Los CDR investigados por terrorismo se reunieron con la hermana de Puigdemont, según un informe de la Guardia Civil

Los CDR investigados por terrorismo se reunieron con la hermana de Puigdemont, según un informe de la Guardia Civil

Los investigadores señalan que fue una reunión 'in itinere' dentro de un vehículo en movimiento en la que se entregó material “súper confidencial”
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17/6/2021 06:58
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Actualizado: 17/6/2021 06:58
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La Guardia Civil confirma en un informe que hubo una reunión entre los Comités de Defensa de la República (CDR) investigados en la Audiencia Nacional (AN) por terrorismo y la hermana del expresidente catalán fugado Carles Puigdemont.

Según señala el Servicio de Información de la Benemérita en este informe remitido al magistrado de la AN Manuel García-Castellón y al que ha tenido acceso este diario, la primera acción de la que tiene constancia llevada a cabo por el Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los CDR fue una reunión in itinere dentro de un vehículo en movimiento con la hermana del expresidente catalán Carles Puigdemont, en la que se entregó material “súper confidencial”.

Dicho operativo se realizó entre unas medidas de seguridad realmente excepcionales, «propias de organizaciones criminales o terroristas: vehículos lanzadera, vehículos traseros de contravigilancia, telecomunicaciones seguras, emisoras, reunión dentro de vehículo en marcha, etc.», explican los investigadores.

Informan que en ese contexto, el 8 de octubre de 2018 uno de los investigados, Xavier Buigas LLobet, comunicó a otro de ellos, Ferrán Jolis, que un grupo secreto, denominado «CNI Catalán», se había puesto en contacto con él para que aportase la infraestructura logística necesaria con el objeto de acometer una acción en la que pretenden ocupar el Parlamento catalán, y defenderlo posteriormente.

Los investigadores añaden que según indicó, este grupo dispone de infraestructura organizada a nivel “técnico y táctico”, así como de amplios recursos económicos y capacidad para movilizar a miles de personas.

Dicho encargo, según expone la Guardia Civil, fue asumido por el ERT, que se encontraba en fase de consolidación y expansión.

La Benemérita destaca que Xavier Buigas, además, aportó detalles minuciosos sobre tal acontecimiento, informándole de que la ocupación se realizaría por la puerta principal del Parlamento catalán, ya que se les facilitará el acceso desde el interior.

Asimismo, le indicó que él (Buigas), junto a un reducido grupo de personas, cooperarán con el tal grupo “CNI”, y se encargarán del alquiler de inmuebles y locales que les proporcionen seguridad y el establecimiento de bases de “intendencia”.

Para ello, necesitarían los servicios de Ferrán Jolis, debido a sus amplios conocimientos en el apartado informático y de telecomunicaciones, «a efectos de que confeccione una red securizada e indetectable que permita las comunicaciones entre el interior y exterior del Parlament», agrega la Guardia Civil.

Dice que Ferrán Jolis «se muestra aquiescente con el acontecimiento y confirma su total disposición para participar en lo que sea necesario», explicándole diversos detalles de cómo es posible activar una red utilizando establecimientos y restaurantes cercanos mediante la usurpación de puntos WiFi.

La Benemérita señala que en conversaciones posteriores Ferrán Jolís aportó más detalles sobre tal encargo, concretando que «el objetivo era resistir una semana en el Parlament, que debían contar con dos pisos francos, montar antenas de larga distancia y que el presupuesto sería de unos 6.000 euros». También comunicó en respectivas conversaciones al resto de componentes de su ERT los pormenores de tal encargo, apostillan los investigadores.

Explican que cuando Ferrán Jolís traslada el contenido de la misión, encomendada al ERT a Xavier Duch le especifica que ésta tendrá lugar en el “día D”, y que durante esa conversación Ferrán Jolis nombra a los individuos que forman el grupo.

La Guardia Civil informa que desde la creación del equipo, los miembros del ERT participaron activamente en las sucesivas acciones que los CDR llevaron a cabo, en ocasiones integrados en sus respectivos CDR y, en otras, conformando dicho ERT.

Pone como ejemplo que C.B.E. formó parte del CECOR que los CDR desplegaron para controlar, a nivel autonómico (nacional, según ellos) las acciones que los CDR ejecutaron el 1 de octubre de 2018.

También, informa que en los actos de protesta que se desarrollaron el 21 de diciembre de 2018 con motivo del Consejo de Ministros celebrado en Barcelona se volvió a activar al ERT, el cual disponía de un CECOR propio.

Otra de las acciones más llamativas que llevó a cabo el ERT, según relata, tuvo lugar el 1 de febrero de 2019 con motivo del traslado a Madrid de los 9 presos que se encontraban en varias prisiones catalanas encausados por el ‘procés’: A las 4.30 horas, un grupo de personas arrojaron en la calzada de la C-55 una gran cantidad aceite en un lugar de paso obligatorio de la comitiva que los trasladaba los presos desde el Centro Penitenciario de Lledoners, lo que obligó a la actuación de una dotación de bomberos para limpiar la misma.

