¿Qué es el filibusterismo parlamentario?
Si son aficionados a las historias de piratas entonces el término filibustero les resultará muy familiar.
Un filibustero, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, era un pirata que, allá, por el siglo XVII, formaba parte de los grupos de bucaneros que infestaron el mar de las Antillas, en busca de galeones españoles cargados de oro.
La cinco películas de la serie «Piratas del Caribe», producidas por Jerry Bruckheimer, con Johnny Depp como el capitán Jack Sparrow, Orlando Bloom como Will Tuner y Keira Knightley en el papel de Elizabeth Swann, describen muy bien ese mundo.
Sin embargo, el filibusterismo, que sería la ocupación o el oficio de pirata, tiene otra acepción que entra de lleno dentro del ejercicio del derecho parlamentario.
Y no significa que los señores diputados se hagan piratas y se echen a la mar, con un parche en el ojo izquierdo, un garfio en la mano derecha y una pata de palo. Pero casi.
Filibusterismo es como se suele denominar a la estrategia obstruccionista que pone en marcha un grupo de la minoría parlamentaria para retardar o, incluso, impedir el desarrollo de un debate.
El término filibustero en su acepción anglosajona –filibuster- fue acuñado en el Senado de los Estados Unidos de América en 1851.
Las normas de la cámara alta norteamericana permiten a un senador, o a varios senadores, uno detrás de otro, hablar el tiempo que quieran y sobre el tema que ellos elijan.
Es una treta que, en el pasado, solían poner en escena algunos senadores cuando buscaban retrasar una votación.
Y no piensen que, en aquel país, es una cuestión del pasado.
En el año legislativo estadounidense, que fue de 1991 a 1992, hubo el doble de acciones de filibusterismo parlamentario que en todo el siglo XIX.
El filibusterismo, sin embargo, no es una invención norteamericana. En el Senado de la antigua Roma hubo notables filibusteros, como Catón el Joven, quien habló durante un día entero contra Julio César para frenar sus iniciativas legislativas.
En España, durante la República, el diputado del Partido Comunista, Cayetano Bolívar Escribano, un jienense del pueblo de Frailes, forjó una gran fama merced al uso del filibusterismo parlamentario que no dudaba en aplicar en sesiones en las que la votación se preveía ajustada.
Cayetano Bolívar pedía la palabra, subía al estrado, al igual que hacen ahora nuestros diputados, y comenzaba a leer, sin ningún pudor, el “manifiesto comunista” o “El Capital”, con lo que enfadaba o aburría a algunos diputados de las derechas, que se marchaban indignados por no escucharle.
Aquello posibilitaba que las izquierdas ganaran la votación por estrechos márgenes.
Los filibusteros estadounidenses suelen ser más profanos que Bolívar. Leen novelas o recetas de cocina.
CABALLERO SIN ESPADA
Para los que les guste el tema y el cine, les recomendamos que vean «Caballero sin espada» (Mr. Smith Goes to Washington), una película de 1939 de Frank Capra, con Jean Arthur, James Stewart y Claude Rains como actores principales.
En la misma Stewart interpreta a Jefferson Smith, un joven ingenuo e idealista que es nombrado senador.
Una vez en Washington se las tiene que ver con políticos y empresarios sin escrúpulos que la hacen perder la fe en la democracia.
Sin embargo, gracias a la ayuda de su secretaria –Jean Arthur-, que conoce muy bien los entresijos de la política y las reglas que rigen los debates, protagoniza en el senado una escena de filibusterismo político en la que defiende apasionadamente la democracia y pone en evidencia la trama de corrupción.
BERNIE SANDERS CONTRA LA POLÍTICA FISCAL DE BUSH
Algo que también hizo en 2010 el entonces senador del estado de Vermont, Bernie Sanders, que saltó a la fama nacional por su ejercicio de «filibusterismo» (hablar sin parar para bloquear un debate, en esta caso más de 8 horas) en contra de la propuesta de George W. Bush para extender la rebaja de impuestos.
Un discurso que fue publicado en febrero 2011, con el título «Sobre la codicia de las grandes empresas y el declive de la clase media», poco antes de que Sanders anunciara su candidatura a la Presidencia de EE.UU por el Partido Demócrata.
En un gran discurso Sanders se preguntaba, «¿En qué medida envilece nuestro sistema político y legal el hecho de que los maleantes de Wall Street, que provocaron esta horrible recesión, ganen ahora más dinero que antes de que los contribuyentes rescataran sus bancos? ¿Cómo es posible que ninguno de ellos haya acabado en la cárcel?»
Sin embargo, el filibusterismo parlamentario es cada vez menos común en los diferentes parlamentos.
Las presidencias de las cámaras han introducido medidas correctoras para garantizar la libertad de expresión y el ejercicio de sus derechos a las minorías, pero sin impedir el desarrollo de su programa a las mayorías.
Son medidas antiobstruccionistas que agilizan el debate estableciendo plazos para la conclusión de un procedimiento.
Lo podemos ver por televisión cuando el presidente en el Congreso, o el presidente del Senado, marcan la luz roja estableciendo que el tiempo había concluido.
Los filibusteros parlamentarios han dejado de tenerlo fácil, al menos en España.
Noticias Relacionadas: