Deusto identifica 16 derechos fundamentales en la era digital
Han sido presentados por el rector de la Universidad, José María Guibert, y tres estudiantes han leído en castellano, euskera e inglés esta Declaración en un acto en Bilbao, celebrado en el Paraninfo de la Universidad, ha contado con la presencia de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, y del consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka./ EP

Deusto identifica 16 derechos fundamentales en la era digital

Destaca que los usuarios hemos perdido el control de nuestros datos y es importante retomarlo
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26/11/2018 17:52
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Actualizado: 01/6/2023 11:41
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La Universidad de Deusto ha presentado hoy una ‘Declaración sobre derechos humanos en entornos digitales’, en la que reclama el reconocimiento de 16 derechos en el ámbito de las nuevas tecnologías.

Reconoce una cuarta generación de derechos que tienen en cuenta las nuevas situaciones que se dan en la red, y su objetivo es llamar a la reflexión y abrir el debate sobre la «necesaria y urgente defensa» de la dignidad e integridad de la persona en el contexto de la revolución tecnológica, según ha informado a Confilegal el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, uno de los miembros del equipo de trabajo que la ha elaborado.

Se trata del derecho al olvido, a la desconexión en Internet, al «legado digital», el derecho a la protección de la integridad personal ante la tecnología, a la libertad de expresión en la red, a la identidad personal digital y a la privacidad en entornos tecnológicos.

A ellos se suman el derecho a disponer de una última instancia humana en las decisiones de sistemas expertos, el derecho a la igualdad de oportunidades en la economía digital, a las garantías de los consumidores en el comercio digital, el derecho a la propiedad intelectual en la red, a la accesibilidad universal y a la alfabetización digital, el derecho a la imparcialidad en la red y el derecho a una red segura.

El acto ha tenido lugar en Bilbao, en el Paraninfo de la Universidad, y han asistido la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, y el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka.

En la presentación de la Declaración, el rector del centro, José María Guibert, ha indicado que las tecnologías de la información son el presente y el futuro, pero que consideran «preocupante» que un uso indebido de los grandes conjuntos de datos personales recolectados gracias a ellas «lesione la reputación, la privacidad, e incluso la dignidad del ser humano».

«Los usuarios hemos perdido el control de nuestros datos y es importante retomarlo», ha destacado.

Los derechos digitales que la Universidad de Deusto considera fundamentales y que la artista Miryam Artola ha plasmado en este mural durante la presentación de la Declaración.

En este sentido, Guibert ha afirmado que «al Derecho le corresponde actuar como límite a la explotación y al abuso, en esta ocasión para proteger a la persona de la gestión de la tecnología».

«El ser humano ha de ser capaz de disfrutar de los beneficios de estas tecnologías, pero al mismo tiempo debe articular instrumentos que le permitan evolucionar en su uso y desarrollo», ha señalado.

También ha destacado que Internet es «más poderoso» que la mayoría de los gobiernosen ocasiones» afecta «a los más indefensos». 

Así las cosas, ha subrayado que “no se puede permitir que organizaciones, administraciones o individuos manipulen la información, usen sin permiso los datos o fomenten el odio».

“Humanizar la tecnología significa comprometerla con valores como la integridad de la persona, el bien común, la libertad, autonomía, y responsabilidad personales, la equidad y la Justicia universal”, ha concluido.

Tras su intervención -que tiene íntegra pinchando aquí– han intervenido la ministra Meritxell Batet, y el consejero Josu Erkoreka.

Acto seguido, tres estudiantes han leído en castellano, euskera e inglés la Declaración.

ELABORADA POR UN GRUPO MULTIDISCIPLINAR DE EXPERTOS, ENTRE ELLOS EL JUEZ VELASCO

El documento ha sido elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos, formado por investigadores de Deusto en tecnología, en ética, en empresa y en Derecho, con relevantes colaboraciones externas de juristas, economistas, éticos, filólogos y de empresas tecnológicas.

Entre ellos se encuentra el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, con el que Confilegal se ha puesto en contacto para que desgrane la iniciativa.

El magistrado Eloy Velasco, en una ponencia en la Universidad de Deusto, de la que es profesor de Derecho.

Según ha informado el juez Velasco, les han movido dos razones para hacer esta declaración. Por un lado, “la situación de madurez de la tecnología y sus plataformas, que está provocando importantes avances, pero también lesionando derechos fundamentales”; y por otro, “el auge de iniciativas liberticidas que usan la posverdad y las redes sociales para extenderse viralmente”.

Ha contado que esta declaración no se ha improvisado, sino que es fruto de un año de trabajo, durante el que han mantenido diversas reuniones para concretar cuáles son los derechos de los seres humanos en la edad digital, y han concluido con estos 16.

El magistrado ha insistido en que el objetivo es advertir de la «urgente necesidad» de la “defensa de la dignidad e integridad de la persona en el contexto de la revolución tecnológica”.

“Poner humanidad y límites a los que han sido derechos tradicionales del mundo analógico que ahora se tienen que trasladar al mundo virtual”, ha añadido.

El magistrado ha hecho hincapié en que no han hecho una declaración de derechos para decir que está mal la tecnología, sino al revés.

“Las tecnologías han venido para quedarse y eso es irreversible, pero hay que domesticarlas, establecer ciertos límites porque si no los que más tecnología saben crean una brecha digital y se prevalen un poco de los que no sabemos tanta”, ha explicado.

