¿Cuáles son los retos que preocupan a los grandes despachos de abogados en España?
La mesa estuvo moderada por el comunicador Carlos García-León ante un auditorio abarrotado. De izquierda a derecha, García-León; Jorge Badía, consejero delegado de Cuatrecasas; Carlos Rueda, socio director de Gómez-Acebo & Pombo; Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez; y Fernando Vives, presidente ejecutivo de Garrigues. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

¿Cuáles son los retos que preocupan a los grandes despachos de abogados en España?

Mesa debate en el VI Legal Management Forum con los cuatro bufetes españoles de mayor facturación para abordar esta problemática
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11/10/2019 01:50
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Actualizado: 11/10/2019 09:08
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Cinco años después de aquella primera edición del Legal Management Forum, donde Garrigues, Cuatrecasas, Uría Menéndez y Gómez Acebo & Pombo comparecían para analizar el momento de la abogacía de los negocios, este jueves sus primeros espadas, Fernando Vives, Jorge Badía, Salvador Sánchez-Terán y Carlos Rueda comparecían para debatir sobre los nuevos retos que llegan.

Al final, gestionar bien el talento y la relación con el cliente señalan que la abogacía es un negocio de personas.

Rompió el fuego Jorge Badía, consejero delegado de Cuatrecasas desde la última Junta de Socios del pasado mes de abril para resaltar que “organizaciones como la nuestra deben reinventarse cada día y evitar caer en la inercia».

«Nuestra obligación es hacer atractivo nuestro despacho, como ecosistema, para que sea atractivo para nuestros profesionales”.

Para Badía “las firmas legales debemos trabajar para fomentar la creatividad en nuestras estructuras. Sería un error que nos convirtiésemos en ejecutivos de procesos únicamente”.

A su juicio, hay otro aspecto formativo “fundamental porque nuestras empresas clientes quieren abogados buenos técnicamente pero que conozcan bien el negocio y tengan capacidad de liderazgo”.

Por su parte Carlos Rueda, reelegido en diciembre del 2018 como socio director de Gómez-Acebo & Pombo, recordó que “creo que los retos se mantienen, son los de siempre, en un entorno más global lo más importante es ver como los despachos de abogados nos estamos adaptando a este nuevo escenario más internacional».

«A este respecto es importante que nuestros jóvenes vean atractivo formar parte de nuestros despachos”.

En su opinión es fundamental que todos estos retos tengan una incidencia clara en el cliente “ahora tienes más información y conoce mejor el negocio jurídico, con lo cual los bufetes debemos ser capaces de ofrecer más valor añadido en esa relación de confianza que establecemos con cada uno de ellos”.

En su intervención Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez, recordó que “el reto principal de organizaciones como las nuestras tiene que ver con el talento. Su retención y formación ante los nuevos escenarios internacionales”.

Para este jurista que se convirtió en junio del 2018 en socio director de la firma, tras la jubilación de José María Segovia “otro de los temas claves en cualquier despacho es mantener la cohesión interna de la firma, sabiendo que en alguna de ellas pueden llegar a coexistir hasta cuatro generaciones de profesionales”.

Fernando Vives, presidente ejecutivo de Garrigues, coincidió en los planteamientos de sus compañeros de dirección de otros despachos para recordar que “el reto de una firma como la nuestra es ser el despacho que tenemos que ser en cada momento».

«Somos parte de la sociedad y tenemos que saber adaptarnos a ella”.

Vives mencionó a Suskind, uno de los pensadores más significativos de la abogacía de los negocios y coincidió con él en que “los cambios que estamos afrontando en estos diez últimos años son muy relevantes y los despachos los estamos asimilando de forma progresiva”.

A este respecto recordó la capacidad de adaptación al cambio que tienen despachos como Garrigues.

Fernando Vives, presidente ejecutivo de Garrigues, coincidió en los planteamientos de sus compañeros de dirección de otros despachos para recordar que “el reto de una firma como la nuestra es ser el despacho que tenemos que ser en cada momento». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Competencia entre despachos

Después de esta pregunta general, los ponentes contestaron a diferentes preguntas relacionadas con el sector legal, realizadas por Carlos Garcia-León, periodista y vicepresidente de Inkietos, una de las entidades que organizan el Legal Management Forum.

Sobre la relación entre los despachos tradicionales y los más especializados, Badía comento que “hay hueco para todo el mundo, lo importante es que ambas entidades sepamos posicionarnos”.

Sobre la presencia de socios capitalistas en despachos de abogados, fue Vives quien contestó indicando que “esa realidad ya existe”, para luego indicar que conocía el caso de un despacho inglés que había salido a Bolsa.

