Cada vez son más las mujeres que hay en la Carrera Judicial, pero muy pocas llegan a puestos de poder.
Techos de cristal: Muy pocas mujeres llegan a cargos de poder en la Carrera Judicial
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09/3/2024 00:45
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Actualizado: 08/3/2024 21:23
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Cada vez son más las mujeres que hay en la Carrera Judicial. Por poner un ejemplo, de los 160 integrantes de la 72ª promoción cuyos despachos se entregaron el 14 de febrero, 160 eran mujeres y 41 hombres.
En cambio, son pocas las que llegan al poder. Por ejemplo, en el Tribunal Supremo, de los 69 magistrados que hay -actualmente 44 al haber 25 vacantes por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- tan sólo hay 10 mujeres.
En la Sala de lo Civil está María de los Ángeles Parra Lucán; en la Sala de lo Penal, Ana María Ferrer García -que además fue la primera mujer miembro de la Sala Segunda- y Carmen Lamela Díaz y Susana Polo.
Por otro lado, en la Sala de lo Contencioso-Administrativo están Esperanza Córdoba Castroverde, María Isabel Perelló Domènech y María del Pilar Teso Gamella; en la de lo Social María Luz García Paredes y Concepción Rosario Ureste García. Y, por último, en la de lo Militar, Clara Martínez de Careaga y García.
Ninguna de ellas es, actualmente, presidenta de Sala.
Y es que hasta 2020, ninguna mujer había presidido ninguna Sala en sus 200 años de historia. Fue en esa fecha cuando María Luisa Segoviano se convertía en la presidenta de la Sala de lo Social. Tras jubilarse en 2022 le siguió Rosa María Virolés, que también se jubiló en 2023.
En las presidencias de los TSJ, sólo hay dos mujeres
Otro dato significativo es que de los 17 tribunales superiores de justicia, tan sólo dos están presididos por mujeres. Son el de Extremadura, con María Félix Tena Aragón y Valencia, con María Pilar de la Oliva.
Centrándonos en las presidencias de Sala, que hay tres por tribunal, que son Civil y Penal; Contencioso-Administrativo y Social, se observa, también, la falta de mujeres. De las 51 que hay, tan sólo ocupan 16.
E incluso hay Comunidades Autónomas en las que no hay, como es en el caso de Asturias, Cataluña, Islas Baleares y Las Palmas de Gran Canaria.
Respecto a las Audiencias Provinciales, continúa en la misma tendencia. De las 50 provincias -Ceuta y Melilla están integradas en las de Cádiz y Málaga- tan sólo 9 mujeres son presidentas.
Se encuentran en las Audiencias de Lugo, León, Vizcaya, Álava, Lleida, Guadalajara, Valencia, Ciudad Real y Málaga.
La mujer hace peor carrera en el escalafón por la maternidad y labores de crianza
Carmen Gámiz, magistrada de los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer y miembro del Comité Nacional de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) ha explicado que aunque en el mundo de la judicatura ha habido cambios, no son suficientes porque la representación femenina todavía es muy pequeña en proporción a los varones.
Ha comentado que cree que llegan menos mujeres a puestos altos porque se siguen perpetuando los tradicionales roles de género. “La mujer hace peor carrera en el escalafón debido a la maternidad y a las labores de crianza". Ello "relega durante unos años muy importantes su proyección profesional”.
En este sentido, ha añadido que "tienen menos ocasión de hacer relaciones profesionales y de promocionarse para esos puestos". Por lo que ha resaltado que sigue faltando, al igual que en otros ámbitos, una corresponsabilidad de las tareas. "Hay una dificultad para conciliar".
Sin embargo, les diría a aquellas juezas jóvenes que quieren crecer profesionalmente que no se desanimen y que se postulen para puestos de nombramientos discrecionales o gubernativos.
"No tienen que dejarse atrapar por el síndrome del impostor, las animaría a seguir adelante en el camino hacia la igualdad para no perder ningún derecho conseguido por las que nos precedieron y lucharon por ello".
Y es que, tener más mujeres en cargos de poder “daría una percepción más igualitaria de la Carrera Judicial. “No se corresponde con la composición demográfica la foto que cada año se publica a raíz de la apertura del año judicial con SM el Rey en el Tribunal Supremo en la que casi todos los integrantes son varones”.
Por ello, ha comentado que desde la AJFV llevan años concienciados con esto. "En 2018 se creó nuestra Comisión de Igualdad que tiene el firme propósito de contribuir a la sensibilización sobre la necesidad de seguir avanzando en la consecución de la igualdad material y no meramente formal de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres".
Preguntada si cree que la próxima renovación del CGPJ podría ser una oportunidad para aumentar el número de mujeres en la cúpula judicial, se ha mostrado escéptica. No cree que eso ocurra “si no cambia el sistema para establecer unos criterios objetivos de ponderación de los méritos en los nombramientos de libre designación”.
Cambiar la Justicia desde dentro
Gloria Poyatos es magistrada de la Sala de lo Social del TSJ de Canarias y expresidenta y socia cofundadora, de la Asociación Mujeres Juezas de España (AMJE).
Cuando accedió a la carrera judicial en 2010, no había mujeres ni en la Sala de lo Civil ni en la Penal del Supremo. "Y la primera llegó a la Sala de lo Social sólo 8 antes" pero "14 años después y siendo el 58% de la carrera judicial", la cosa es similar. "Avanzamos a pasos de tortuga".
Por lo que ha destacado que más mujeres en la cúpula judicial sería más representativo de cara a la ciudadanía. "Daría más confianza".
Para Poyatos son claras las razones por las que considera que las mujeres no llegan a puestos altos. "Las estadísticas del propio CGPJ en materia de licencias por cuidados familiares son monopolizadas por ellas. Mientras cuidas no puedes engrosar el currículum académico".
Y, también, por la "devaluación intelectual de las mujeres". Como ejemplo pone a la magistrada Pilar Alonso, que consideró que se le había discriminado por su sexo para presidir el TSJ de Murcia.
Asimismo, ha destacado que uno de los mayores desafíos que tienen las mujeres juezas es feminizar la Justicia para que puedan realizarse profesionalmente igual que los jueces integrando sus expectativas, aspiraciones y preocupaciones para que no es cueste el doble lograr sus retos profesionales.
"Hay que hacer realidad la conciliación familiar y laboral, que en la actualidad es una quimera dada la sobrecarga de trabajo". Dicha sobrecarga "perjudica más a las juezas tal y como se puso de manifiesto en la valoración de riesgos psicosociales efectuada por el CGPJ en 2017".
De modo que ha aconsejado a las juezas que están empezando su carrera que reivindiquen sus experiencias, aspiraciones y necesidades.
El papel que juega AMJE "es sustancial" ya que "la sola existencia de una asociación de mujeres juezas en nuestro país es una reivindicación de una Justicia realimente igualitaria. Empujamos desde la práctica, la justicia con perspectiva de género que promovíamos a través de nuestras propias sentencias, dando cumplimiento efectivo a las obligaciones internacionales".
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