Claves de la propuesta de la Comisión Europea para la reconstrucción de España e Italia
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en una comparecencia en el Parlamento Europeo. Foto: Parlamento Europeo.

Claves de la propuesta de la Comisión Europea para la reconstrucción de España e Italia

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29/5/2020 00:55
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Actualizado: 29/5/2020 12:21
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El Consejo Europeo, en primer lugar, y con posterioridad, el propio Parlamento Europeo, tienen en sus manos aprobar el plan de recuperación frente a la pandemia de Covid-19 presentado este miércoles por la Comisión Europea.

Se trata de un fondo con 750.000 millones de euros en dos años mediante la combinación de transferencias directas y prestamos reembolsables.

El fondo, por su parte, se incluye en la propuesta de presupuesto comunitario para el marco 2021-2027, que Bruselas eleva en su borrador a los 1,85 billones de euros en total.

La propuesta de la Comisión Europea aprobada este miércoles fija para España unos 77.000 millones en subsidios y transferencias directas (el 15% del total) y unos 63.000 millones en préstamos.

El país recibiría, por lo tanto, unos 140.000 millones en total, el equivalente al 11% del PIB.

Nuestra publicación ha pedido a varios expertos en derecho comunitario su visión de este nuevo Plan Marshall que Bruselas quiere poner en marcha, pese a la oposición de algunos países de Europa.

Una propuesta razonable

José Luis Prada, abogado y socio director de EY en Barcelona, señala que “tras los primeros esfuerzos del Banco Central Europeo para proveer de liquidez al sistema, la segunda e indispensable fase en la lucha contra la crisis económica desatada a raíz de la pandemia, debía consistir en arbitrar ambiciosas medidas de política fiscal”.

A este respecto, “tras distintas negociaciones entre Estados, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lanzado su propuesta de Plan de Reconstrucción por importe global de 750.000 millones de euros, de los que 500.000 millones corresponden a transferencias no reembolsables y 250.000 millones a créditos en condiciones ventajosas. Todo ello en el llamado Marco de Proyección Plurianual, que entre 2021 y 2027, prevé movilizar hasta 1,1 billones de euros”.

A su juicio, “la presentación de este plan -felizmente avalado por el eje francoalemán-, le seguirá un nada sencillo itinerario hasta alcanzar su definitiva aprobación, pero todo parece indicar que, con los matices y limitaciones que finalmente se añadan, en su contenido esencial y pese a requerir el unánime visto bueno de los veintisiete miembros de la Unión, prosperará”.

José Luis Prada, abogado y socio director de EY en Barcelona.

En su opinión “se trata de un punto de equilibrio razonable en la expresión de la solidaridad europea. Parece entenderse que la crisis es común y los riesgos compartidos y que difícilmente se puede salir de la recesión sin una visión de conjunto”.

Recuérdese que, en la tensión negociadora previa, se plantearon algunas soluciones inteligentes, dignas de consideración, como la relativa a la emisión de deuda perpetua por parte de la Comisión Europea, con repago de intereses con cargo al Presupuesto común, fórmula bastante equidistante pero a la que faltaba por concretar la distribución de los fondos entre países, y entre subsidios y préstamos”, aclara este jurista.

Pues bien, “finalmente, la propuesta presentada por la Comisión descansa sobre el Mecanismo de Estabilidad Financiera –MEDE- ya utilizado para combatir la crisis financiera de 2008, pero esta vez nutrido con más ambición. En nuestra opinión, la propuesta merece un reconocimiento favorable».

Previsiblemente habrá condiciones, no solo compromisos de consolidación presupuestaria a medio plazo y largo plazo, sino exigencias orientadas a la adopción de políticas económicas homologables con las de otros países que contribuyen con más esfuerzo a este mecanismo.

«Y esto, lejos de verlo como una dificultad, deberíamos sentirlo como una oportunidad de mejora de nuestra economía, una ocasión de cambiar nuestro modelo productivo y hacerlo más eficiente y competitivo».

Para José Luis Prada hay que aprovechar esta coyuntura, “se trata de tener visión y de utilizar estos recursos -en gran medida así se nos va a exigir-, de manera eficiente, removiendo políticas que obstruyen el crecimiento, que generan paro estructural o que limitan nuestra competitividad”.

Un paso importante, pero no definitivo

Susana del Río, doctora en Ciencias Políticas, académica de la Academia Europea de Ciencias y Artes, profesora en el Master UE del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, directora académica del ciclo europeo UE-Broseta y directora del grupo de expertos de la Convención del Futuro de Europa, FIDE, cree que «el plan de recuperación europeo es un paso importante pero con un camino de negociaciones antes de ser aprobado».

«No debemos olvidar que el 19 de junio se reúne el Consejo Europeo, también lo hará en julio. Los jefes de Estado y gobierno deberían recoger la señal de las dos resoluciones de estos meses del Parlamento Europeo y la propuesta de la Comisión Europea presentada el miércoles en sesión plenaria”.

“Esta crisis por el Covid-19 está mostrando que la Unión Europea necesita fortalecer su modelo de integración. Los nacionalismos y populismos no aportan nunca a la Unión Europea y ahora, en esta etapa de gran crisis desencadenada por el coronavirus la UE necesita unidad y respeto a las Constituciones de los Estados miembros” apunta.

Susana del Río, doctora en Ciencias Políticas.

“Este Plan de recuperación de la UE de 750.000 millones debe seguir un camino de negociación y de aprobación. No debemos olvidar que está anclado al presupuesto plurianual europeo que deberá aprobarse el 31 de diciembre para los próximos siete años (2021-2027)”, señala del Río.

