Tal y como estipulan los datos obtenidos por el informe, los abogados jóvenes tienden a inclinarse hacia el empleo asalariado, es u na de als conclusiones del I Estudio sobre la situación de la abogacía madrileña realizado por GAD3 para el Colegio de la Abogacía de Madrid. Foto: EP.
Sin orientación profesional, sin conciliación personal, y en precariedad laboral: así viven los abogados más jóvenes de Madrid
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20/12/2023 11:00
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Actualizado: 20/12/2023 11:09
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Estudiar derecho es una de las opciones que, para los jóvenes estudiantes tras el bachillerato, más promete dar un futuro brillante y estable. Algo que, sin embargo, no siempre parece ser tan bonito como se espera.
Algo que se puede comprobar en los últimos datos publicados por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), junto a la conocida empresa de análisis GAD3.
“Nuestro compromiso continuo con el bienestar y el desarrollo profesional de nuestros colegiados hacía necesario tener una comprensión más profunda y actualizada de las diversas realidades que enfrentan en su vida profesional diaria”, explica Eugenio Ribón, Decano del ICAM.
Un informe, titulado ‘I Estudio sobre la situación de la abogacía madrileña’ que, sin duda, parece dar un preocupante mensaje sobre los abogados más jóvenes de la capital española.
Y es que algunos de los datos publicados en este informe, presentado este miércoles día 20 de diciembre, parecen mostrar una realidad muy distinta a la que muchos podrían esperar.
Una realidad marcada por la precariedad de los jóvenes abogados. Y su difícil carrera por el éxito profesional dentro y fuera de los tribunales.
Cambio de tendencia: los jóvenes son asalariados
Uno de los resultados del informe del ICAM y GAD3 sobre la situación de la abogacía joven en Madrid es, sin duda, sorprendentemente histórico.
Y es que, tal y como estipulan los datos obtenidos por el informe, los abogados jóvenes tienden a inclinarse hacia el empleo asalariado.
Un cambio en la tendencia laboral de esta profesión que viene marcado, especialmente, por los abogados jóvenes menores de 35 años, que parecen inclinarse a favor de contar con una nómina fija a final de mes.
Tanto es así, que las cifras destacan que «siete de cada diez abogados jóvenes trabajan como asalariado (72%). Esta proporción es mayor entre las mujeres (75%) y entre los no ejercientes (84%)».
Un cambio de tendencia que también está afectando a los sueldos de los abogados según su edad. Y es que, mientras que la media de sueldo anual bruto de un abogado ronda los 45.700 euros, el de los jóvenes dista mucho de esta cantidad.
Así pues, «el salario medio del abogado joven es de unos 35.000 euros brutos anuales», tal y como apunta el informe publicado.
Cifra que, sin embargo, depende en gran medida del lugar en el que estos abogados juniors estén ejerciendo la profesión. Así pues, aquellos que «trabajan como abogados de empresa o en despachos grandes consiguen unos ingresos casi un 40% superiores, alcanzando los 43.300 euros de media».
«En el otro extremo se encuentran los jóvenes profesionales que ejercen en despachos medianos o pequeños, con unos ingresos medios de 27.900 euros/año, o en despachos unipersonales, con 23.900 euros brutos al año» explica el documento.
Inicios complicados, y marcados por la precariedad laboral
«Los abogados/as jóvenes, en general, destacan la precariedad laboral y la falta de experiencia como las dificultades principales que se encuentran al iniciar su carrera profesional».
Con estas palabras, el documento publicado por ICAM y GAD3 muestra una de las realidades más preocupantes de estos jóvenes abogados.
Abogados, especialmente entre los ejercientes, que se ven saturados en muchas ocasiones por la precariedad laboral. Algo a lo que se le une una mayor dificultad en la captación de clientes que los no ejercientes.
Según el género, el informe asegura que las preocupaciones varían ligeramente. Eso, a pesar de que las grandes preocupaciones dentro de los jóvenes abogados son la precariedad laboral y la falta de experiencia.
Así pues, «entre los hombres, la captación de clientes destaca en mayor medida entre las principales barreras para iniciar su carrera profesional. Por su parte, las mujeres hacen una mayor referencia a la falta de orientación profesional», destaca el documento.
Una división de preocupaciones que también se produce según el lugar donde trabajen estos jóvenes. «Los abogados/as jóvenes de despachos unipersonales muestran una mayor preocupación por la captación de clientes. Sin embargo, en los despachos grandes destaca la alta competitividad como una inquietud relevante», asegura el informe.
Preocupaciones ante las que el decano Eugenio Ribón señala la necesidad de “apoyo a la Abogacía Joven: Los jóvenes abogados enfrentan desafíos únicos como la precariedad laboral y la dificultad en la captación de clientes. Esto indica la necesidad de programas de mentoría, oportunidades de networking y soporte en el desarrollo de habilidades comerciales y profesionales”.
La conciliación familiar, una asignatura pendiente
«Un 52% de los abogados/as del ICAM declara tener algún tipo de dificultad a la hora de conciliar». Afirmación de este estudio que supone una auténtica losa para los profesionales del sector. También para los más jóvenes.
Según el informe, la conciliación aumenta con la edad en el caso de los abogados. Así pues, los más expertos lo tienen «más fácil» frente a los jóvenes. Algo en lo que también afecta si se debe acudir a los tribunales. Y es que los abogados que acuden a las salas muestran más problemas de conciliación que los que no lo hacen.
«Es en los despachos grandes donde se presentan las mayores dificultades de conciliación» asegura el ICAM junto a GAD3. Una dificultad a la que se unen los ingresos de los jóvenes abogados. «Los comprendidos en el segundo decil (10K-20K) muestran más dificultades».
Respecto a las principales razones que dificultan la conciliación entre la vida personal y laboral, el informe es claro. Y es que, según los encuestados, la excesiva carga de trabajo, la duración de la jornada laboral y la dificultad para establecer límites y desconectar son elementos fundamentales para esta ruptura con la conciliación familiar.
Un problema que afecta especialmente a los jóvenes. Según el informe, «las mayores distancias respecto del resto de grupos entre los abogados jóvenes se dan en relación con la extensión de la jornada laboral y la falta de medidas de flexibilidad».
Algo que hace que muchos jóvenes abogados, entre los 36 y los 45 años de edad, echen de menos políticas públicas de apoyo. Por su parte, los mayores de 45 mencionan la sobrecarga de responsabilidades personales.
Unas diferencias que, sin duda, parecen ser especialmente traumáticas para los jóvenes abogados. Profesionales que tienen que luchar dentro de un sector en el que parece que todo está cambiando. Pero sin atender a sus principales necesidades.
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