La Audiencia Nacional propone juzgar al expresidente del Granada C.F. Enrique Pina por supuestamente defraudar 2,8 millones
Enrique Pina, expresidente del Granada Club de Fútbol. Foto: EP

La Audiencia Nacional propone juzgar al expresidente del Granada C.F. Enrique Pina por supuestamente defraudar 2,8 millones

Y a su hermana, que figura como administradora única de Quique Sport y Calambur Intermediaciones y el juez considera que cumple "una función de testaferro"
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22/5/2019 15:50
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Actualizado: 22/5/2019 16:12
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El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, el magistrado José de la Mata, propone enviar a juicio al expresidente del Granada Fútbol Club Enrique Pina, “Quique” Pina, a su hermana y a dos de sus sociedades, por supuestamente defraudar a Hacienda 2,8 millones de euros en los ejercicios de 2012 a 2016.

De la Mata ha dictado hoy un auto de pase a procedimiento abreviado que pone fin a la instrucción de esta pieza separada de la ‘Operación Líbero’, que se abrió para investigar los presuntos delitos contra la Hacienda Pública de Pina, que no presentó declaración de IRPF entre 2012 y 2015 y consignó la de 2016 en marzo de 2018, fuera de plazo y una vez se habían practicado las entradas y registros en sus dependencias.

El magistrado da un plazo de 10 días a la Fiscalía y a las acusaciones para que soliciten la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa, o excepcionalmente la práctica de diligencias complementarias.

Contra este auto cabe recurso de reforma, en el plazo de tres días, ante este Juzgado, y/o de apelación ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

De la Mata encausó en febrero a Pina, a su hermana y a sus padres por un presunto delito de alzamiento de bienes en relación al «vaciamiento casi total de su patrimonio familiar», que habrían perpetrado para eludir la deuda de 3,4 millones de euros que tiene el primero con Hacienda por su gestión en el Club de Fútbol Ciudad de Murcia, del que fue propietario.

Enrique Pina se encuentra actualmente en libertad provisional. Estuvo en prisión del 2 al 19 de febrero de 2018 por integrar presuntamente una red de corrupción en la contratación de futbolistas.

‘UTILIZA UNA SERIE DE SOCIEDADES INSTRUMENTALES’

Según De la Mata, el expresidente del Granada «ha utilizado y utiliza una serie de sociedades instrumentales» entre las que figuran Quique Sport y Calambur Intermediaciones, a las que ahora propone juzgar.

Afirma que con la primera «oculta su patrimonio personal» y que con la segunda «oculta los ingresos de su actividad personal y directa y también parte de su patrimonio».

El magistrado manifiesta que de este modo no puede «diferenciarse» el patrimonio de Pina del de las sociedades, pues en ellas residencia «dinero, inversiones, vehículos, embarcaciones e inmuebles que son usados de forma habitual y exclusiva por el obligado tributario» y a las que traslada «casi todos sus gastos personales».

Informa que la persona que figura como administradora única de ambas sociedades es su hermana, Elena Pina, aunque el magistrado considera que «no es la verdadera, sino que lo es su hermano, con quien ha colaborado para sacar de la sociedad (Calambur) los fondos que sostienen su nivel de vida», de modo que cumple «una función de testaferro» por el que también propone sentarla en el banquillo.

«La conclusión es que las entidades administradas formalmente por Elena Pina actuando como testaferro, son sociedades instrumentales que han servido al investigado Enrique Pina para defraudar y ocultar canalizando los fondos generados por su actividad profesional y sustrayéndolos a la acción cobratoria de la Hacienda Pública», afirma el juez.

3,4 MILLONES DE DEUDA Y SÓLO 141.700 RECUPERADOS

La ‘operación Líbero’ se abrió hace un año contra Pina por un supuesto delito contra la hacienda publica (el IRPF de 2012 a 2016), blanqueo de capitales e insolvencia punible en la venta de jugadores de fútbol.

Tras ampliar la imputación a alzamiento de bienes, el magistrado decidió abrir una nueva pieza separada dentro de la causa y en ella incluyó a su familia a principios de febrero de este año.

Entonces trascendió que Pina tiene una deuda con Hacienda de 3,4 millones de euros, la mayor parte derivada de que fuese declarado junto con sus padres, responsable subsidiario como miembro del Consejo de Administración que arruinó el club de Murcia por importe de 3,2 millones. 

A ellos, de acuerdo al juez, hay que sumar los posibles delitos fiscales por los que se le investiga, con una cantidad defraudada de 1,6 millones de euros.

De la Mata explicó cuando terminó esta segunda investigación y emitió un auto de transformación de diligencias previas en procedimiento abreviado que hasta ahora, sólo se ha podido recuperar 86.646 euros, más otros 55.075 porque Pina «puso en marcha una conducta activa, consciente e intencionada que le permitió deshacerse entre 2007 y 2010 de casi todo el patrimonio del que era previamente titular» utilizando «sociedades meramente instrumentales» e interpuestas, incluida una a la que atribuye sus propios ingresos profesionales.

«La razón de tan escaso cobro por parte de la Hacienda Pública es que Pina puso en práctica una conducta activa, consciente e intencionada que le permitió deshacerse entre 2007 y 2010 de casi todo el patrimonio del que era previamente titular», señaló el magistrado.

Pina no consta como titular de patrimonio ni presenta declaración de la Renta desde 2011, incluido 2016.

Los únicos ingresos conocidos en estos ejercicios son los percibidos del Granada Club de Fútbol en las dos últimas temporadas (125.000 euros en 2015 y 87.500 en 2016) y de la mercantil Calambur Intermediaciones (8.722,22 euros en 2016).

Con esta y otras empresas, como Quique Sport S.L., administradas por familiares directos, habría ocultado su patrimonio personal y sus ingresos, consiguiendo dificultar el cobro de su deuda con Hacienda y a la vez, minorar los impuestos que debería pagar por lo que percibe, ya sea en calidad de presidente del Granada C.F., como ojeador o representante de jugadores.

EL PANAMERA Y EL VELERO, EN UNA EMPRESA

El juez considera que Pina utilizó estas empresas para residenciar «un importante patrimonio» de uso y disfrute personal, como vehículos de alta gama -un Bentley, un Porsche Panamera y un Aston Martin-, embarcaciones -un velero- y viviendas.

De hecho, de las mismas mercantiles salían los pagos para mantener esos bienes, desde los gastos de su casa hasta la nómina de la gente que trabaja en su barco.

Todo ello, según indica De la Mata, «sin ser estas atenciones en modo alguno incluidas en sus retribuciones del trabajo, profesionales o del capital como pago en especie o según corresponda, ni habiéndose practicado retenciones ni realizado ingresos a cuenta ni, tampoco, han sido declaradas como tales por las entidades pagadoras».

El resultado es «una confusión en el uso de estos patrimonios, sin que pueda diferenciarse el de Pina del de las sociedades Quique Sport y Calambur Intermediaciones en las que se residencian dinero, inversiones, vehículos, embarcaciones e inmuebles que son usados de forma habitual y exclusiva por el obligado tributario y trasladando a las mismas casi todos sus gastos personales».

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