Del análisis integral de las llamadas telefónicas de los investigados, el posicionamiento de sus terminales móviles, así como de varios de los vehículos balizados, la Guardia Civil ha constatado que, al menos, E.G.B., X.D., y D.B., todos ellos miembros del ERT, «habrían participado en la acción delictiva del vertido de aceite en la calzada, al objeto de impedir el traslado de los presos a Madrid, lo que generó un grave riesgo para la seguridad vial».

Asimismo, junto a ellos se detectó la presencia de Jordi Ros, perteneciente al CDR Sabadell Centro, quien también habría participado en las acciones delictivas anteriormente relatadas.

‘MENUDA BOMBA TENÍA ALLÍ LIADA’

La Guardia Civil manifiesta que el grado de implicación de Jordi Ros en las actividades del CDR y la entidad de las acciones que viene desarrollando en esa organización, se pone de manifiesto en una conversación del 22 de marzo de 2019 que mantiene Guillem Xavier Duch con P.D.A., en la que el primero dice, entre otras cosas, que “Jordi Ros lo que estaba haciendo no era ir a pintar lacitos, eh, era una cosa heavy, muy heavy”, que “Mucho es mucho, ¿vale? y con unas redes y unas cosas muy tramadas, una cosa muy gorda” y que “el Jordi era uno de los cinco que lo estaban haciendo. Son cinco los que van haciendo eso, que llevan meses detrás de eso”.

Imagen de la casa donde presuntamente preparaban los CDR los explosivos. Foto: Guardia Civil

Desde principios de 2019, los investigadores detectaron la participación, cada vez más activa, de Jordi Ros en el seno del ERT.

«En el contexto del control de actividades que esta Unidad dirige sobre el ERT, los días 16 y 17 de mayo, se tuvo conocimiento, a través de dos conversaciones telefónicas, de que Jordi Ros contactó con varios individuos, con la intención de adquirir “200 kilogramos de parafina”», explican.

Además, expresan que de la citadas conversaciones se desprende que estas personas, con las que contacta, pudieran ser miembros o simpatizantes de los CDR y, además, se trataría de empresarios e industriales, personas que por tal condición tienen acceso, sin levantar sospechas, a la adquisición de este material y en tan significativa cantidad, «recalcando que, incluso, uno de ellos le llega a prevenir del peligro de su posible uso, conocedor de la posible utilización de dicho material con un fin delictivo».

La Guardia Civil expone que el 22 de mayo de 2019 se produjo un incendio en la cocina de la vivienda donde reside Jordi Ros, las circunstancias en las que se produjo el incendio no fueron aclaradas, si bien, a través de una conversación con Guillem Xavier Duch, éste le dice que lo que tenía ahí, refiriéndose a la cocina, “menuda bomba tenía allí liada”.

«Por lo que se sospecha que la cocina estaría siendo utilizada para llevar a cabo actividades de manipulación, fabricación o elaboración de productos peligrosos, nocivos o prohibidos», destaca la Benemérita.

Añade que la constatación relativa a la adquisición de varios componentes químicos, material de laboratorio
y elementos de protección por parte del investigado Jordi Ros, habiéndose verificado que éste junto a los también investigados Alexis Codina y Germinal Tomas «estaban llevando a cabo labores de elaboración y fabricación de la Termita y otros compuestos nocivos o peligrosos en dos domicilios, con el consiguiente riesgo para ellos mismos y para los moradores, y la inminencia de sus acciones tras elaborar informaciones operativas motivó la solicitud de Entrada y Registro en los domicilios de los investigados», siendo esta concedida y llevada a cabo de manera simultánea en 10 domicilios el 23 de septiembre de 2019.

Los investigadores recuerdan que «cualquier grupo terrorista de la historia ha comenzado cometiendo un primer atentado». «La abundante experiencia que la Guardia Civil acumula con relación a la génesis, evolución y desaparición de organizaciones terroristas aconseja la proactividad para evitar males irreparables», sentencia.

ANTECEDENTES DE LOS CDR

Según explican los Servicios de Información de la Guardia Civil en dicho informe, los Comités de Defensa de la República tienen su origen en los denominados Comités de Defensa del Referéndum que se crean a mediados de 2017, «con origen en el entorno de CUP (ENDAVANT-OSAN) e incluso se pueden vincular a la propuesta anterior, de Poble Lliure, de creación de Grupos de Defensa de la República Catalana (GDRC)».

