Villarejo acusa al CNI de manipular sus audios, que ya están desencriptados, y ocultar pruebas que incriminan al Estado
Villarejo y Évole durante la entrevista. Atresmedia.

Villarejo acusa al CNI de manipular sus audios, que ya están desencriptados, y ocultar pruebas que incriminan al Estado

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16/12/2019 00:00
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Actualizado: 16/12/2019 00:00
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El excomisario José Manuel Villarejo acusa al CNI de manipular los audios que se le intervinieron a su detención y que estarían ya completamente desencriptados, y de destruir pruebas que incriminarían al Estado.

«Es un insulto que constantemente se filtre a periodistas y, por consiguiente, a ciudadanos, la falsa idea según la cual la investigación difícilmente puede avanzar porque hay ‘material por desencriptar‘. Ello es completamente falso, pues las partes encriptadas tenían una clave única que introducían miembros del CNI y, por lo tanto, si se ha logrado desencriptar ‘algo’, ‘todo’ está ya desencriptado», manifiesta Villarejo en un nuevo comunicado difundido por su abogado, Antonio José García Cabrera.

Afirma que «todos los archivos están abiertos y a todos se ha podido acceder» y que cuando se dice que hay parte que «no se puede desencriptar» es porque los investigadores «no quieren que la sociedad española (lo) conozca, porque les afecta a ellos mismos» y «no hay «ninguna voluntad de perseguir los gravísimos delitos del Estado» que, según dice, «se acreditan en el material intervenido».

«Todos los delitos cometidos por el Estado y sus autoridades políticas, de seguridad y judiciales se pretenden hacer desaparecer de la forma más grosera e impune sin que nadie diga nada», asegura Villarejo.

Añade que «tanto para producir la presunta información escrita que se ha filtrado como para generar los propios audios (…) se ha manipulado de manera muy sutil el contenido valiéndose los manipuladores de los programas que el CNI tiene tanto para la clonación de voz como para el ataque a servidores y alteración de metadatos».

«Tengo el pleno convencimiento de que de las copias el CNI y Asuntos Internos están borrando datos y carpetas de absoluta relevancia: contactos que mantuve con ‘la casa’, identidades de colaboradores y encargos muy precisos, en especial los que pudieran tocar de una manera u otra al gobierno del PSOE y a socialistas de primera fila», señala el excomisario.

Villarejo afirma que el ‘caso Tándem’, que se instruye en la Audiencia Nacional y por el que lleva dos años en prisión preventiva, es una «causa general» contra él, en su posición de «agente del Estado que ya es incómodo para ellos».

El excomisario Villarejo está investigado en la macrocausa Tándem por supuestos delitos de organización criminal, descubrimiento y revelación de secretos, extorsión, cohecho y blanqueo de capitales, que habría perpetrado mientras lideraba un clan «parapolicial» que, según el magistrado instructor, Manuel García Castellón, se aprovechaba de recursos sensibles del Estado para sus fines particulares.

El magistrado Manuel María García Castellón García-Lomas, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.

«No me dejarán salir con vida de la prisión no para que no destruya pruebas, sino para que no las aporte y pueda demostrar quién es quién en esta gran mentira en la que, por desgracia, viven los españoles. Ésta es la razón única y exclusiva de prorrogar una y otra vez mi prisión preventiva: esto es lo que quieren prevenir», manifiesta José Manuel Villarejo.

Asimismo, señala al instructor de Tándem para afirmar que entre el material que se le intervino habría contenidos que le «afectan directamente».

Villarejo alude al «archivo Jano», una supuesta carpeta de información sensible sobre diversas personalidades del Estado, los casos ‘Sogecable’, ‘Faisán’ y Mario Conde «o incluso los relativos a su estancia en el extranjero como juez de enlace».

«Si el juez tiene interés en «reabrir» esos dispositivos de almacenamiento externo, como tan celosamente y en apariencia persigue, su tarea es tan simple como contactar con la dirección del CNI e identificar a los agentes que los encriptaron», dice.

Villarejo presentó dos incidentes de recusación contra el magistrado Manuel García Castellón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, para intentar apartarlo de la causa, sin éxito alguno.

La última vez, el pasado octubre, justo antes de que el juez decidiera si prorrogaba su prisión preventiva.

El magistrado rechazó el incidente de recusación al considerar que su intención de apartarle de la macrocausa que le investiga alegando falta de imparcialidad carece de fundamento y es extemporánea.

El excomisario ha solicitado su puesta en libertad cerca de una docena de veces, pero siempre le ha sido denegada, tanto por el juez instructor como por el tribunal de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que ha visto sus apelaciones, atendiendo al elevado riesgo de destrucción de pruebas, reiteración delictiva y fuga que ha venido argumentando la Fiscalía.

A JUICIO ÉL Y SU MUJER POR GRABAR Y DIFUNDIR UNA REUNIÓN DEL CNI SOBRE EL ‘PEQUEÑO NICOLÁS’

A finales de noviembre, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Pilar Martínez Gamo, abrió juicio oral contra Villarejo, su mujer, Gema Isabel Alcalá, y el periodista Carlos Mier, por la supuesta grabación y difusión de una reunión entre agentes de la Policía Nacional y el CNI relativa al ‘caso pequeño Nicolás’.

Se trata de la grabación de una reunión celebrada el 20 de octubre de 2014 entre el comisario Marcelino Martín Blas, entonces jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, y agentes del CNI a los que iba a informar sobre la investigación en curso sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias, ‘el pequeño Nicolás’, cuyo contenido fue posteriormente difundido en el digital Información Sensible, del que era titular la mujer de Villarejo, y en el que trabajaba el periodista Carlos Mier.

La Fiscalía Provincial de Madrid pide cuatro de cárcel para Villarejo por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos, y tres años de cárcel para su mujer y para el periodista Carlos Mier, que trabajaba en el digital que ésta dirigía y quien presuntamente fue el autor de la grabación, al considerarles cooperadores necesarios en la comisión de dicho delito.

IMPUTADO POR CALUMNIAS CONTRA EL DIRECTOR DEL CNI

El excomisario también está imputado por calumnias contra el director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, en el Juzgado de lo Penal número 48 de Madrid.

La Fiscalía pide para él 2 años de cárcel por afirmar en un programa de televisión que el general había amenazado la vida de Corinna Larssen.

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