, pero que los asesinos y violadores en serie nunca.

“Está demostrado científicamente que una vez que estén en libertad seguirán haciéndolo”, afirma.

José Luis Cervero fue durante más de 40 años agente operativo de los Servicios Secretos de la Guardia Civil.

Cervero explica que generalmente son psicópatas, que “el psicópata desalmado no tiene sentimientos ni emociones, y que la falta de empatía le obliga a seguir matando o violando porque se les van almacenando una serie de fantasías en su mente que le llevan a hacerlo creyendo que así se va a liberar de ellas”.

De hecho, indica que “aprovechan el tiempo que están privados de libertad para reflexionar sobre cómo cometieron el delito, los posibles errores que tuvieron y cómo evitarlos en la próxima vez”.“Tratan de mejorar su estilo para no ser detenidos ni descubiertos”, expresa.

El anterior responsable de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, también ha advertido de que los violadores son “un gran peligro porque tienen una tasa de reincidencia muy alta”. En el caso de los pederastas, según la abogada y criminóloga Beatriz de Vicente, “más del 90% reincide”.

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