La Audiencia de Barcelona absuelve a Narcís Serra y a los otros 40 acusados por los sueldos de Caixa Catalunya
El expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra (derecha), junto a su abogado, Pau Molins, declaró a los medios a la salida de la primera sesión del juicio que no se arrepiente de su gestión al frente de la entidad y que hizo lo que debía, asegurando que los supuestos sueldos desproporcionados "no existen"./ EP

La Audiencia de Barcelona absuelve a Narcís Serra y a los otros 40 acusados por los sueldos de Caixa Catalunya

No considera los hechos constitutivos del delito de administración desleal ni del de apropiación indebida
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12/2/2019 13:11
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Actualizado: 12/2/2019 14:57
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La Audiencia Provincial de Barcelona ha absuelto al expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra, al exdirector general de la entidad Adolf Todó por la subida de sueldos cuando dirigían la entidad en 2010, en pleno proceso de fusión con Caixa Manresa y Caixa Tarragona.

El tribunal de la Sección 8 considera que «los hechos declarados probados no son constitutivos del delito de administración desleal ni del de apropiación indebida sostenido por las partes acusadoras».

También ha absuelto a los 39 miembros del Consejo de Administración que aprobó las subidas salariales.

La Fiscalía pedía tres años de cárcel para Serra y Todó, así como una multa de 67.500 euros a cada uno. 

El fiscal Fernando Maldonado los acusó de ser los autores dolosos, materiales y directos de dos delitos de administración desleal en concurso de normas con un delito de apropiación indebida de especial gravedad. 

Al resto de acusados del consejo de administración que aprobaron uno o dos acuerdos los considera autores por cooperación necesaria.

Sin embargo, el tribunal ha dictaminado que «no existe comportamiento delictivo ni en los aumentos de sueldo ni en el proceso que llevó a su aprobación», por más que señala la evidente situación de recesión en la que se produjeron las decisiones.

El tribunal, compuesto por los magistrados José María Planchat (ponente), Jesús Navarro y María José Trenzanos, considera probado que Narcís Serra «lejos de pretender la causación de un perjuicio patrimonial a la entidad, perseguía todo lo contrario al procurar garantizar la permanencia del equipo directivo», al que Serra consideraba el mejor preparado para liderar el proyecto de la caja y su fusión.

Los magistrados indican que el delito societario de administración desleal precisa que el autor persiga beneficio propio o de un tercero, y ha de causar directo perjuicio, algo que, según el tribunal, «no puede afirmarse» de Serra.

Según los hechos probados en la sentencia, Caixa Catalunya inició contactos en el segundo semestre de 2009 con Caixa Tarragona y Caixa Manresa para iniciar un proceso de integración de las tres cajas, que se aprobó en mayo de 2010, y el 15 de febrero de 2011 se acordó la constitución de Catalunya Banc.

El tribunal sí considera que Caixa Catalunya, desde mediados de 2008, año en que el contexto económico tanto español como internacional se había deteriorado, presentaba «signos de intenso empeoramiento de su evolución», con morosidad elevada, una estructura financiera desequilibrada, unos niveles ajustados de solvencia e importantes necesidades de saneamientos».

Señala que «debido a que esa vulnerabilidad, que no insolvencia, podía llegar a comprometer su futura viabilidad».

El 28 de julio de 2010 el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) inyectó 1.250 millones de euros; el 30 de septiembre de 2011 aportó 1.718 millones más; en 2011 se incorporó al Consejo de Administración del Banco, y el 26 de diciembre de 2012 se aportaron nuevamente otros 9.084 millones, pasando a ostentar el Frob el 100% del capital.

A principios de 2008 fue nombrado director general de la entidad Adolf Todó, fijando un sueldo para ese año de 600.000 euros, más otras retribuciones variables y bonificaciones, mientras que para el director general adjunto se fijó un sueldo de 371.000 más variables.

La Audiencia de Barcelona considera probado que el Consejo de Administración de la entidad votó el 19 de enero de 2010 un acuerdo para aumentar el sueldo de ambos directivos, con una incidencia económica en el patrimonio de la entidad de 746.000 euros, correspondiendo 415.000 euros a Todó y 331.000 al exdirector adjunto.

Asimismo, en el Consejo de administración de 13 de octubre de 2010 se volvió a votar una nueva propuesta de incremento salarial de los directivos de 37.000 euros.

Estos acuerdos supusieron que los ingresos de Todó ascendieron en 2008 a 684.713,97 euros; en 2009 a 900.826; en 2010 a 1.368.929 y en 2011 a 940.601 euros.

AUMENTOS «DIFÍCILMENTE DIGERIBLES»

El tribunal señala que, cuando se produjeron estos aumentos salariales, la crisis económica general ya se manifestaba con intensidad y sumía «en la más cruel zozobra a amplios sectores de la sociedad, singularmente los más desvalidos», con destrucción de puestos de trabajo.

Pese a no ver delito, sí constata que los aumentos salariales «resultaban sin duda difícilmente digeribles por la población en el contexto en que se encontraba, completamente zaherida y mortificada como también desolada ante la incertidumbre de una recuperación que en el común de las gentes se sospechaba costosa y, sobre todo, lejana».

SERRA: ‘SE HA HECHO JUSTICIA’

El expresidente de Caixa Catalunya y exministro socialista Narcís Serra ha manifestado a su salida de la Audiencia de Barcelona que «se ha hecho justicia», y ha asegurado que «estaba seguro» de que se les absolvería.

Serra ha señalado que la sentencia es rotundamente favorable, puesto que devuelve todas las fianzas y reconoce que el consejo de administración de la caja tenía el salario congelado.

El exministro declaró ante el juez el pasado 11 de octubre que el salario que se fijó para los directores en 2010 era “prudente” e inferior a la media, y que se hizo con el conocimiento del Banco de España.

Aseguró que su sueldo en la entidad, de unos 175.000 euros desde 2008 a 2010, fue pactado antes de establecerlo con la Generalitat y apuntó que era el mismo que el presidente de Caixa Gerona, una caja “nueve veces más pequeña”.

Además, defendió que en ese momento la entidad no estaba en crisis, pese a que desde julio de ese año hasta diciembre de 2012 el Frob inyectó 12.000 millones de euros, e insistió en que el Consejo de Administración actuó con el conocimiento de que el Frob y el Banco de España consideraban Caixa Catalunya como “fundamentalmente sólida”.

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