El nuevo presidente del TSJC tomó posesión de su cargo el día después del revolcón público al gobierno canario
El nuevo presidente del TSJC, Juan Luis Lorenzo Bragado, acompañado de su padrino, Gerardo Martínez Tristán, vocal del CGPJ, segundos antes de jurar su cargo ante Carlos Lesmes Serrano, presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. Foto : TSJC.

El nuevo presidente del TSJC tomó posesión de su cargo el día después del revolcón público al gobierno canario

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11/5/2021 15:30
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Actualizado: 11/5/2021 15:40
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A veces los tiempos políticos vienen así. El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJN), Juan Luis Lorenzo Bragado, tomó posesión de su cargo un día después de que el Pleno de la Sala de lo Contencioso Administrativo de ese órgano judicial haya dado un revolcón público al gobierno canario al aclararle que no era posible mantener el toque de queda ni los cierres perimetrales hasta que el Tribunal Supremo se pronunciara, como era su intención. 

Un día después, que coincidió con un Pleno del gobierno autonómico canario en el que el actual presidente, el socialista Ángel Víctor Torres, iba a ser interpelado por la oposición.

Por lo que no pudo acudir.

Lo mismo que el presidente de la cámara legislativa regional, Gustavo Adolfo Matos Expósito. Los dos excusaron su asistencia, lo que fue, como es lógico, no dejó de ser objeto de comentario. Sí estuvo el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad y portavoz del gobierno canario, Julio Pérez.

El acto, que tuvo lugar a las 12 de la mañana en la sala de vistas principal del TSJC, en Las Palmas de Gran Canaria, estuvo presidido por el presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal  Supremo, Carlos Lesmes Serrano –la persona que más tiempo ha ocupado ese cargo en la historia de la institución desde que fue creada materialmente en 1980 (7 años y 5 meses; cuando el mandato es de 5 años)–.

El padrino de Lorenzo Bragado fue el vocal del CGPJ y magistrado de la Audiencia Nacional, Gerardo Martínez Tristán. 

En ninguno de los dos discursos hubo referencia al reciente «desencuentro» entre el poder ejecutivo y el poder judicial canario en su interpretación de la vigencia de las medidas restrictivas de derechos fundamentales. 

Todo fue muy políticamente correcto.

Lesmes dijo, en su discurso, que «si algo ha dejado patente la crisis generada por la Covid-19 es sin duda alguna que nuestro sistema de justicia ha demostrado, pese a las dificultades, que es un servicio público esencial en los momentos de mayor adversidad y que ha sabido actuar con verdadera eficacia en la resolución de los conflictos».

Y agradeció el trabajo de todos los profesionales de la Administración de Justicia porque «contribuyen a simbolizar la continuidad y la fortaleza de las instituciones, incluso en los peores momentos».

Para terminar con el elogio preceptivo al nuevo presidente, Lorenzo Bragado, ante la mirada atenta del presidente saliente, Antonio Doreste, sentado en la mesa presidencial: «Estoy convencido de que reúne las cualidades idóneas para lograr, a la cabeza de un equipo acreditadamente excepcional, los objetivos básicos para la democracia y para la Justicia. Así lo acreditan su brillante currículum y su trayectoria profesional».

Lorenzo Bragado, por su parte, hizo especial en el valor de una Justicia independiente que, con los instrumentos que proporciona el ordenamiento jurídico, resuelva todas las controversias que se susciten asegurando el respeto a la Constitución y a la Ley por parte de los poderes públicos.

Igualmente, agradeció el trabajo realizado por Doreste, presidente del TSJC desde 2014 hasta hoy y subrayó el «gran esfuerzo» realizado por la Delegación del Gobierno y el Gobierno de Canarias en materia de dotación de medios personales y materiales para la Administración de Justicia.

Mención necesaria porque como se sabe, Canarias tiene transferida la Administración de la Administración de Justicia, definición acuñada por el Tribunal Constitucional, que componen los edificios, medios materiales y funcionarios, a excepción de los letrados de la Administración de Justicia (antes secretarios judiciales), fiscales y jueces.

Hay que llevarse bien.

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