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Opinión | Marca personal: cómo vencer las 7 barreras de la visibilidad profesional

Opinión |  Marca personal: cómo vencer las 7 barreras de la visibilidad profesional
La columnista, Irene Blasco, es directora de Comunicación y Marketing de RSM Spain, firma de servicios de auditoría, legal, fiscal y consultoría. Foto: RSM.
30/5/2024 06:30
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Actualizado: 29/5/2024 23:41
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Si a los responsables de Comunicación y Marketing de una firma de servicios profesionales nos dijeran que podemos pedir un deseo para concedérnoslo con una varita mágica… “Que mis profesionales escriban contenidos de calidad, de forma regular” ganaría por goleada, estoy segura. 

Nosotros podemos ocuparnos de un importante número de temas relacionados con la notoriedad y el posicionamiento de la marca, pero para posicionar en el mercado servicios de auditoría, consultoría, legales o fiscales necesitamos, sí o sí, trabajar con los socios de la firma y sus equipos.

Su grado de implicación puede variar ya que, desde nuestros departamentos, con los recursos adecuados, podemos proponer temas de actualidad e intentar facilitar esta tarea lo más posible, pero, sin duda, la calidad de los contenidos y el valor que éstos aportan en un escenario de constante ruido informativo depende directamente de ellos.

Esto, que es sin duda una gran oportunidad para mostrar el talento y la calidad técnica de las personas que componen los equipos de una firma, desarrollando sus marcas personales, puede ser un arma de doble filo y convertirse en un tema muy difícil de gestionar para unos profesionales que siempre están muy ocupados, se deben a sus clientes y tienen muchas más obligaciones de todo tipo a nivel interno.

Con el ánimo de analizar los obstáculos más comunes que los profesionales de nuestro sector encuentran para generar nuestros ansiados contenidos, y lanzar algunas posibles fórmulas mágicas, a falta de varitas, aquí van siete barreras a derribar para beneficiarse de la magia de una marca personal potente que nos permita posicionarnos dentro de nuestra especialidad y atraer a los clientes adecuados.

1. Falta de tiempo para escribir y estar en redes sociales

Los profesionales que prestan servicios complejos tienen agendas muy ocupadas, el cliente es siempre la prioridad y, además, por la naturaleza de estas firmas, los socios también tienen que dedicar tiempo a la gestión comercial y de equipos, entre otras cosas.

Apliquemos la regla del menos, es más. En lugar de exigirnos una frecuencia poco realista, empecemos con un objetivo que podamos cumplir y que podamos desarrollar poco a poco.

Un artículo corto al mes, 10 minutos al día en LinkedIn durante un café…todo, si se hace con constancia, va sumando a la cuenta final.

2. Síndrome del impostor o de ser poco interesante

Más extendido de lo que pensamos, muchos profesionales no consideran ser lo suficientemente expertos para publicar sus opiniones, o no creen tener temas lo suficientemente interesantes sobre los que escribir.

Frecuentemente, los temas de actualidad son los que los profesionales tienen “encima de la mesa”. Los asuntos que están resolviendo o las dudas que están respondiendo en ese momento a sus clientes pueden ser el artículo que los medios o las redes están esperando.

3. No tener claro el objetivo del artículo y la audiencia a la que nos dirigimos

No solo se trata de escribir, sino de comunicar de la forma adecuada para lograr un fin concreto y llegar a un público específico. ¿Queremos profundizar sobre un tema regulatorio para una revista especializada, que leen otros profesionales?

Es el momento de aprovechar nuestro conocimiento más profundo y utilizar un lenguaje más técnico.

¿Estamos explicando un cambio legislativo y cómo afecta a las empresas?

Hablemos claro y vayamos al grano: cuáles son los cambios específicos, qué acciones hay que tomar, cómo podemos ayudar nosotros. 

4. Resistencia cultural y conflicto de interés

Cuando el tiempo es limitado, los profesionales van a dedicarse a lo que vean que se valora en su firma u organización.

En este caso los socios son los que sirven de ejemplo y si no solo practican, sino que animan a sus equipos a trabajar su marca personal, se generará una dinámica positiva y cada vez más potente en este sentido. Profesionales conocidos y reconocidos atraen buenos clientes, así que los beneficios superan con creces los posibles riesgos.

5. Miedo a que te copien

Algunos profesionales tienen cierto recelo a compartir información sobre sus conocimientos y estrategias relacionadas con las soluciones que ofrecen a sus clientes para evitar facilitarle la vida a la competencia. Ya decía Oscar Wilde que » La imitación es la mejor forma de halago” y el peligro que representa la posibilidad de ser copiado es mucho menos significativo que la posibilidad real de convertirse en un referente en la materia, y conseguir clientes, cuando se publican contenidos de calidad.

6. Riesgo de dar opiniones que resulten controvertidas

Expresar opiniones que puedan entrar en conflicto con los interese de la firma, colegas, clientes o potenciales clientes son miedos razonables a la hora de lanzarse a publicar.

Desde los departamentos de comunicación siempre recomendamos ofrecer un punto de vista estrictamente profesional, como experto en la materia, evitando hacer juicios de valor o entrar en política, religión o fútbol… aquí aplican las mismas normas que rigen en la mesa de una familia bien avenida.

7. Dificultad (o prisa) para medir el retorno de la inversión

El posicionamiento y el reconocimiento no pueden llegar de un día para otro, la constancia y la paciencia son dos requisitos imprescindibles para conseguir nuestros objetivos.

La creación de una marca personal es como una buena inversión, hay que destinar los recursos puntualmente y olvidarse durante un tiempo, si tenemos consistencia los resultados llegarán.

En un momento en el que a un buen profesional no le basta con serlo, sino que también debe parecerlo, creo que es muy interesante plantearse si, como individuos, estamos aprovechando toda la potencia de las herramientas que tenemos a nuestro alcance en este sentido, y como organizaciones, si estamos dedicando los recursos y poniendo los medios suficientes para fomentar que las marcas personales de nuestros profesionales impulsen la notoriedad y el posicionamiento de nuestra firma.

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