Un policía autonómico catalán se enfrenta a cuatro años de prisión por revelar datos de superiores a investigados
Los 'Mossos d'Esquadra' estiman que unas 40 mujeres podrían haber presentado denuncias falsas en Lérida; aunque sólo se han podido acreditar una veintena. Foto: EP

Un policía autonómico catalán se enfrenta a cuatro años de prisión por revelar datos de superiores a investigados

Dos acusados de robo recibieron una nota anónima en el buzón con la información
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27/11/2019 00:15
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Actualizado: 27/11/2019 00:52
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Un agente de los «Mossos d’Esquadra» fue juzgado ayer por el tribunal de la Sección Séptima de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona acusado de revelar, tras desavenencias en el trabajo, la identidad y los datos personales de sus superiores, a dos investigados por robos en domicilios.

El fiscal pidió cuatro años de prisión y nueve años de inhabilitación absoluta.

También se juzgó a otro «mosso», para quien el fiscal solicitó un año y seis meses de inhabilitación por una presunta omisión del deber de perseguir delitos, ya que considera que sabía que el otro agente filtró los datos de sus superiores y no alertó de los hechos.

En el juicio los dos acusados negaron los hechos.

Sus defensas consideraron que los los resultados de las pruebas periciales no eran determinantes y pidieron la absolución.

También declararon como testigos en el juicio agentes de la Comisaría de Gavà (Barcelona), donde ocurrieron los hechos, así como los miembros del cuerpo cuyos datos personales aparecen en la nota anónima que se entregó a los investigados por robo en domicilio.

Los testigos relataron ante el tribunal el juez que, en enero de 2017, dos agentes de la comisaría de Gavà -entre ellos el «mosso» acusado de omisión de perseguir delitos- se dirigieron hacia el domicilio de dos investigados por varios robos con violencia en domicilios, con la orden de detenerlos.

Los dos investigados no estaban en el lugar, pero la madre de ellos pidió a los policías que pasaran al comedor y les entregó una nota anónima que había recibido en el buzón, donde constaban las direcciones y los números de teléfono de los «mossos» que dirigían la investigación contra sus hijos.

La acusación particular sostuvo que el «mosso» acusado, agente de la comisaría, molesto con sus superiores tras una reestructuración en los puestos de trabajo, accedió a los expedientes que se archivan en la comisaría para conocer los datos y redactar la nota.

AVISARON DE LA NOTA

El agente acusado que recibió la nota explicó que la mujer, al entregársela, se puso muy nerviosa y la rompió en pedazos, y que al salir del domicilio, junto a su compañero avisaron a los superiores del hallazgo, aunque él está acusado de conocer la nota con anterioridad así como quien la escribió.

Los afectados por la filtración de datos explusieron que fueron «semanas duras» por la exposición y el riesgo que sintieron, hasta el punto de que una de las agentes relató que terminó de baja laboral a causa del estrés que le causó la situación.

HUELLAS EN LAS CARPETAS

En la prueba pericial se analizaron las carpetas que archivan los expedientes donde constan los datos de los agentes, y se identificaron 26 huellas que se han cotejado con varios de los empleados de la comisaría.

Se detectaron seis veces las huellas del acusado en el exterior de dos carpetas, pero no en los documentos del interior.

El acusado justificó en su declaración que buscó en las carpetas un formulario para reclamar el pago de un desplazamiento que había hecho por motivos laborales.

Sobre la prueba de geolocalización del teléfono móviles del acusado, que le sitúa cerca del domicilio donde apareció la nota anónima, la defensa reivindicó que ese es el ámbito de actuación de la comisaría donde trabaja el agente, además de una zona donde él acude a menudo por motivos familiares.

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