La economía española en coma inducido: El 42,8% de las empresas mantiene su actividad a pesar de la crisis del Covid-19
El estudio se ha realizado con empresas de todo el país.

La economía española en coma inducido: El 42,8% de las empresas mantiene su actividad a pesar de la crisis del Covid-19

Un informe de Randstad dibuja la situación actual de las empresas españolas, pendientes de más apoyo de los poderes públicos
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16/4/2020 06:30
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Actualizado: 10/4/2023 17:52
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La empresa de recursos humanos Randstad revela que el 42,8% de las empresas afirma estar logrando mantener su actividad o producción durante esta crisis, aplicando medidas de reestructuración organizativa, como el teletrabajo. Son datos de un estudio realizado con empresas de todo el país.

Otra de las opciones que se ha planteado el 25,5% de las empresas es la paralización total, aunque temporal, de la actividad en esta situación. Por su parte, el 22,3% ha apostado por llevar a cabo una reducción de la actividad, que en su mayoría (56%), ha sido inferior al 60%.

Otro escenario menos frecuente es el de las empresas que han tenido que tomar medidas para afrontar un aumento significativo de la actividad, que se ha dado en un 4,4%. La peor alternativa, la del cierre definitivo, ha sido tomada por apenas un 1,2% de las compañías.

“Es significativo señalar que el 42,8% de nuestras empresas están buscando fórmulas (como el recurso al teletrabajo, cuando éste es posible) para intentar mantener su actividad y evitar así pérdidas significativas de negocio y que tan solo el 1,2% ha tenido que cerrar de manera definitiva. Los impactos, lógicamente, varían mucho de un sector a otro”, indica Valentin Bote, director de Randstad Research.

Valentin Bote, director de Randstad Research.

Para este experto, “esto se traduce en que, a grandes rasgos, la flexibilidad organizativa y laboral está funcionando, aunque los efectos se agravarán, sin duda, cuanto más se prolongue la crisis”, asegura.

El estudio de Randstad también destaca que el principal desafío que tienen los directivos españoles es continuar con la normalidad en esta situación tan atípica.

Así, sus retos más importantes ahora mismo son mantener su empresa operativa (53,1%), continuar la relación con clientes y proveedores (52%), y asegurar los procesos y la productividad (37%).

Como desafíos menos prioritarios se encuentran los de garantizar los suministros (22,1%), aumentar la seguridad digital (11%) y afrontar un posible aumento de la actividad (4,6).

En cuanto a los principales retos financieros, más de la mitad de las empresas (54%) señala el evitar pérdidas significativas, seguido de afrontar el cierre temporal o definitivo de la empresa (26,9%), encargarse de los costes extra (17,5%), mantener los márgenes comerciales (14,3%), y gestionar los gastos derivados de las bajas masivas (6,7%).

Randstad señala que el 61,6% de las compañías en nuestro país están implementando el teletrabajo. De ella, cerca de la mitad (47,5%), lo están aplicando para más del 60% de la plantilla.

Por otro lado, el 41,6% de las empresas consultadas están apostando por la aplicación de ERTE, ya sea como reducción de jornada o suspensión temporal de contratos.

Por su parte, el 20,7% de los responsables de RRHH ha optado por decretar vacaciones para la plantilla. Además, esta crisis ha obligado al 24,1% de las empresas a paralizar los procesos de contratación previstos.

En cuanto a los principales desafíos que los responsables de RRHH tienen que afrontar estos días destacan los de mantener el clima de trabajo adecuado (57,2%), asegurar el rendimiento de los empleados (43,9%) y organizar el teletrabajo (39,5%). Cuando la empresa ha tenido que reducir la actividad, estos profesionales tienen como principal reto el de gestionar un ERTE (42,3%).

Medidas tomadas por las empresas para afrontar la pandemia

Fuente: Randstad.

Por último, Randstad también ha querido saber el volumen de afectados por coronavirus en las empresas. El 14,7% de las compañías han tenido algún caso, no suponiendo ningún tipo de impacto negativo en el 75,8%.

Hay que adaptarse al marco laboral

Para Carlos de la Torre, of counsel del área laboral de Baker Mckenzie y vicepresidente de AdiRelab, hay que lanzar un mensaje de optimismo pese a la situación actual de incertidumbre que vive el país. “Se trata de que todos arrimemos el hombro».

«Los sindicatos están haciendo mucho a través de consultorios y de sus asociados, incluso en los periodos de consulta de ERTE por causa productiva o negociación de protocolos sanitarios”.

Carlos de la Torre, of counsel del área laboral de Baker Mckenzie y vicepresidente de AdiRelab.

En su opinión “empresas, trabajadores y sindicatos deben buscar el reparto de costes. Se trata de tender hacia la socialización de los riesgos. Se trata de que pierdan todos algo para que se logre el fin común. Es un tema complejo pero hay que tender al mismo”.

Sobre el día después de la pandemia, De la Torre indica que “habrá que poner en marcha protocolos sanitarios distintos de los actuales, tanto a nivel de desplazamientos como en el mismo centro de trabajo”.

También cree que “la distancia de dos metros de seguridad no será fácil en empresas y habrá que reducir aforos en algunas plantillas, con lo cual otra parte del personal estará teletrabajando. Se trata de tener un entorno laboral más seguro”.

Con todo esto, este experto señala que habrá “un cambio importante en la cultura laboral y en la gestión de la de las compañías”.

En su opinión los datos muestran un lado positivo, “hay empresas que continúan, casi el 43% gracias alguna de ellas a haber implementado de forma adecuada el teletrabajo. Ahora es masivo a nivel de empresas y además es prolongado en el tiempo como se percibe”.

A juicio de este experto en derecho laboral, “es un buen dato que de momento solo se haya generado el 1,2% a nivel de cierre de empresas. Eso muestra que las instituciones laborales funcionan, tanto teletrabajo como los ERTE. Y al mismo tiempo funciona la garantía de empleo de seis meses de reanudación de la actividad para las empresas que se sumen a este nuevo marco normativo”.

«La economía está en coma inducido»

Para este jurista, “la parte negativa y de gran incertidumbre son las empresas que han parado, un 25%, las que reducen actividad que son el 22%. Esta hibernación de la economía puede tener un gran impacto laboral, tanto a nivel de turismo y otros servicios complementarios relacionados con el ocio. La economía está en coma inducido ahora. El gran reto es como va a afectar al empleo dicho coma”.

También recuerda que hay 900.000 trabajadores afiliados a la Seguridad Social y tres millones de trabajadores que están en ERTE, “después de los ERTE podría plantearse una espiral de quiebras, impagos y despidos. Es el gran reto para nuestro Gobierno”.

Carlos de la Torre señala que el legislador ha armado un derecho laboral en la emergencia, “es cierto que hay un aparato legislativo y económico sin precedentes en nuestro país. Es muy potente lo que se ha puesto en marcha, pero puede ser insuficiente a medida que los acontecimientos evolucionen”.

En opinión de este abogado “nuestros poderes públicos están haciendo los deberes, incluso están dando la vuelta a figuras clásicas, como es el caso del permiso recuperable retribuido que no existía en nuestra normativa, formula curiosa de distribución irregular de jornada. O los derechos de adaptación y reducción de jornada se han dado una vuelta y se han regulado de forma mas abierta para las empresas los puedan utilizar”.

Para De la Torre, “el problema que se avecina es que habrá que ampliar el paquete de estímulos económicos y eso en el ámbito laboral significa que cuando la fuerza mayor vinculada al estado de alarma se levante, muchas compañías necesitaran oxígeno a nivel económico e incentivos en la exoneración de cotizaciones”.

Otra cuestión que señala es que “al igual que ya lo están haciendo las empresas grandes, las pymes tendrán que readaptar los ERTE de fuerza a mayor a productivos sucesivos, que permitan un ahorro parcial de salarios. En la medida que sea posible, el legislador debería buscar en esos ERTE sucesivos exoneración de cotizaciones sociales”.

Nuestro interlocutor comenta al mismo tiempo que “aun hay variables que no conocemos. No sabemos lo que durará el confinamiento. No hay fecha cerrada. Si se prolonga, todas esas empresas que han parado o reducido su actividad, lo tendrán más difícil reanudar su actividad”.

También cree que en sectores como el turismo o actividades de servicio “les va a costar meses recuperar su normalidad. Por eso será necesario que las autoridades laborales y económicas ayuden. Por último, un rebrote de la epidemia también podría incidir de forma notable en este escenario sociolaboral”.

Carlos de la Torre subraya que este derecho de la emergencia “ya se está aplicando por parte de las empresas. Su aplicación práctica no es fácil porque es complejo y puede generar cierta inseguridad jurídica. Pero hay que reconoce el esfuerzo del Gobierno y la administración pública, hay detrás miles de funcionarios, del SEPE, Tesorería de la Seguridad Social e inspección de trabajo que siguen al pie del cañón”.

En su opinión “cuando se reanude la actividad de forma más o menos regular, hará falta otra vuelta de tuerca de nuestro derecho laboral. Esta pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia los problemas de nuestro mercado laboral, excesivamente temporal. Son los primeros afectados con los despidos que acceden al desempleo”.

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