La Justicia militar absuelve a un teniente y condena a un cabo y tres soldados en un caso que se produjo hace 11 años
Militares. Foto de archivo.

La Justicia militar absuelve a un teniente y condena a un cabo y tres soldados en un caso que se produjo hace 11 años

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26/11/2022 06:49
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Actualizado: 26/11/2022 01:38
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El Tribunal Militar Territorial Primero ha dictado sentencia sobre un caso que se produjo hace más de once años y medio. El proceso judicial ha contado con cinco acusados pero uno de ellos ha resultado absuelto.

Los condenados defraudaban dinero manipulando tarjetas que el Ejército de Tierra les otorgaba para rellenar los vehículos de combustible para lucrarse de un capital que no les correspondía.

La sentencia 35/2022 de 29 de octubre ha sido dictada por el coronel auditor, Eduardo Lorente-Sorolla de Miguel, el comandante auditor Juan Ignacio Navarro Torrecillas y el comandante del Ejército de Tierra José Eladio Miguel González.

Los cuatro culpables han reconocido cometer un delito continuado contra el patrimonio militar y han sido condenados a tres meses y un día de prisión y, también, a abonar de forma conjunta, en concepto de responsabilidad civil, 18.000 euros.

Este delito está previsto en el artículo 81.1 del Código Penal Militar. Se aplicó las circunstancias de dilaciones indebidas del artículo 21.6 del Código Penal al haber pasado tanto tiempo desde los hechos enjuiciables.

El teniente absuelto estaba acusado de cometer tres delitos

Por el contrario, el teniente ha sido absuelto. La defensa ha corrido de la mano de la letrada Bárbara Royo y se le pedía más de dos años de cárcel. Le acusaban de cometer tres delitos: delito continuado contra el patrimonio militar; abuso de autoridad y delito contra la hacienda militar. El tribunal no ha encontrado indicios en su implicación en los hechos.

La fase de instrucción comenzó en 2010 y recayó sobre el Juzgado Togado Militar Territorial Nº11 y de Vigilancia Penitenciaria de Madrid, donde formaron parte la Fiscalía Jurídico Militar, la Abogacía del Estado y los procesados.

La fase de instrucción se realizó por un periodo de casi ocho años, desde 2010 a marzo de 2018. Con cinco procesados, una ingente actividad probatoria que ha supuesto que las actuaciones se excediesen a tres mil folios, cuatro recursos de queja y dos recursos de apelación y muchas periciales.

El juicio se desarrolló en nueve sesiones en 2022

El 30 de marzo de 2018 se acordó la apertura de juicio oral que no se celebró hasta el mes de mayo de 2022. Se desarrolló en nueve sesiones hasta junio. El juicio también se retrasó por la crisis sanitaria del coronavirus.

Como se ha mencionado, el delito se produjo entre 2008 y 2010. Pues bien, según los hechos probados de la sentencia consultada por Confilegal, el teniente del Ejército de Tierra durante estos años ocupó el mando de la Sección del Servicio Regular de Transporte del Ejército (SETRE) que formaba parte de la Agrupación de Transporte Nº1 (AGTP). Desde que se incorporó en 2004 a esa sección ha sido recompensado con una mención honorífica y una Cruz al Mérito militar al tratarse de un oficial bien valorado por sus mandos superiores. 

Durante estos años, los cuatro condenados estaban bajo el mando del teniente en el SETRE, el cual, tenía funciones como, por ejemplo, planificar cada semana las rutas de los vehículos, los conductores que iban a viajar en él y las cargas que tenían que soportar.

De 2008 a 2010 la función de los soldados era la de repostar en las gasolineras de las propias bases militares tanto a la salida como a la llegada. Pues como norma general, cuando se salía de ruta, el vehículo tenía que estar lleno de combustible. Sin embargo, en trayectos largos se echaba gasolina en estaciones de CEPSA al ser la empresa asignada al Ejército de Tierra. Las tarjetas de combustible se custodiaban en la Plana Mayor y las tablas de consumo máximo de combustible estaban colgadas en los vehículos.

Según ha dejado reflejado la sentencia, los condenados acudían al sistema de pago manual de CEPSA en los que el software de la estación no controlaba el combustible suministrado de forma centralizada. De esta forma, se aumentaba el combustible necesario dando lugar a una cantidad de litros mayor del realmente facilitado por el operario de la gasolinera.

Una vez que se había efectuado y cargado el pago excesivo con la tarjeta CEPSA, el personal de la gasolinera entregaba a los cuatro conductores una cantidad en metálico que se correspondía con el exceso de combustible acordado. Un 15%. 

Los soldados obtuvieron entre 6.000 y 10.000 euros

Esta operación fue repetida en reiteradas ocasiones y lograron obtener cada uno de ellos entre 6.000 y 10.000 euros.

Posteriormente CEPSA emitía las correspondientes facturas cuya cantidad era idéntica a los cargos emitidos por las tarjetas de combustible y se remitía a la Plana Mayor, que era la Unidad que controlaba el gasto. Tras repostar, rellenaban de forma manual un documento justificativo donde dejaban constancia del combustible pagado y plasmado en la factura, pero no el suministro real realizado.

Un capitán relevó al teniente en la Compañía SETRE en abril de 2010 y comenzó a analizar las rutas de transporte, los conductores y el modo en el que se efectuaban las liquidaciones y comenzó a realizar las pertinentes indagaciones. 

Por ello, se entrevistó con los condenados y éstos le explicaron que aumentaban de forma ficticia el consumo de combustible de vehículos y que el dinero obtenido se lo daban al jefe de la sección SETRE para gastos en la Unidad. 

Por otro lado, el juzgado ha resaltado que no ha quedado acreditado que el teniente instase a los conductores a cometer dichos actos a través de medios de presión o prácticas como, por ejemplo, peores horarios o arrestos disciplinarios. Y tampoco quedó acreditado que recibiese dinero por las cantidades obtenidas en exceso. Por tanto, ha sido absuelto al no haber ninguna prueba contra él.

Los acusados explicaron la forma en la que defraudaron y que la cantidad que se llevaron cada uno rondaba entre 6.000 y 10.000 euros.

Bárbara Royo: "El papel de la Fiscalía, adhiriéndose al recurso de Echenique, me produce vergüenza"
Bárbara Royo. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

En declaraciones a Confilegal, Bárbara Royo ha querido destacar el sufrimiento del teniente. «Han sido 11 años de calvario profesional y personal para un teniente cuya trayectoria en el Ejército ha sido impecable e intachable, sólo porque unos soldados quisieran. exculparse de sus actos, echándole la culpa a él».

A ello ha añadido que la Justicia le ha absuelto con todos los pronunciamientos favorables. «Espero que la Fiscalía Jurídico Militar y la Abogacía del Estado, que solicitaban la condena, no recurran la absolución, pues la sentencia deja claro que ni un sólo dato ni indicio existe de las mendaces acusaciones de los soldados ahora condenados. Este hombre ha sufrido lo indecible y espero que esto acabe aquí de una vez por todas».

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