La alianza entre Movistar y Mapfre en el seguro del automóvil augura otras operaciones de calado en el sector
El nicho del seguro de automóviles está muy seguro. En la guerra entre aseguradoras todo se juega bajando precios y siendo retnable aplicando tecnología y eficiencai en el servicio.

La alianza entre Movistar y Mapfre en el seguro del automóvil augura otras operaciones de calado en el sector

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25/3/2022 06:48
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Actualizado: 25/3/2022 09:39
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El acuerdo que han cerrado Movistar (Telefónica) y Mapfre, suscrito por Emilio Gayo, presidente de la multinacional española, y José Manuel Inchausti, CEO de la aseguradora, es un ejemplo que ha tenido un fuerte impacto «inspirador» para otros protagonistas, según explican expertos a Confilegal.

De acuerdo con el mismo, la aseguradora ofrecerá sus seguros de automóviles en condiciones preferentes a los clientes de la compañía de telecomunicaciones que instalen o tengan ya un dispositivo ‘Movistar Car’ en sus vehículos.

El servicio ‘Movistar Car’, con más de 65.000 clientes, permite conectar el vehículo y dotarlo de conexión Wifi, además de ofrecer diferentes funcionalidades que aportan mayor seguridad al vehículo y al propio conductor, entre ellas avisar al servicio de emergencia del 112 en caso de accidente, según informó Telefónica.

Un acuerdo que se extenderá a otras soluciones de movilidad.

En España hay un total de 32,5 millones de vehículos asegurados de los cuales 3,6 millones fueron reparados, según cifras de UNESPA de 2020.

Emilio Gayo, presidente de Telefónica de España (Movistar), y José Manuel Inchausti, CEO de MAPFRE Iberia.

UN SECTOR EN EBULLICIÓN

Joaquín Ruiz Echauri, socio responsable del área de seguros y reaseguros de Pérez-Llorca, reconoce que «cualquier jugador relevante en el mercado asegurador está estudiando activar o crear nuevos canales de distribución”.

“Cualquier potencial socio que pueda posibilitar un acuerdo de leads, operar como colaborador externo o incluso como mediador en un acuerdo de distribución, tiene el máximo interés para las Compañías”, indica

Grandes superficies, cadenas de ‘retail’ [venta al por menor] de todo tipo, operadores de telecomunicaciones o plataformas tecnológicas son candidatos claves para generar esos canales de distribución y maximizar la comunicación de la oferta aseguradora”, comenta.

Joaquín Ruiz Echauri, socio responsable del área de seguros y reaseguros de Pérez-Llorca.

Si se piensa en el número de oportunidades y operaciones «que se están estudiando, la situación sería comparable a la que se vivió entre 2008 y 2010 en banca seguros, con una creciente apuesta por alianzas con cajas de ahorros, si bien las soluciones que se implementan son diferentes, como lo son los mecanismos financieros y protecciones contractuales”.

En su opinión, “el operador no bancario no contempla el dato de cliente con el mismo sentido de la propiedad que tiene una entidad financiera, lo que facilita algunas cosas en la arquitectura de estos acuerdos, pero complica otras, como puede ser la calidad de las ventas en estos modelos B2C, la información que recibe el consumidor final y la protección de sus datos”.

Con todo, añade, «cabe vaticinar que las oportunidades más interesantes serán disputadas y repartidas en el corto plazo, con gran competencia entre aseguradoras”.

El mercado del seguro de automóvil, «siendo uno de los elementos esenciales de la economía del Sector, generando decenas de miles de puestos de trabajo directos e indirectos, va camino a un crecimiento que no conocerá incrementos espectaculares, aunque tampoco reúne razones para apuntar a un decrecimiento cercano del mismo”.

Para Ruiz Echauri “las nuevas formas de uso de automóviles, como el carsharing, no contribuyen a paliar el crecimiento más ralentizado, estando muchas de las esperanzas de las compañías y de muchos operadores –»insurtechs», etc.–- asociados a las mismas, en el aseguramiento obligatorio de la creciente flota de VMPs presente en grandes núcleos urbanos”.

