Los colegiados del ICAM aprueban la compra del edificio de Serrano 9 con 3.140 votos a favor, el 76,8 % de mayoría
Eugenio Ribón, decano del ICAM, e Isabel Winkels, vicedecana, explicaron las bondades de la operación al comienzo del acto, que, en un principio se calculaba que durara entre una hora y media y dos horas y que se prolongó hasta las cuatro. Foto: Confilegal.

Los colegiados del ICAM aprueban la compra del edificio de Serrano 9 con 3.140 votos a favor, el 76,8 % de mayoría

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21/7/2023 06:31
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Actualizado: 21/7/2023 10:31
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Fue una de las Juntas Extraordinarias más broncas de la historia del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM). Y más largas: 4 horas. Pero La Junta de Gobierno del ICAM, que capitanea su decano, Eugenio Ribón, consiguió, ayer, que se aprobara su propuesta, la compra del medio sótano, la segunda y tercera planta, el ático y el sobreático del edificio de Serrano 9 por 19.120.746 euros, a pagar en 9 años.

El resultado final fue de 3.140 votos a favor –el 76,8 %–, 939 en contra y 5 abstenciones. Pero para llegar a ese desenlace la Junta de Gobierno tuvo que pasar por un auténtico calvario, después de que Ribón y la vicedecana, Isabel Winkels, contaran a los cerca de 500 colegiados que respondieron a la convocatoria del Hotel Novotel de la calle O’Donnell, los beneficios de la adquisición.

Buena parte de esos 500 colegiados tenían votos delegados de colegas que no habían podido asistir, de ahí que la suma total de votos fuera de 4.084.

Mesa
La mesa presidencial estuvo ocupada por los miembros de la Junta de Gobierno del ICAM, con su decano, Eugenio Ribón, y la vicedecana, Isabel Winkels; Ignacio Monedero, secretario general, dirigió todo el acto. Foto: Confilegal.
Plano general
El auditorio, ubicado en el sótano del Hotel Novotel, reunió a cerca de 500 colegiados, de los 74.000 que componen el ICAM. Foto: Confilegal.

Desde las dos alas del auditorio se posicionaron, principalmente, los opositores a la propuesta. A la derecha –visto desde la presidencia del acto– los miembros de la Asociación Libre de Abogados y de Abogadas (ALA), de izquierdas. Y a la izquierda los simpatizantes o componentes del movimiento #J2 (jodidos) que, desde redes sociales y acciones de «lobby» sobre parlamentos autonómicos, presionan para encontrar una solución a las pensiones reducidas que les van a quedar tras cotizar pocas cantidades a la Mutualidad de la Abogacía durante toda su vida.

Entre los asistentes a esta Junta Extraordinaria que dirigió Ignacio Monedero, el secretario general del Colegio, también estaban los dos decanos precedentes del ICAM, Sonia Gumper y José María Alonso.

ALA ABRIÓ EL FUEGO

La conflictividad estalló desde el minuto uno desde el lado de ALA, con la intervención de uno de sus líderes, Pedro Feced, que subrayó la inexistencia de un acuerdo de la Junta de Gobierno para trasladar a la Junta Extraordinaria la propuesta vinculante de la adquisición del resto del edificio que el ICAM ocupa en Serrano 9 y que compartía con la Mutualidad de la Abogacía, que decidió marcharse a otro edificio más amplio de Madrid, en el 106 de Francisco Silvela.

María Andrés Rodríguez, presidenta de ALA, acusó de falta de transparencia y opacidad al decano y a la Junta. Otros adujeron que se estaba pagando por encima del precio de mercado. Se puso en tela de juicio la tasación realizada por Tinsa e incluso lo que costó el video con el que se explicó la operación. Y advirtió sobre la nulidad de la adquisición, caso de judicializarse.

Desde el lado de #J2 se cargaron las tintas sobre toda la operación de forma muy acalorada. Uno de sus componentes, Santiago Carretero, fue más allá, de forma muy respetuosa: «¿Quiero saber si se ha planteado el problema que se tiene con los mutualistas y por qué no está aquí la Mutualidad, su presidente y su director?» y «¿si se han evaluado los daños que van a producir a la Mutualidad con esta operación?».

Santiago Carretero
Santiago Carretero, simpatizante de #J2, fue de los más respetuosos en sus preguntas a la Junta de Gobierno. Foto. Confilegal.

No así, José Antonio García Calle, quien se mostró muy belicoso, interrumpiendo varias veces al decano Ribón, que le recordó que el ICAM se había pronunciado públicamente el 13 de junio mostrando su compromiso en la defensa de todos los colegiados en relación con la Mutualidad. Otro de los líderes del #J2, Ángel López, sin embargo, mantuvo el silencio, sentado en la zona central, alejado de los suyos, mientras observaba muy atentamente.

«Las situaciones de los mutualistas son distintas y los escenarios diversos», dijo Ribón. «El ICAM ha solicitado distintos informes. Hemos tenido contacto con las Direcciones Generales de la Seguridad Social y de Tributos. Nos hemos reunido con responsables políticos. No somos ajenos en absoluto a vuestra preocupación. Pero no confundamos una situación de frustración con la operación de compra del edificio y ni mucho menos permitir que se produzca una situación de pánico sistémico que afecte a la Mutualidad», añadió.

Miguel Durán
Otro de los intervinientes fue Miguel Durán, que planteó si no hubiera sido más lógico construir un edificio al lado de la futura ciudad de la Justicia de Madrid, todavía sin construir. Foto: Confilegal.

José María Alonso, vocal de la Mutualidad de la Abogacía y exdecano del ICAM, respondió de forma contundente –por alusiones– a las afirmaciones que, desde el lado de #J2, se lanzaron contra la Mutualidad y el ICAM, descalificando su viabilidad.

«Soy mutualista desde hace 45 años», declaró Alonso, micrófono en mano. «Puedo entender los derechos subjetivos de los mutualistas. Otra cosa es poner en duda la solvencia de la Mutualidad. Esto que aquí se ha dicho es gravísimo. La Mutualidad gestiona 10.000 millones en activos y dispone de 500 millones de euros en liquidez. La Mutualidad no necesita liquidez y afirmar lo contrario es mentir».

José María Alonso
El exdecano del ICAM, José María Alonso, y vocal de la Mutualidad de la Abogacía, defendió la liquidez de la institución y advirtió contra la propagación de mentiras sobre la liquidez de la Mutualdiad. Foto: Confilegal.

Manuel Valero, vicedecano en la Junta de Gobierno que lideró Sonia Gumper, explicó después, al acabar el acto, que «aquí ha habido una confrontación entre peras y manzanas. Las peras eran la compra del edificio y las manzanas el problema de los mutualistas que están llegando al final de su carrera profesional, principalmente ‘baby boomers’, y que se han dado cuenta de que les va a quedar una jubilación muy corta después de haber cotizado lo mínimo».

La Junta de Gobierno también tuvo apoyos, como Isidro Moreno o Luis Álvarez, ambos de Altodo, que defendieron la bondad de la apuesta del Colegio en esta adquisición.

La votación resultó tumultuosa, con gritos desde el lado de #J2, de «¡pucherazo!, ¡pucherazo!», que, por supuesto, no se produjo.

El resultado fue definitivo.

Casi 8 de cada 10 votantes lo hicieron a favor de la propuesta de adquisición del edificio.

Fue una victoria contundente que dejó a todos, sin embargo, con un amargo sabor de boca.

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