El Ministerio de Defensa inaugura una exposición itinerante sobre los 175 años de la bandera de España
La ministra de Defensa, Margarita Robles, acompañada por el subsecretario de Estado de Defensa, Alejo de la Torre; los jefes de Estado Mayor de la Defensa y de los tres Ejércitos, así como por el secretario general de Política de Defensa y una representación de Telefónica encabezada por María Jesús Almazor, CEO de Telefónica España y la directora de Acción Cultural de la Fundación Telefónica, Almudena Bermejo, inauguró este sábado la exposición ‘175 años de nuestra bandera’.

El Ministerio de Defensa inaugura una exposición itinerante sobre los 175 años de la bandera de España

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14/10/2018 06:15
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Actualizado: 13/10/2018 22:36
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España no tuvo bandera oficial hasta el 15 de octubre de 1843, hace 175 años. Ese día, la Gazeta de Madrid, el antecedente del actual Boletín Oficial del Estado, publicó un Real Decreto firmado por la Reina Isabel II ordenando que «las banderas y estandartes de todos los cuerpos é institutos que componen el ejército, la armada y Milicia nacional sean iguales en colores á la bandera de guerra española».

La Reina Isabel II fue la que convirtió a la enseña de la Armada española en la bandera nacional, dando carta de naturaleza a lo que ya era normalidad. Carlos Berbell/Confilegal.

Precisamente, para conmemorar esta efemérides, la ministra de Defensa, Margarita Robles, inauguró ayer, en la Fundación Telefónica, en Madrid, una exposición titulada «175 años de nuestra bandera», en la que se hace un recorrido equilibrado y justo desde su nacimiento a nuestros días de la rojigualda en un tono divulgativo y muy asequible.

Exposición itinerante que comenzará a recorrer las principales ciudades españolas dentro de diez días.

«Tenemos que conocer la historia para potenciar aquello de lo que estamos orgullos. Y tenemos que conocerla también para aprender de los errores. Para que esos errores, que sin duda alguna ha habido en estos 175 años, no se vuelvan a reproducir», declaró Robles.

Y refiriéndose a la bandera de España como símbolo, añadió que «tiene que representar aquello que nos une, nunca lo que nos separa». Las banderas, para ella, «nunca pueden ser objeto de controversia» en un país «puntero» donde los «derechos y las libertades están protegidos y tutelados».

La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante la presentación de la exposición. Carlos Berbell/Confilegal.

Para decir verdad, a la oficialidad de la bandera actual -en ese cálculo- habría que restarle ocho años, entre 1931 y 1939, el periodo republicano en el que aquella España tuvo otra bandera que desapareció después de que el bando rebelde, liderado por el general Francisco Franco, ganara la guerra civil. Una bandera que enarbolaron los rebeldes y que semanas después cambiaron por la tradicional.

Aunque si queremos ser justos, tenemos que reconocer que la antigüedad de la rojigualda ondeando en los barcos y las ciudades costeras españolas es mucho mayor: 225 años -restando, otra vez los ocho años republicanos-.

HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA

Fue en 1785. Ese año el Rey Carlos III afrontó el problema que tenían los barcos españoles debido a una coincidencia de miembros de la familia de los Borbones en tronos como el de Francia, Nápoles o España. Todos ellos utilizaban la misma bandera, el escudo del Rey sobre un fondo blanco, lo que daba lugar a confusiones.

Barco español en plena batalla naval con uno inglés portando la bandera del rey de la Casa Borbón.

Para acabar con esa situación, Carlos III encargó, en 1785, a Antonio Baldés y Bazán la sustitución del pabellón naval empleado hasta entonces por otro que fuera más visible en la mar para el uso de la Real Armada y de los barcos mercantes españoles.

En un principio presentaron al Rey doce bocetos. Carlos III eligió dos.

El primero era como nuestra bandera actual, aunque las tres bandas horizontales tenían el mismo ancho. El monarca ordenó que el amarillo fuera más ancho que las dos rojas.

Las dos banderas elegidas por Carlos III; la primera debían portarla los barcos de la Armada española; la segunda los barcos mercantes.

Maqueta de uno de los navíos españoles del siglo XVIII que comenzaron a llevar la enseña nacional como forma de identificación. Carlos Berbell/Confilegal.

El Rey Carlos III introdujo nuestra enseña nacional para evitar que los barcos españoles se confundieran en el mar con los de otros países en los que regían también miembros de su familia, los borbones; sobre estas líneas la estatura del Rey Ilustrado, como le llamaban, que figura en la Puerta del Sol de Madrid. Carlos Berbell/Confilegal.

EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA, LA BANDERA DE ESPAÑA

Durante la guerra de la Independencia contra Francia, los ejércitos españoles que combatieron a Napoleón Bonaparte utilizaron al menos tres enseñas diferentes.

Por una parte, la Cruz de San Andrés, símbolo de la Casa de Borgoña, a la que pertenecía Felipe el Hermoso, marido de Juana «la Loca», hija de los Reyes Católicos, que dio entrada en España a la Casa de Austria; un símbolo que adoptaron los Tercios de Flandes y que heredaron después buena parte de las unidades militares españolas.

Por otra parte, el escudo de la Casa Borbón de Fernando VII, «el deseado», preso del emperador francés; y, por último, la actual bandera.

La Cruz de San Andrés, símbolo de la Casa de Borgoña, era «la bandera de España» de muchas unidades militares.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, con Carlos León y Pilar Domínguez, de la empresa DSV -montadora de la Exposición- y la jefa de Patrimonio de Historia y Cultura Militar, ante el cuadro del cerco de Gerona, donde se ve una bandera española ondeando.

Cuadro pintado por Ramón Martí i Alsina, titulado «El gran día de Gerona», que muestra a los españoles haciendo frente al cerco de las tropas francesas enarbolando la bandera nacional.

FUE LA BANDERA DE LA PRIMERA REPÚBLICA

La proclamación de la Primera República, el 11 de febrero de 1873, después del corto reinado de Amadeo I de Saboya, no supuso la sustitución de la bandera rojigualda.

Al contrario, permaneció con el añadido de los cuarteles de Castilla y León, pero sin la corona real encima.

La bandera nacional de la Primera República, que duró un año.

De aquella época data también el escudo republicano, del que deriva nuestro actual escudo constitucional.

Tras la revolución de 1868, que acabó con el reinado de Isabel II, el Gobierno Provisional, presidido por el general Francisco Serrano Bedoya, encargó a la Real Academia de la Historia que elaborara un nuevo escudo nacional.

Fue aprobado tras la Constitución de 1869.

Hasta ese momento, el escudo oficial de la monarquía española era el heredado de Carlos III.

En el mismo figuraban posesiones que el Reino de España ya no tenía, como Portugal, Sicilia, Borgoña, Flandes, Brabante, Tirol o tierra de los Habsburgo, en Austria.

Y no figuraban antiguos reinos que sí estaban, como el de Navarra, que pasó a formar parte de España en 1512.

La corona real fue sustituida por una corona mural y se suprimieron los collares del Toisón de Oro y de Carlos III y la Cruz de Borgoña, así como el óvalo central con las tres flores de lys y la cordura de gules, de la Casa de Borbón-Anjou.

De la misma forma se simplificó, dividiéndolo en cuatro cuartos, con Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada al pie.

Flanqueando al escudo fueron colocadas las columnas de Hércules, pero sin coronas.

Estas habían figurado en la heráldica del emperador Carlos I de España y V de Alemania, con dos coronas, una real y otra imperial sobre las mismas.

Las dos columnas representan al monte Abila (Ceuta), en África, y la montaña de Calpe (Gibraltar), en Europa.

El lema Plus Ultra (Más allá) hace alusión a las tierras descubiertas, exploradas y conquistadas por los españoles.

Tras la restauración de la dinastía de los Borbones, en la persona de Alfonso XII -al que sucedió su hijo, Alfonso XIII- se restableció el escudo de Carlos III, pero se combinó con el escudo simplificado, adaptado del de la Primera República, al que se le sustituyó la corona almenada por la corona real cerrada, se incluyeron las tres flores de lys en el centro, y las dos coronas sobre las columnas de Hércules, rodeándolo todo, en ocasiones, con el collar del Toisón de Oro.

LA SEGUNDA REPÚBLICA

Para romper con la monarquía, la recién nacida Republica de 1931 optó por cambiar la bandera nacional, que identificaba con el monarca y optar por algo nuevo. Se retomó el escudo de la Primera República y se optó, en una primer momento por cambiar la franja inferior de la rojigualda por otra morada, en recuerdo a los Comuneros de Castilla que se enfrentaron al joven emperador Carlos I y que fueron aplastados después.

El primer diseño de la bandera republicana no supuso la modificación de las dimensiones de las franjas más estrechas.

Sin embargo, no prosperó. Y el 27 de abril de ese año, el nuevo Gobierno optó por la que todos conocemos. El presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora publicó en la Gaceta de Madrid la adopción e la bandera tricolor «formada por tres bandas horizontales de igual ancho, siendo la roja la superior, amarilla la centra y morada oscura la inferior».

Bandera republicana oficial.

La victoria de los rebeldes, en la guerra civil española trajo la restauración de la bandera tradicional española como enseña nacional, pero con una variante: el escudo nacional, que emulaba al de los Reyes Católicos, de los siglos XV y XVI.

La dictadura del general Franco introdujo una simbología que se asemejaba a la de los Reyes Católicos, pero que no era la misma.

Escudo de los Reyes Católicos.

El escudo de Franco se diferenciaba del de los Reyes Católicos en que incluyó las dos torres de Hércules, que sí figuraba en el escudo del emperador Carlos I de España y V de Alemania y en los escudos precedentes, tanto el republicano como el de la monarquía.

La  normativa vigente en la actualidad parte de la Constitución Española de 1978, que describe la bandera en su artículo 4.1 sin escudo.

El 28 de octubre de 1981, mediante la Ley 39 de ese año, se reguló el uso de la bandera de España y el de otras banderas y enseñas. 

«La bandera de España simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución», dice dicha Ley.

Y añade que esta se usará con el nuevo escudo y debe utilizarse en todos los edificios públicos y actos oficiales, según ha interpretado también el Tribunal Supremo en una consolidada jurisprudencia recogida, entre otras muchas, en sus sentencias de 24 de junio de 2007, 25 de noviembre de 2008 y 2 de diciembre de 2008.

El «nuevo escudo» es el escudo tradicional que se había ostentado durante los Reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII.

Sobre estas líneas, el escudo explicado tal como aparece en la exposición del Ministerio de Defensa.

La bandera actual es la que más tiempo ha permanecido como oficial en la historia de España.

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