El electricista de Picasso vuelve a ser condenado por el robo de 270 obras del pintor español
Pierre Le Guennec.

El electricista de Picasso vuelve a ser condenado por el robo de 270 obras del pintor español

La justicia francesa confirma la pena de dos años de cárcel contra Pierre Le Guennec
|
20/11/2019 06:37
|
Actualizado: 20/11/2019 00:49
|

La justicia acaba de dar la razón a los herederos del autor del Guernica, al volver a confirmar la pena de dos años de cárcel, con exención de pena, para Le Guennec y su mujer.

La decisión del Tribunal de Apelaciones de Lyon pone punto final a una batalla judicial que ha durado casi cinco años.

Pierre Le Guennec, el que fuera el electricista en la casa de Pablo Picasso hasta su muerte en 1973, aseguró que no se arrepentía de nada y que “volvería a hacer lo mismo” con las 271 obras que la familia del pintor malagueño le acusa de haber escondido y que él sigue sosteniendo que fueron un “regalo magnífico” de su viuda que guardó en un garaje durante casi cuatro décadas.

Desde Lyon se confirmó “en todos los puntos, tanto sobre la culpabilidad como sobre la pena pronunciada” el fallo del primer tribunal que, en 2015, condenó a Pierre y Danielle Le Guennec a dos años de cárcel con exención de pena, según la Agencia France Presse.

A sus 76 y 80 años, el matrimonio formado por Danielle y Pierre Le Guennec, sigue asegurando hasta hoy que no conocía el gran valor de las 180 obras del pintor, así como un cuaderno de 91 dibujos, todos ellos fechados entre 1900 y 1932, que guardaba en su garaje y que están estimadas en entre 60 y 80 millones de euros.

Todo empezó en setiembre de 2010, cuando la pareja de ancianos se reunió con Claude Picasso, administrador de Picasso Aministration y uno de los hijos del pintor, para autentificar unas obras que ellos poseían desde hacía 40 años.

En total, había 271 obras; libretas, dibujos y collages, la mayoría sin catalogar y firmar.

Apenas tres semanas después, Claude Picasso presentó una denuncia por tenencia ilícita de estos bienes.

Sorpresa entre los ancianos

La pareja de ancianos se mostraba sorprendida y aseguraban que había sido el propio Picasso y su esposa, Jacqueline Roque, los que les habían entregado las obras. Era un comportamiento habitual en Picasso, quién otorgaba muchas de sus obras como presente a sus amigos o colaboradores.

Le Guennec explicó en su día que una tarde cuando salía de la residencia del pintor, Jacqueline le entregó una carpeta y una vez en casa, descubrió el contenido en su salón:

“Era un baturrillo de papeles, recortes de periódico, cartulinas recortadas, cosas a las que no di importancia y que no entendía”.

Al preguntarle la policía sobre por qué los había guardado tanto tiempo, contestó: “Para mí el maestro era pintor!”. Al no ver ningún lienzo, no le dio ningún valor a los dibujos.

Sin embargo, los herederos de Picasso recelaron de la versión de los ancianos. Además, se extrañaron del buen estado de las obras pese haber pasado 40 años en un garaje, como relataban los Le Guennec.

En su defensa el abogo de Pierre recordaba, al mismo medio, que Picasso no mantenía una buena relación con sus hijos menores al considerarlos unos “burgueses ociosos” y alegaba que el motivo de la denuncia era que no podían soportar la idea de que unos ciudadanos tan humildes tuvieran esas obras de tanto valor.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Tribunales