El jefe de Inteligencia de los Mossos el 1-O, titubeante, poco convincente y nada claro
El comisario Manel Castelví estuvo titubeante y poco convincente en su deposición ante el tribunal. Poder Judicial.

El jefe de Inteligencia de los Mossos el 1-O, titubeante, poco convincente y nada claro

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08/3/2019 06:15
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Actualizado: 08/3/2019 01:03
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El comisario general de Información de los Mossos durante el referéndum del 1 de octubre de 2017, Manel Castellví, se mostró muy titubeante, poco convincente y nada claro en sus explicaciones, durante el interrogatorio al que fue sometido por el fiscal del Tribunal Supremo, Javier Zaragoza. 

Castellví dijo haber advertido al entonces presidente de la autonomía, Carles Puigdemont -prófugo en la actualidad-, al entonces vicepresidente, Oriol Junqueras, y al responsable de Interior, Joaquim Forn, de la posibilidad de que se produjera una «escalada de violencia» el día del referéndum independentista del 1 de octubre, y que se quejaron de que desde la Generalitat se estaba mandando un «mensaje de tranquilidad» que no «atendía a la realidad».

El comisario ha explicado que estas advertencias tuvieron lugar en una reunión celebrada el 28 de septiembre en el Palacio de Pedralbes en la que estaban presentes, por parte del Govern, Puigdemont, Junqueras y Forn y, por parte de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero, el comisario Ferrán López y los comisarios Molinero y Castellví.

Según Castellví, esta «preocupación» se basaba en que aunque los llamamientos para participar en el referéndum eran «pacíficos», la actitud de los manifestantes se podía tornar violenta ante la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

«Aunque los llamamientos fueran pacíficos, podía haber una escalada de violencia», explicó.

Repreguntado por Zaragoza sobre este extremo señaló que «querían concienciar al Gobierno» de que la previsión de los Mossos era lo que había «descrito antes», y más tarde ha apuntado que la «actitud pasiva» se podría «transformar en activa».

En este punto, también explicó que durante la reunión se transmitió a los miembros del Govern que «se habían hecho unas declaraciones por parte de la Generalitat que no se atendían a la realidad, que se estaba enviando un mensaje de tranquilidad a la población como si el día 1 de octubre fuera una jornada electoral normal».

NEGÓ ESPIONAJE A POLICÍA NACIONAL Y GUARDIA CIVIL

Castellví, por otra parte, reconoció que los binomios de la policía catalana tenían la orden de «dialogar» y «mediar» con los concentrados en los centros de votación y que no se utilizó la unidad de ‘antidisturbios’ de la BRIMO.

También dijo que se pudieron hacer «comprobaciones de matrícula», pero ha negado un espionaje premeditado de la actuación de Policía y Guardia Civil.

«Si aparece un vehículo de Guardia Civil o Policía, pues igual como si aparece una ambulancia, el CECOR (Centro de Coordinación de los mandos de los Mossos) era informado. De seguimientos nunca se dio esa orden ni me consta que se hicieran», comentó.

El fiscal le preguntó entonces si lo que se ordenó fue consultar matrículas de vehículos camuflados».

«Lo desconozco», respondió antes de añadir: «Que se hagan comprobaciones de matrícula puede ser, pero si sabes que son de Guardia Civil no es necesario».

Con continuas preguntas y repreguntas, el fiscal Javier Zaragoza le preguntó al testigo por la actitud de las parejas de Mossos durante el 1-O, a lo que ha contestado: «Su misión era dialogar, mediar con los concentrados, ya teníamos las previsiones de que los colegios tendrían actividades».

Según este mando, los Mossos tenían la orden de «intentar el cierre de los locales», cumpliendo con el mandato del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat), «lo que se consiguió en 24 centros en los que no se constituyó el centro a primera hora». »

Ya teníamos previsiones de que la mayoría de colegios tendrían actividades», reconoció.

Aún así, aseguró que la BRIMO se reservó en Barcelona para manifestaciones que les preocupaban «bastante», aunque luego «no tuvieron mayor trascendencia».

También aludió al partido de fútbol entre el FC Barcelona y Las Palmas, que se jugó a puerta cerrada en señal de protesta por la actuación de la Policía y la Guardia Civil.

El comisario reconocido que la orden de la Fiscalía Superior de Cataluña y luego de la magistrada del TSJCat, era que la Policía y la Guardia Civil actuaran en «auxilio» de los Mossos.

LOS CDR Y EL 20-S

También dijo  que no tenía conocimiento en detalle de las diligencias practicadas por los Mossos durante el cerco a la Consellería de Economía del 20 de septiembre registrada por orden judicial, ya que estuvo de viaje entre los días 16 al 24.

«Sin ánimo de mentir creo que se denunciaron a dos personas que habían robado unas mochilas», dijo.

No obstante, reconoció que no se les tomó declaración ni se detuvo a nadie.

Castellví comentó que unos de los «grandes retos» de la prefectura de los Mossos -de la que no formaba parte como comisario general de Información, según ha dicho- era identificar a los grupos llamados CDR, unos 42 en su origen constituido para «defender el referéndum», y donde había «desde personas más próximas a la ANC hasta gente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o gente de la CUP». EP.

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