A su juicio “lo importante es medir bien el impacto de esta medida. Los inversores siempre quieren recuperar el capital que adelante y esto no debe condicionar la marcha de los despachos”.

Respecto a la internacionalización de los despachos, Carlos Rueda, explicó que hay muchas formas de abordar esta salida al exterior “al margen de tener tus oficinas propias o alianzas con despachos de aquel país hay diferentes maneras de impulsar esta estrategia, clave para cualquier despacho”.

Para Sánchez-Terán “los despachos españoles estamos acostumbrados a competir con otras firmas internacionales. De hecho, eso ha generado que algunos profesionales hayan destacado en estos bufetes internacionales. Estoy convencido que la competencia enriquece y nos hace mejores a todos”.

Tanto Uría Menéndez, como Garrigues cambiaron sus estrategias para América Latina. En el caso de la firma de Sánchez-Teran, se puso en marcha el despacho regional PPU del que el despacho español tiene el 70%.

Por su parte, Garrigues disolvió su red Affinitas para apostar por la puesta en marcha de oficinas propias en las principales plazas de América Latina.

En este debate surgió el tema de la relación de los despachos con los clientes. Para Jorge Badía “esta relación ha cambiado mucho en los últimos cinco años. La irrupción de Internet ha hecho que las empresas dispongan de más información y puedan conocer de antemano nuestro negocio».

«Ahora es importante que los abogados, además de ser buenos técnicos, conozcamos bien el negocio de nuestro cliente. Eso se valora bastante, a día de hoy”.

Badía reconoció que el mercado español es muy competitivo y que elementos como el precio pueden ser importantes en determinadas actividades que hacen los despachos.

“Al mismo tiempo, cada despacho debe advertir que esa relación con su cliente debe estar por encima de todo. Una relación en la que los abogados debemos demostrar el valor añadido que ofrecemos a estos clientes. Conocemos el negocio y hacemos equipo con ellos”.

Tras una pregunta en la sala sobre el precio y los honorarios de los abogados, ninguno de los contertulios se atrevió a asegurar que hubiera guerra de precios.

Fue Fernando Vives quien apuntó que “los abogados nos procuramos adaptar al escenario existente, pero con un límite lógico que depende de cada organización”.

Carlos García-León, Jorge Badía, Carlos Rueda, Salvador Sánchez-Terán y Fernando Vives. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

El talento y su retención

Otro elemento que se debatió en esta mesa con lo cuatro despachos españoles de mayor facturación tuvo que ver con la retención del talento.

El propio Vives destacó que “en un despacho como el nuestro el 41% de los abogados son «Millennials» y otro 4% es de mi generación baby boom. Es importante tener una política de gestión que asuma este tipo de profesionales y les ayude a colaborar con los mismos objetivos que perseguimos en el despacho”.

En cuanto al talento senior, un talento que en muchas empresas las prejubilaciones y otras cuestiones lo marginan, pudimos conocer como despachos como Garrigues ha pasado de 56 a 60 años la salida de los socios y “aún más lo vamos a retrasar”, mientras que en otras firmas como Cuatrecasas es a los 67 años.

Sobre la conciliación de la vida personal y profesional de los abogados y abogadas en este tipo de firmas, Sánchez-Terán apuntó a que firmas como Uría Menéndez ya habían puesto en marcha diferentes iniciativas que van desde el tele trabajo frente a otras de menor calado.

Ahí citó medidas como un servicio de tintorería, arreglos de zapatos, sala de lactancia, etc. “Así, nuestro personal no tiene que perder un sábado en ir a la tintorería, lo que le da más para conciliar”.

Al mismo tiempo recordó que la clave “es que las organizaciones sean flexibles en sus planteamientos”, de tal forma que permitan al abogado organizarse en su día a día como profesional.

Para Carlos Rueda, los despachos no son organizaciones opacas. “Pero hay que entender que por nuestro trabajo nos debemos a la confidencialidad y al secreto profesional para con nuestros clientes”. Desde su punto de vista, “somos organizaciones que no ocultamos secretos de importancia”.

Por último, se abordó el tema de la salida de los socios del despacho. Si se podría indicar que alguien era culpable de esa pérdida de talento.

Para Jorge Badía “el mercado cambia y las carreras profesionales son largas. Lo que en un momento motivó un ‘match’ puede cambiar. Estas cosas no tienen culpables. Es la vida misma y es sanísimo que se reajusten las cosas. El movimiento de socios puede ser síntoma de buena salud”, apuntó.

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