“Pensamos que, en ese sentido, el mercado de automóvil lo que es más probable es cierta concentración en el medio plazo, con jugadores que no alcanzan o mantienen la necesaria economía de escala para mantenerse en el mismo, y proliferación de soluciones operativas en el aseguramiento de las nuevas formas de uso de vehículos a motor” comenta Ruiz Echauri

Alianza estratégica de calado

Por su parte, Virginia Martínez, socia de seguros y reaseguros de Bird & Bird indica que “en los últimos años hemos asistido a la firma de alianzas de aseguradoras con todo tipo de empresas de servicios (empresas de energía, de telecomunicaciones, plataformas de car-sharing, etc.)”

Martínez, señala que “Telefónica no se ha quedado atrás. De hecho, la alianza con Mapfre no es la primera que alcanza de este tipo. Por ejemplo, ya en el 2020 alcanzó un acuerdo estratégico con Teladoc Health para ofrecer a sus clientes Movistar Salud, un servicio de telemedicina 24/7 (tan de moda en la pandemia)”.

“Lógicamente, el movimiento de Telefónica puede tener como resultado que sus competidores en el sector de las telecomunicaciones (Vodafone, Orange, etc.) se vean impulsadas a alcanzar acuerdos similares con entidades aseguradoras para fidelizar a sus clientes o expandir su base de clientes mediante la oferta de productos o paquetes cada vez más completos y variados “, advierte.

A este respecto esta jurista recuerda «la alianza entre Orange y Zurich para la distribución de productos de seguros entre los clientes de la empresa francesa de telefonía).

“Lo más probable, pues, es que el mercado siga evolucionando en este sentido y se convierta en una carrera por ver qué prestador de servicios ofrece más variedad y productos más atractivos y completos”

Respecto del seguro de automóvil, es cierto que es un producto muy consolidado en España que, además, puede no resultar atractivo para determinadas entidades aseguradoras (quizás las más pequeñas) por el «know how» [conocimiento] que exige (las particularidades del SOA en España, la necesidad de integrarse en OFESAUTO o tener un representante, etc.).

Virginia Martínez, socia de seguros y reaseguros de Bird & Bird.

Por último, Martínez hace una breve referencia a las implicaciones legales de este tipo de alianzas.

“La empresa prestadora de servicios (en este caso, Telefónica) no puede olvidar que la distribución de productos de seguro entre sus clientes puede implicar quedar bajo el ámbito de aplicación de la normativa de distribución de seguros (salvo que, por ejemplo, su tarea se limite a una mera presentación del producto)”, destaca.

Eso implicará que “por tanto, puede exigirle cumplir determinados requisitos legales (por ejemplo, requisitos de formación de sus empleados) a cuyo cumplimiento prestará especial atención el regulador que es la Dirección General de Seguros”.

El final del mutualismo del riesgo

Para Pablo Muelas, socio responsable del área de seguros en Hogan Lovells en España este acuerdo aúna, “en apariencia, una doble sinergia. Por una parte, el socio no asegurador puede facilitar el acceso a datos de potenciales clientes (leads), tendencia que estamos viendo de modo generalizado, y que está haciendo emparejar socios atípicos, en la medida en que uno de ellos tenga bases de datos de clientes que el otro pueda explotar”.

“La otra sinergia presente en este acuerdo es la que aporta la tecnología que incorpora telefónica al vehículo. No se trata sólo de incorporar funcionalidades al mismo, sino de hacer del automóvil una gigantesca fuente de datos sobre los hábitos de conducción de la persona asegurada lo que permite perfilar su prima, y la de otros con los que guarde similitud», comenta.

Para este jurista “es el principio del fin del mutualismo del riesgo, pero también es la puerta para pagar solo por tu riesgo”.

Pablo Muelas, socio responsable del área de seguros en Hogan Lovells en España.

“De este modo habrá un incentivo más directo entre conducción prudente y prima. Esto no es nuevo. Es un fenómeno que hemos visto ya en el seguro de salud con los wearables que miden tu actividad diaria, cuentan pasos a cambio de premios y una prima de renovación más barata. Todos ganan, salvo el mal conductor, claro”, destaca

Para Muelas “el nicho del seguro de autos está muy maduro. La única forma de crecer es a costa de quitarle clientes a otro. Y en un contexto de precios muy bajos solo se puede ser rentable aplicando tecnología y siendo muy eficiente en el servicio. Todas las aseguradoras se han volcado en potenciar estas dos palancas”.

En cuanto al efecto que puede generar en el sector de autos “Se producirá una selección de riesgos potenciada por estos datos que se facilitan inconscientemente a la aseguradora y que ella ya podrá tratar con las técnicas actuales”.

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