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Custodia compartida y cambio climático

Custodia compartida y cambio climático
Sobre estas líneas, el autor de esta columna, José Luis Sariego Morillo, abogado especialista en derecho de familia.
15/1/2020 00:00
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Actualizado: 15/1/2020 00:00
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A veces he usado este argumento en alguna demanda o en alguna vista y no deja de sorprenderme la respuesta que obtengo de compañeros, fiscales y jueces cuando hablo de ello.

Al igual que hice en 2008 con el cálculo de transiciones que hace un niño en los procesos de separación de sus padres, cuando expuse que un niño con custodia compartida solo tiene que despedirse de su madre o de su padre una media de 48 veces al año, frente a las más de 210 veces que debe hacerlo en los regímenes de visitas estandarizados, Hace unos me planteé cuantos kilómetros hace un niño al año, según el modelo de custodia.

Lógicamente, cada niño es un caso único, y cada familia, también.

Para ello deberé usar varios casos que hemos gestionado, para explicar y llegar a la conclusión de que la custodia exclusiva, es de forma mayoritaria, una forma de custodia que contribuye y mucho al cambio climático.

Sabemos que la globalización es uno de los factores que han disparado la contaminación del planeta.

Transportar las mercancías baratas que nos ofrece el mercado, tiene un alto coste en emisiones de CO2 (1).

Las emisiones de los coches particulares son, solo en Madrid, de 6 toneladas métricas de CO2 (2).

Veamos ahora un caso de custodia que ha contribuido a subir la contaminación en la Comunidad de Madrid.

Caso: madre con dos niños divorciada que quiere llevarse a los hijos desde Navalcarero hasta Torrelodones tras dos años de custodia compartida. Pide el traslado de residencia y de colegio de los niños a Torrelodones, donde decide vivir con su nueva pareja.

El domicilio familiar estaba en Navalcarnero y el colegio de los niños estaba en Alcorcón porque la madre trabajaba en dicha ciudad.

El padre, una vez que tuvo que abandonar el domicilio en medidas provisionales, decide alquilar una casa en Alcorcón. Gracias a ello y a otras circunstancias, logró la custodia compartida de los hijos.

En la modificación de medidas usamos esta explicación, que acreditaba que los niños resultarían muy perjudicados por dicho traslado. Solicitamos que los niños se quedaran con el padre.

El argumento sobre bienestar de los niños fue que, con las nuevas circunstancias, calculamos las horas y kilómetros que los niños recorrían para ir al colegio desde la casa del padre o de la madre, teniendo en cuenta que las transiciones se hacían en el colegio.

Veamos la distancia de la casa del padre al colegio y la distancia de la casa de la madre al colegio:

La distancia y tiempo desde la casa del padre al colegio calculando las 10 veces que lleva al mes y las otras 10 veces que recoge a los niños del colegio era de 46 kilómetros y unas 2 horas en coche al mes.

Con la madre eran 434 kilómetros y unas 7 horas en coche, al mes.

A continuación, hicimos el mismo cálculo de kilómetros y tiempos en coche de los niños con el sistema que pedía la madre en su demanda teniendo en cuenta que el padre trabajaba y vivía en Alcorcón y la madre y los niños vivían en Torrelodones y la madre trabajaba en Alcorcón.

Nos daban estas distancias y tiempos:

Calculamos los tiempos, teniendo en cuenta que la madre pedía dos tardes a la semana de visitas y semanas alternas. Nos dio este resultado:

Los niños pasarían unas 10 horas en coche (sin atasco alguno) con su padre, y este el doble, ya que el iba o regresaba solo también.

Ó sea, 20 horas en coche.

En kilómetros, los niños harían con su padre 702 kilómetros al mes, más los kilómetros que hacían con la madre desde casa al colegio, que eran unos 120 kms, ya que la madre los llevaría 20 veces al colegio al mes, y los recogería otras 20 veces al mes.

En tiempos había que sumar unas 4 horas que tardaría la madre en total en esta tarea.

Veamos las comparativas de la situación en custodia compartida y la que pedía la madre en la modificación de medidas:

Todos estos cálculos se hicieron al mes y sin tener en cuenta los atascos, y dejamos a un lado las veces que el padre debe ir solo a recoger o devolver a los niños a Torrelodones.

Si traspasamos estos datos a las emisiones de CO2 de los coches de la madre y del padre, calculando que, en este caso, cada coche emitía unas emisiones 138,0 g de CO2 por kilómetro de media, según el cálculo que hicimos de la página oficial del Instituto para la diversificación y ahorro de energía IDAE (3) que nos dio el resultado siguiente:

O sea, que una custodia compartida emite la mitad de kilogramos de emisiones de CO2 que una custodia exclusiva.

Para terminar, imaginemos los casos en los que las madres se llevan a los niños mucho más lejos, como por ejemplo el caso de un padre cuyos hijos fueron traslados a San Sebastián desde Valencia, por su madre.

En este caso en particular, el padre, la madre y los niños vivían en Valencia muy cerca unos de otros, y el cálculo que hicimos era que los kilómetros y emisiones eran apenas normales en estos casos si hubiera una custodia compartida en Valencia, ya que apenas llegaban a los 600 kilómetros al mes y unas emisiones de ambos coches de apenas 50 kilogramos de CO2 al mes.

El Juzgado permitió que la madre se llevara los niños desde Valencia a San Sebastián, y estableció que el padre podría ir dos veces al mes por sus hijos.

En este caso, tuvimos en cuenta el viaje de ida y vuelta del padre, y cómo el padre se metía cuatro viajes cada fin de semana (Valencia a SS y SS a Valencia los viernes y los domingos) para que los niños pudieran ver a sus primos y a sus abuelos paternos.

Además, le salía mas barato pagar la gasolina del coche que tener que pagar un hotel en San Sebastián para el y sus hijos cada dos fines de semana.

Las comparativa fue esta:

Las 78 horas en coche son del padre, ya que los niños pasaban, sólo la mitad.

Con este caso de traslado de los hijos lejos de la ciudad de origen de la familia, queda mucho más patente que no solo los hijos salen más perjudicados porque deben pasar mucho más tiempo en el coche y hacer muchos más kilómetros, que si el sistema fuera una custodia compartida, sino que el planeta sufre muchas más emisiones de CO2.

Por ello, creo que la custodia compartida ayuda a luchar contra el cambio climático.

Y este, es un argumento más a favor de que la clase política debe plantearse de una vez por todas la custodia compartida paritaria y preferente.

O a sensu contrario, no estar a favor de la custodia compartida es perjudicial para el planeta.

1.- https://www.expansion.com/blogs/cambioclimatico/2018/04/05/emisiones-del-transporte-maritimo.html

2.- https://www.europapress.es/madrid/noticia-transporte-genera-41-emisiones-contaminantes-madrid-estudio-20170711142607.html

3.- http://coches.idae.es/base-datos/marca-y-modelo

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