El teniente fiscal Juan Ignacio Campos fue despedido por las principales autoridades del Constitucional, la Justicia, la Fiscalía y la política
|
17/12/2021 06:48
|
Actualizado: 17/12/2021 01:30
|
El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, la ministra de Justicia, Pilar Llop, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el secretario de Estado de Justicia, Antonio Julián Rodríguez, el secretario general para la Innovación del Servicio Público de Justicia, Manuel Olmedo, la directora general para el Servicio Público de Justicia, María dels Ángels García Vidal, la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente, o la directora del Centro de Estudios Jurídicos, Abigail Fernández, presentaron ayer sus respetos y condolecias por la muerte del teniente fiscal, Juan Ignacio Campos, que tuvo lugar a primeras horas de la tarde del jueves pasado.
Por la capilla ardiente, que estuvo abierta en el mismo lugar que la del desaparecido fiscal general del Estado, José Manuel Maza –en el corazón del edificio de la Fiscalía General del Estado– entre las 12 de la mañana y las 17 horas, además, pasaron otras personalidades, como Cándido Cónde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional y exfiscal general del Estado, y su esposa, la magistrada y vocal del CGPJ, Clara Martínez de Careaga, Antonio Narváez, también magistrado del máximo órgano de garantías, Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Supremo y sus compañeros Ana Ferrer, Antonio del Moral, y Julián Sánchez Melgar, este último exfiscal general del Estado, el fiscal de Sala Jefe ante el Constitucional, Pedro Crespo, su compañero, Jesús Caballero Klink, y el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.
También los fiscales del Supremo, Esmeralda Rasillo, Fidel Cadena, Consuelo Madrigal –exfiscal general del Estado–, Jaime Moreno, Javier Zaragoza, Bartolomé Vargas, y María José Segarra, exfiscal genral del Estado, al igual que Eduardo Úrculo y Eduardo Torres Dulce, ambos ahora ejerciendo la abogacía, y cientos de miembros de la carrera, periodistas de tribunales, con los que mantuvo siempre una afable relación, y amigos que quisieron rendir un último tributo al que consideran un fiscal ejemplar y una gran personal.
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, estuvo de principio a fin en lo que se convirtió en un homenaje póstumo a un hombre muy querido que culminó como un emotivo aplauso.
Noticias Relacionadas: