Arranca el juicio a un acusado de intentar matar a dos guardias civiles en Guadahortuna (Granada)
Con uno de los disparos alcanzó a un agente en el abdomen, y otro, rebotado, impactó entre el glúteo y la pierna izquierda de otro guardia civil, según relata la Fiscalía

Arranca el juicio a un acusado de intentar matar a dos guardias civiles en Guadahortuna (Granada)

La Fiscalía pide para él 8 años de cárcel por homicidio en grado de tentativa y otro año de prisión por tenencia ilícita de armas
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02/3/2020 10:36
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Actualizado: 02/3/2020 10:45
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La Audiencia Provincial de Granada juzga desde hoy a un hombre, de 37 años, acusado de disparar ocho veces contra dos guardias civiles a los que habría intentado matar después de originar un altercado en las fiestas del municipio de Guadahortuna en la madrugada del 15 de septiembre de 2017.

La Fiscalía pide para él ocho años de prisión por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa, otro año de cárcel por tenencia ilícita de armas, y que se le imponga una multa de 600 euros por un delito leve de lesiones.

Según señala la Fiscalía en su escrito de acusación, sobre las tres y cuarto de la madrugada del 15 de septiembre de 2017 dos agentes de la Benemérita fueron comisionados para que acudieran al recinto ferial porque que supuestamente el acusado estaba «discutiendo con un familiar que intentaba que abandonara el lugar por su actitud violenta hacia los demás».

Requerido por los guardias civiles, supuestamente se abalanzó contra uno de ellos, «tratando de agredirle con las manos, mientras el otro agente le golpeó con la porra reglamentaria en las piernas al objeto de que cesara su agresión».

De acuerdo a la Fiscalía, el acusado «procedió a insultarles manifestando» que «eran unos chulos» y que le habían «pegado».

Acto seguido,  abandonó el lugar en compañía de varias personas, y se metió en un bar al que lo siguieron los agentes, que requirieron refuerzos.

Se personaron hasta cinco agentes guardias civiles más, según detalla el fiscal.

Añade que cuando el acusado salió del local, habría arrojado un vaso de cristal contra uno de los agentes, mientras «continuaba con sus insultos» y huyó cuando lo intentaron detener.

Según la Fiscalía, regresó al lugar con una pistola, que no ha sido recuperada, y que estaba «recamarada para proyectiles de calibre nueve milímetros corto, pero en estado perfecto de funcionamiento» con la que presuntamente efectuó «dos o tres disparos al aire».

A continuación, «guiado del ánimo inequívoco de causarles la muerte, efectuó ocho disparos con el arma que portaba dirigidos hacia los agentes de la Guardia Civil desde una distancia de entre 20 y 50 metros los primeros» y más cerca los demás.

Explica que uno de ellos alcanzó en el abdomen a uno de los agentes, sin que supusiera riesgo para su vida, y otro, rebotado, impactó entre el glúteo y la pierna izquierda de otro.

En la fachada de una vivienda impactaron cinco proyectiles, que causaron daños valorados en 295 euros, y otro proyectil causó daños por 856 euros en un vehículo.

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