De hacer vídeos en internet a verse las caras con la Justicia: ‘influencers’ condenados por su contenido
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29/8/2024 05:33
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Actualizado: 29/8/2024 20:42
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Los ‘influencers’ están revolucionando la forma en que las marcas se comunican con el público. A través de plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, estas personas han logrado construir comunidades de seguidores que confían en sus opiniones y recomendaciones.
Lo que comenzó como una tendencia, se ha convertido en una herramienta esencial para el marketing digital, permitiendo a las empresas conectar con su audiencia de manera directa. Pero con esta visibilidad, también han surgido problemas legales.
Algunos han sido acusados de promover actividades peligrosas o condenados por vulnerar el honor de una persona.
Es más, ayer, el Ayuntamiento de Alicante acordó denunciar ante la Fiscalía al popular influencer Nil Ojeda que cuenta con 4,4 millones de seguidores en YouTube. Ello por instar, con fines publicitarios, a que la gente simulase ahogamientos en las playas para ganar productos de su marca MilfShakes.
Unos hechos que provocaron gran desconcierto entre los socorristas. Pues tuvieron que desatender los puestos de vigilancia en una jornada con bandera amarilla por el intenso viento de levante.
Los servicios jurídicos estiman que el reto podría violar la Ley 13/2022, conocida como ley influencer, al promover un acto que puede incitar a la comisión de un delito de simulación de peligro. Algo que está prohibido en comunicaciones audiovisuales.
Llamar «caranchoa» a un repartidor
Hace 8 años, el youtuber Sergio Soler, conocido como MrGranBomba y que tenía medio millón de suscriptores, hizo un contenido para su canal que le salió muy caro.
Los hechos sucedieron en septiembre de 2016 en una calle de Alicante. El youtuber, que se dedicaba a grabar bromas y burlas a ciudadanos anónimos para subirlas a internet, preguntó a un repartidor de profesión por la localización de la zona de tiendas.
Durante la conversación, el influencer le llamó “caranchoa” en al menos dos ocasiones. Éste respondió dándole una bofetada. El vídeo se hizo viral y millones de personas se posicionaron en favor del trabajador. Un año después de estos hechos, vendió su canal.
Y justo el verano pasado, la Audiencia Provincial de Alicante confirmó que debía pagar al repartidor 20.000 euros en concepto de daños morales. Sentencia que fue firme al no ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
Los magistrados entendieron que se vieron dañados el derecho al honor y a la propia imagen del repartidor. Asimismo, fue exculpado de un delito de injurias graves porque el insulto «caranchoa» no estaba en la RAE.
Por otro lado, el bofetón tampoco le salió gratis al repartidor. Fue condenado a pagar una multa de 30 euros por un delito leve de lesiones.
Por vulnerar el honor y la imagen de su expareja
El youtuber Daniel Santomé, más conocido como Dalas Review, con 11,2 millones de seguidores, se ha visto envuelto en diversas polémicas en los tribunales.
La más reciente, la sentencia que la Audiencia Provincial de Barcelona emitió el mes pasado en la que se confirmaba que debía indemnizar al padre de su expareja, conocida como Miare, también influencer, por vulnerar su honor e imagen en internet. Tendrá que pagarle 12.000 euros.
Profirió expresiones injuriosas como «maltratador» o «delincuente» en 9 vídeos y mostró su rostro sin su consentimiento. Aunque eso sí, no tendrá finalmente que leer la sentencia una vez por semana en su canal de YouTube al entender los magistrados que ello no sólo no aportaba nada, sino que alimentaba el conflicto.
Burlarse de un mendigo
En 2022, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ratificó la condena Kanghua Ren, alias ReSet, a 15 meses de cárcel y a no poder subir vídeos a YouTube durante 5 años por un delito contra la integridad moral. Por aquel entonces tenía 1,5 millones de seguidores.
Se grabó ofreciendo galletas rellenas de pasta de dientes a un mendigo para reírse de él y subirlo a su canal de Youtube. Lo monetizó.
La víctima, G.L., llegó a ingerir las galletas recibidas y como consecuencia de ello tuvo vómitos y molestias digestivas sin llegar a precisar asistencia facultativa.
El youtuber borró el vídeo después. El 24 de enero de 2017 fue a buscar al mendigo con sacos de dormir y mantas, le ofreció 300 euros para que no le denunciara y le propuso pasar la noche con él para hacer un nuevo vídeo «para tratar de congraciarse con la opinión pública», aunque fue interceptado por la Guardia Urbana.
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