‘LOS PIONEROS PENSABAN QUE NO HABÍA LÍMITES Y QUE TODO ERA MALEABLE’

El magistrado ha manifestado que “algunas empresas tecnológicas, estados, grandes empresas, así como grupos y lobbies de presión que han llegado los primeros a la tecnología pensaban que no había límites y que todo era maleable”, y que el grupo de trabajo advierte que “quizá haya que poner límites a través de estos derechos fundamentales” ante determinadas situaciones «en las que la tecnología los erosiona».

Ha contado que muchos de ellos son derechos clásicos, y parte de los mismos incluso están ahora recogidos en la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos, como son los derechos que afectan a la privacidad en el entorno laboral y económico, pero ha destacado que no tiene nada que ver con esta normativa, que solamente protege derechos de la privacidad y del dato.

La Declaración recoge otros fenómenos. «Por ejemplo, establece derechos sobre accesibilidad a la red, para que sea de todos, no ganen los grupos de presión ni la pongan a dos velocidades, sea imparcial, más democrática y no sea abusada por las ‘fake news’ ni por los grupos de presión”, ha relatado Eloy Velasco.

“Hay otros derechos de carácter económico, porque hay una economía digital que ha llegado mediante muchas startups y mucha juventud pensándose que no hay que tributar ni tener normas”, ha proseguido, y ha dicho que el equipo de trabajo grupo establece que las normas que han regulado el mercado tienen que seguir estando ahí.

La Declaración también aborda “el mundo de los aprendizajes tecnológicos, la inteligencia artificial, el Machine Learning, el e-learning, todo lo que son el Internet de las cosas, el Big data y toda esa serie de invasiones tecnológicas, que tienen que tener también un orden y unos límites éticos y humanos a través del Derecho”.

“El papel del Derecho es humanizar la técnica que viene a quedarse, pero para que nos gobierne adecuadamente y no para que los más tecnólogos se aprovechen de la situación frente a los que somos más ignorantes”, ha recalcado Eloy Velasco.

LOS 16 DERECHOS, AL DETALLE

Entre los derechos de la Declaración está el Derecho al olvido en Internet «para defender que toda persona tiene derecho a la supresión de sus datos personales en los buscadores de Internet y que se debe restringir la difusión universal e ilimitada de datos personales en buscadores de Internet cuando la información no presente relevancia pública ni interés general».

Otro de ellos es el derecho de la desconexión en Internet, por el que toda persona tiene derecho a interrumpir su conectividad.

A ellos se suma el derecho al «legado digital», por el que toda persona tiene derecho a la gestión de su identidad digital y de su herencia digital con carácter mortis-causa.

La Declaración incluye, además, el derecho a la protección de la integridad personal ante la tecnología, para que se respeten los derechos fundamentales y las libertades públicas en el ciberespacio, especialmente el derecho a la intimidad, a la propia imagen y al honor.

Otro de los derechos es el referido a la libertad de expresión en la red, por el que toda persona tiene derecho a que su libertad de expresión no se vea limitada en internet mediante técnicas de «filtrado o bloqueo automático, ataques de denegación de servicio, eliminación de resultados de búsquedas y otros mecanismos ilícitos».

Asimismo, está el derecho a la identidad personal digital, que recuerda el derecho de toda persona «a controlar su identidad en la red, y a evitar la injerencia no deseada de terceros en la gestión de la misma».

A ellos se suman el derecho a la privacidad en entornos tecnológicos, que defiende el derecho a la protección de los datos personales, y el derecho a la transparencia y responsabilidad en el uso de algoritmos reconoce el derecho de toda persona a conocer la información significativa sobre la lógica que se aplica en la toma de decisiones apoyada en algoritmos, así como sobre las posibles consecuencias que para las personas puedan producirse por el tratamiento de sus datos personales.

La Declaración también incluye el derecho a disponer de una última instancia humana en las decisiones de sistemas expertos, por el que las personas tienen derecho a que las decisiones y actuaciones que afectan a su desarrollo personal y a sus derechos no se adopten exclusivamente a partir del tratamiento automatizado de información.

El derecho a la igualdad de oportunidades en la economía digital defiende contar con las mismas oportunidades en el intercambio de bienes y servicios digitales.

El derecho a las garantías de los consumidores en el comercio digital recoge que toda persona que use o consuma bienes y servicios en la red tenga derecho a recibir información veraz sobre los mismos.

El derecho a la propiedad intelectual en la red plantea que toda persona tenga derecho a decidir acerca de la protección de las producciones literarias, artísticas, científicas o técnicas de las que sea autora en la red.

El resto hasta completar los 16 son el derecho a la accesibilidad universal y a la alfabetización digital, el derecho a la imparcialidad en la red, y el derecho a una red segura para garantizar la confidencialidad e integridad de los datos frente a «amenazas de software malicioso y atacantes especializados».

Tras la presentación de la Declaración se ha desarrollado una mesa redonda, en la que han participado el magistrado Eloy Velasco, la catedrática de Ética y doctora honoris causa por la Universidad de Deusto, Adela Cortina, el consejero y director general de Bankia, Antonio Ortega, y la científica y premio Ada Byron a la mujer tecnóloga Regina Llopis, que ha sido moderada por el profesor de la Deusto Business School Iñaki Ortega, quien junto al juez Velasco forma parte del grupo de trabajo que ha elaborado esta Declaración.

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