Foto de Familia. De izquierda a derecha, Verónica Fernández de Córdoba, consejera Bodegas Marqués de Riscal (miembro del jurado), Mónica Guardado, consejera y directora general de AFI (mj), Óscar Méndez, director de relaciones institucionales de Moore ACPM (mj), Yolanda Ibarrola, viceconsejera de Justicia, quien recogió el premio en nombre de Isabel Díaz Ayuso, Magda Salarich, asesor senior del Banco Santander México (mj), Eugeni Gay, vicepresidente emérito del TC (mj), Rosario Silva de Lapuerta, premiada, Marcial Gamboa Pérez-Pardo, vicealmirante (premiado), Emilia Zaballos, presidenta de la Fundación, Jesús Fernández Fernández, director general de Hunosa y Antonio Ortega Escalada, jefe de Brigada de Hunosa (premiados), Mercedes Cuesta Nuín, directora médica de Ruber Internacional Salud (premiada), Luis Martínez Meijide, teniente general del Ejercito de Tierra y jefe de la UME (premiado), Juan Carlos Viñas, vicerrector de la Universidad Santander de México y tesorero de la Fundación (mj), Rocío Pérez Cuesta, secretaria de la Fundación (mj), Manishs, de Quirós, y Juan Manuel García Labajo, general (mj). Faltan los miembros del jurado Carmen Becerril, presidenta de OMEL, Encarnación Roca, vicepresidenta emérita del TC, y Carlos Berbell, director de Confilegal.
La presidenta de la Fundación Zaballos ellos para la Defensa de los Derechos Constitucionales, Emilia Zaballos, abrió, el viernes por la noche, la Segunda Gala de esta institución con un discurso en el que reivindicó el estado de derecho, protección de los derechos fundamentales y la exigencia de que la clase política rinda cuentas, después de este periodo pandémico de aletargamiento ciudadano en el que se aceptaron decisiones inconstitucionales, como la imposición del estado de alarma.
«Ellos –dijo en referencia a la clase política– tienen la obligación de rendir cuentas y nosotros la obligación de pedírselas. Y cuando no lo hacemos, no tenemos derecho a protestar», afirmó, reivindicando la acción.
«No desde el enfrentamiento y la confrontación pero sí desde el movimiento. Tenemos claro que es la única forma de que determinadas cosas no sucedan», añadió.
Zaballos recordó la misión de la Fundación que preside: la protección de los derechos constitucionales de aquellas personas a las que se les hubiera vulnerado así como el impulso de propuestas para modificar leyes que pueden cambiar realidades que están provocando perjuicios.
La Fundación Zaballos quiso reconocer la trayectoria de Rosario Silva de Lapuerta, la primera abogada del Estado de la historia de España, la primera magistrada del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (desde 2003 hasta 2021) y la primera vicepresidenta de esa institución, cargo que ocupó entre 2018 hasta octubre de 2021.
Rafael Nadal fue reconocido también con uno de los premios de la Fundación Zaballos. Nadal se encontraba en México D.F., jungando el abierto de ese país, por lo que no pudo estar. Envió un vídeo, como compensación, en el que dijo sentirse muy honrado y en el que dio las gracias. Delegó su representación, en la recogida del galardón, en Eugeni Gay, vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional.
La Unidad Militar de Emergencias también recibió un premio de honor, que recogió el teniente general Luis Martínez Meijide, jefe de la UME. Relató que ya eran 16 años de operatividad, haciendo frente a incendios, inundaciones, pandemias, Filomena y el volcán de la Palma.
Sin embargo, dejó claro a todos los presentes que «la UME sola no es nada. El poder de la UME es el Ejército, que es el que está detrás. El Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Marina».
El jurado de la Fundación Zaballos también distinguió a la Brigada Central de Salvamento Minero. Un premio que recogieron al alimón Jesús Fernández Fernández, director general de Hunosa –en el atril–, y Antonio Ortega Escalada, jefe de Brigada. La Brigada Central de Salvamento Minero es un cuerpo especial de rescates fundado en 1912 en Asturias con el fin de acometer salvamentos en la minería del carbón de la cuenca minera asturiana. En 2019 ocupó todos los titulares por su actuación en el rescate de Julen Roselló, un niño de dos años que cayó en un pozo de más 100 metros de profundidad en Totalán, Málaga.
Manuel Bretón Romero, presidente de Cáritas, recibió el galardón en nombre de su institución, feliz y encantado. Recordó que desde su nacimiento, Cáritas tiene como misión ayudar a los necesitados. «Algo que sería imposible sin los ochenta y tantos mil voluntarios y los cinco mil y pico trabajadores. Sin ellos no sería posible», subrayó.
Terminó su turno de agradecimientos con una frase para recordar: «Todos podemos hacer algo para que este mundo sea mejor».
Mercedes Cuesta Nuín, directora médica del Hospital Ruber Internacional Quirón Salud, recibió de manos de Magda Salarich, asesor senior del Banco Santander México, el galardón en reconocimiento a la labor médica. La doctora Cuesta Nuín afirmó que no consideraba que ese fuera un premio a Ruber Internacional sino que era un premio a todo el mundo sanitario «que ha sabido estar a la altura en estos dos años de pandemia. Tanto el sector público como el sector privado. Los españoles pueden estar orgullosos de sus sanitarios».
El último premio de la noche lo recibió el vicealmirante Marcial Gamboa Pérez-Pardo, director del Instituto de Historia y Cultura Naval y del Museo Naval de Madrid, en nombra de la Armada española. El vicealmirante recordó que el país que protagonizó la primera globalización fue España. «El primer país que demostró que la tierra era redonda gracias a la epopeya que protagonizó hace cinco siglos Juan Sebastián Elcano y sus hombres».