También aclara que “se ha planteado un adelanto de 11.500 millones de euros como respuesta urgente para que llegue en el último trimestre del año. Seguimos necesitando respuesta europea común y mucha coordinación entre los Estados miembros”.

Desde su punto de vista, la propuesta del plan de recuperación presentada por Ursula Von der Leyen ante el Parlamento Europeo es un paso adelante. Al mismo tiempo considera que “es fundamental que pueda aprobarse cuanto antes. Tenemos dos Consejos Europeos decisivos el del 19 de junio y el de julio. Se debería conseguir un acuerdo político acorde una aprobación urgente, necesaria y de gran magnitud política, económica y social. Posteriormente, el Parlamento Europeo también deberá dar luz verde”.

“Otra fecha importante para resaltar es que el 1 de julio comienza la presidencia alemana de la UE”.

Para la experta en política europea, el tema del voto en el método de toma de decisión es fundamental. Situaciones como la que estamos atravesando vuelven a hacer visible la importancia del paso de la unanimidad a la mayoría cualificada.

La profesora, cita la próxima Conferencia sobre el futuro de Europa que comenzará en septiembre. Un evento de primera magnitud donde se debatirá con los representantes de la sociedad civil las prioridades políticas de la nueva legislatura europea.

Explica que es importante escuchar a los ciudadanos tal y como se hizo en las dos Convenciones europeas pero que “nunca debemos olvidar que tenemos un Parlamento Europeo que es nuestra democracia representativa”.

A su juicio, la pandemia ha mostrado que necesitamos poder abordar la Sanidad desde la dimensión europea. “La Sanidad no es competencia de la UE, la ostenta cada Estado miembro. Por ello, la reacción de la UE ante el Covid-19 no fue al comienzo ni rápida ni coordinada”.

En cuanto a las obligaciones para un país como el nuestro ante este plan de reconstrucción, esta experta indica que “el Gobierno español debe demostrar a la UE que puede confiar en su gestión a nivel político y económico”.

“Nuestro Ejecutivo debe evitar actos de descoordinación, como el del pacto para la derogación de la reforma laboral. Este tipo de actuaciones le restan credibilidad ante sus socios europeos”, advierte.

Para Susana del Río, “el Gobierno de Pedro Sánchez debería mostrar coherencia, talla política y responsabilidad”.

A juicio de la académica, la palabra rescate no se quiere utilizar en el entorno comunitario, “el propio Eurogrupo señaló que ningún estado miembro debería situarse ante la UE y ante los ojos de los ciudadanos en un nivel o en otro. Se trata de evitar el estigma”.

En países como España “tendrá que haber una auditoria más exhaustiva de cómo se gestiona esta propuesta de plan de recuperación”.

Señala que los estados miembros tienen que posicionarse. “Esperemos que no fluyan los egoísmos nacionales que puedan frenar que se apruebe esta propuesta. Ningún país puede salir de la situación solo. Debe prevalecer una respuesta conjunta, europea».

Faltaba un mecanismo europeo de cooperación

Por su parte, Miguel Troncoso, director de la oficina en Bruselas del bufete Gómez-Acebo & Pombo, reconoce que ha faltado un funcionamiento europeo y este mecanismo de reconstrucción debe ayudar a ello.

“Si se concreta esta propuesta de creación de un fondo europeo es una buena noticia para los países más afectados por el coronavirus. La Comisión propone pero ahora el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo tendrán que refrendar la iniciativa. Aún queda recorrido al asunto. Creo que después del verano se aclarará más el tema».

Un escollo que ve este jurista “es que el fondo que ha propuesto la CE depende de que el presupuesto plurianual de la UE se apruebe. Ese presupuesto debe aprobarse por los estados miembros que hacen su aportación”.

Miguel Troncoso, socio responsable de la oficina de Gomez-Acebo & Pombo en Bruselas.

En cuanto a nuestro país, “habrá que hacer ajustes que no serán solo como los que hubo tras la crisis financiera del 2008. La Comisión puede sugerir que el mercado de trabajo sea más flexible y ágil. No nos van a pedir ajustes fiscales y presupuestarios sino algunos de carácter estructural”.

Para Troncoso “es bastante factible que se nos pida modificar nuestro modelo productivo hacia otro más sostenible y tecnológico. El actual está basado en el turismo y la construcción, especialmente, de poco valor añadido que habrá que ir cambiando. La recuperación pasa también por transformar las economías”.

El funcionamiento de este fondo, al parecer, será parecido al de otros similares “los estados miembros presentan sus planes y si a la CE le parece bien, se aprueban y financian. Tendremos que presentar un plan de qué queremos hacer con ese dinero”.

Este experto reconoce que España tiene dos elementos muy a tener en cuenta “uno es la digitalización y la banda ancha 5G, con redes punteras y otro elemento muy valorado es la alta penetración de las energías renovables. Son elementos que tendremos que vender a la hora de presentar nuestro plan de acción”.

Al mismo tiempo reconoce que España tendrá que hacer esfuerzos en materia educativa, “la digitalización ofrecerá empleo diferente del que existe y habrá que formar a esos profesionales e impulsar la Formación Profesional de una vez por todas. Habrá que invertir fondos en dicha cualificación”.

En cuanto a un posible rescate de España, Miguel Troncoso señala que “este fondo se ha aprobado para evitar un rescate y generar un escenario como el de Grecia en el 2008. De ahí que gran parte del dinero sean subvenciones. Si al final Consejo y Parlamento Europeo refrendan la idea se podrá evitar el rescate de nuestro país”.

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