La estructura de los CDR está repartida en todo el territorio de la Cataluña mediante diferente Comisiones, ‘Comisiones locales’ que llevan a cabo sus actividades en el ámbito de una localidad o pueblo, pudiendo existir más de una cuando se trata de ciudades, éstas son coordinadas por ‘Comisiones territoriales’ quienes realizan sus actividades en el ámbito de una comarca, siendo estas coordinadas por ‘Comisiones Nacionales’, cuyo ámbito es la Comunidad Autónoma de Cataluña.

La Guardia Civil detalla que dentro de la estructura existen otras comisiones que se gestionan de forma centralizada y que abarcan áreas como Interlocución, Internacional, Antirrepresiva, Ciberseguridad, etc.

El Equipo de Respuesta Táctica está «encargado de llevar a cabo las acciones más sensibles, siguiendo la línea estratégica de los CDR, que requieren un plus de compromiso y profesionalidad en su ejecución».

Las investigaciones de esta Unidad, por tanto, se enmarcan en las actividades de estos grupos, compuestos por una pluralidad de personas que tendrían como objetivo «subvertir el orden constitucional de forma material, mediante una estrategia planificada y organizada».

Dicha intención, según explica, se manifiesta a través del rechazo a seguir los cauces legalmente establecidos por el Estado de Derecho para las reivindicaciones políticas y sociales, y la apelación directa a la desobediencia y a la ejecución de acciones de características habitualmente tumultuarias que pretenden imponer una realidad de hechos consumados mediante la toma de control del territorio y la afectación de sectores estratégicos (económicos, de abastecimiento, comunicaciones, transporte, telecomunicaciones…etc.), «lo que supone una amenaza directa al orden constitucional establecido y a los derechos y libertades derivados del mismo».

Y todo ello «enmarcado en una evidente escalada de violencia, encuadrada en una estrategia de parte del separatismo en la que desarrollan un papel fundamental los CDR, y que pretende desbordar la tradicional movilización social de otras organizaciones separatistas mediante la ejecución de acciones de mayor impacto y efectividad, de manera que se visualice o materialice, de alguna forma y según sus objetivos confesos, la llamada ‘República catalana'».

‘LOS CDR SE HAN CONFORMADO COMO UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL’

Los investigadores aseguran que «los CDR se han conformado como una organización criminal, cumpliendo escrupulosamente todos los elementos requeridos para ostentar tal consideración».

Según manifiestan, desde su creación en 2017, han evolucionado hasta el estadio de máxima clandestinidad, donde los miembros que permanecen son los más comprometidos, particularmente desencantados con las propuestas realizadas por otras organizaciones separatistas y «reclaman la ejecución de acciones de más impacto».

«Al objeto de obtener esa clandestinidad, los CDR han aumentado de forma significativa las medidas de seguridad de sus actividades, especialmente relevantes son las utilizadas en las comunicaciones, todo ello motivado por el aumento paulatino de la intensidad de sus acciones ilícitas y con el objetivo de dificultar las labores de investigación de los cuerpos de policía», explica la Guardia Civil.

En dicho contexto esta Unidad detectó a «ciertos componentes que, aprovechándose de los contactos propiciados en el seno de la militancia en los CDR, se constituyeron en una célula que elevase la intensidad y la naturaleza de las acciones llevadas a cabo, a un nivel superior».

Así, según expone, a principios de 2018, Ferrán Jolís Guardiola, perteneciente al CDR de Santa Perpetua de la Mogoda y destacado miembro de la Comisión territorial del Valles Occidental, creó dicho ERT.

Los investigadores informan que según el propio Jolís, debido a sus conocimientos técnicos, había participado anteriormente en la creación de la Comisión Nacional de Seguridad de los CDR, donde organizó los sistemas de códigos convenidos de comunicación de los CDR y los CECOR (centro de coordinación) para las acciones de los CDR.

Finalmente, terminó organizando el ERT, calificándolo, según sus propias palabras, como “un equipo bastante bestia”.

La Guardia Civil indica que según él mismo relata, tras la creación de dicho equipo, se desvinculó de la actividad más pública de su CDR, ya que a partir de ese momento no podía exponerse ya que, si le pillaban con el material, su equipo, las telecomunicaciones, los protocolos, los operativos de seguridad y los repetidores, lo meterían en la cárcel. Añade que en esa misma ocasión, incluso, llegó a manifestar literalmente que “si me pillan me van a meter terrorismo y banda organizada”, dejando patente que era consciente de la gravedad de los delitos que podría estar cometiendo.

Además de Jolís, dicho grupo estaría integrado en origen por Xavier Buigas Llobet, perteneciente al CDR de Folgueroles, Clara B. E., David B. A., Eduardo Garzón Bravo, pertenecientes al CDR de Cerdanyola, y Guillem Xavier Duch Palau, perteneciente al CDR de Sabadell Centro y destacado miembro de la Comisión territorial del Valles Occidental, según informa la Guardia Civil.

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