204 de los 320 nuevos colegiados fueron mujeres, el 63,7 %. Como la propia justicia o la fiscalía, el ejercicio de la abogacía va camino de ser mayoritariamente femenino. El padrino de la nueva abogada fue Ismael Cardo, decano del Colegio de Abogados de Cuenca, que fue invitado a participar en la ceremonia por el decano de Madrid, Eugenio Ribón. Al lado de este, Ángel Cervantes, decano de Toledo, que también ejerció de padrino de otro nuevo colegiado. Foto: Confilegal.
320 nuevos abogados cumplieron con el rito de paso en el ICAM jurando –o prometiendo– la Constitución
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09/11/2023 06:33
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Actualizado: 09/11/2023 09:06
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Joseph Campbell fue un famoso profesor estadounidense conocido por su trabajo en el campo de la mitología y la religión comparada, además de escritor y un orador influyente y poderoso. Su libro cumbre fue «El héroe de las mil caras«, sobre el que George Lucas diseño toda la saga de «La guerra de las galaxias».
Precisamente en ese libro Campbell aborda el concepto del rito de paso en el contexto de los mitos y las narrativas humanas. Cuenta que las distintas culturas, a lo largo de su existencia, han tenido rituales de paso que marcan la transición de un individuo de una etapa de su vida a otra.
En ocasiones involucran una serie de pruebas, de desafío o experiencias que simbolizan la transformación de la persona.
El profesor afirma que estos rituales de paso son una parte fundamental de la experiencia humana y que reflejan patrones universales en la psicología humana y en la estructura de las historias y de los mitos.
Esto fue lo que ocurrió el pasado martes en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. 320 nuevos colegiados, 204 de ellos mujeres (el 63,7 %) y 116 hombres (36,3 %), juraron –o prometieron– «acatar la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, cumpliendo las obligaciones que la abogacía comporta, al servicio de la sociedad y en defensa de los derechos humanos, respetando las normas deontológicas de la profesión».
Repitiendo la formula que el secretario general del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), José Ignacio Monedero, leía en voz alta.
POR QUÉ LA MANO DEL PADRINO EN EL HOMBRO IZQUIERDO DEL NUEVO ABOGADO
Mientras cada uno de los nuevos colegiados pronunciaban la fórmula, sobre su hombro izquierdo sentían posada la mano de su padrino o de su madrina, una figura que se remonta al medievo. Y es en el lado izquierdo, el lado del corazón, para simbolizar un compromiso sincero y afectuoso.
Todas y cada una de las veces que se ha llevado a cabo esta ceremonia a lo largo de los 427 años de existencia del ICAM la figura del padrino ha sido una constante que ahora se enriquece con el de la madrina.
El padrino o madrina representa a la profesión en cuyo seno «nace» el nuevo abogado. Es un profesional experimentado que, con ese gesto, se compromete a apoyar al nuevo miembro que acoge el Colegio en sus primeros pasos; la persona que proporciona asesoramiento, orientación y ayuda práctica. Es el mentor.
Por lo tanto, todos los asistentes a esta ceremonia, más de 1.000, que duró más de dos horas, fueron testigos de un acto mítico con raíces que se hunden en los orígenes de la abogacía española y que forma parte de la tradición del ICAM, el mayor colegio –en número de miembros– de los 83 existentes en España, con 72.241 abogados –44.449 ejercientes y 29.792 no ejercientes–, según datos del Consejo General de la Abogacía Española.
Los nuevos abogados vienen a nutrir sus filas.
En España hay 243.297 abogados colegiados –153.757 colegiados y 89.879 no colegiados–. El ICAM también es la primera corporación de derecho público en número de miembros de Europa.
Según Campbell, el héroe, el aspirante a abogado, en este caso, pasa por tres fases: la de separación, cuando el estudiante se inicia en el estudio del derecho, se separa de su mundo ordinario y se enfrenta a lo desconocido, la universidad; la segunda es la de iniciación, en la que el héroe se enfrenta a pruebas, desafíos y aprendizajes y en la que encuentra a mentores que le guían en su viaje interior, una fase que comprendería la aprobación de la carrera y del Máster de Acceso; y la tercera, la del retorno, en la que el héroe, el aspirante a abogado, regresa al mundo ordinario, transformado, llevando con él el conocimiento y la sabiduría adquiridos durante su viaje vital.
Es la transición final de un estado de estudiante de derecho a un estado profesional en la práctica legal.
Esa fase, la del retorno, se cumplió con la esa ceremonia, que estuvo rodeada, fundamentalmente, de felicidad de todos los presentes. Porque lo que más se vio fueron sonrisas.
Una ceremonia que culminó con la entrega de un diploma, por parte del decano, Eugenio Ribón, acompañado del diputado Juan Manuel Mayllo, hasta hace poco presidente de la Asociación de Letrados y Letradas por un Turno de Oficio Digno (ALTODO), a tres colegiados: Gonzalo Carrasco Moraleda, letrado en activo del Servicio de Orientación Jurídica del Colegio, a Pablo Espinosa Arroquia Sánchez y a Miguel Ángel Antón, excolaboradores de ese servicio.
Los tres letrados consiguieron que el Tribunal Constitucional determinara que los bancos que pierdan un pleito contra un consumidor por haber introducido cláusulas abusivas en su hipoteca deben asumir las costas del procedimiento judicial.
Y lo hicieron renunciado a sus honorarios, para que los justiciables pudieran litigar con procurador de oficio y sin riesgo de sufrir una eventual condena en costas.
Los tres se convirtieron en un ejemplo de solidaridad para todos los presentes, celebrado por el decano Ribón, cerrando la ceremonia del rito de paso de forma brillante.
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