Iberdrola, a pesar de haber perdido, se muestra satisfecha por la victoria social que ha supuesto que se haya hablado de forma generizada sopbre el "greenwashing"" y se denuncien las prácticas de ecopostureo . Foto: EP.
La Justicia desestima la demanda de Iberdrola contra Repsol por «greenwashing»
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25/2/2025 20:28
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Actualizado: 25/2/2025 20:31
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El magistrado Carlos Martínez de Marigorta, titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander ha desestimado la demanda de Iberdrola contra Repsol. No hay publicidad engañosa ni competencia desleal. La eléctrica no ha conseguido probar lo contrario.
El caso, el primero en España por ‘ecopostureo’, se cierra sin condena en costas para Iberdrola. La sentencia, publicada este martes, puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia Provincial de Cantabria.
El magisrtrado lo deja claro: la publicidad y la web de Repsol no inducen a error sobre su naturaleza. Repsol es una compañía multienergética, pero su origen petrolero es incuestionable.
El consumidor español lo sabe. Un 98,4% la reconoce y un 97,7% la asocia a gasolineras y combustibles. Nadie se engaña con esto.
Además, el juez recalca que Repsol no vende sus productos como más ecológicos ni menos dañinos. Sus mensajes se centran en compromiso con la sostenibilidad, no en promesas sobre la eficiencia o impacto ambiental de sus productos.
QUÉ ES EL «GREENWASHING»
La demanda de Iberdrola, presentada hace un año y juzgada en noviembre, acusaba a Repsol de ‘greenwashing’.
El «greenwashing» es una estrategia de marketing utilizada por empresas para proyectar una imagen de responsabilidad ambiental sin realizar cambios reales en sus prácticas. Consiste en exagerar o falsear el impacto positivo de sus acciones sostenibles para atraer a consumidores preocupados por el medio ambiente.
Según la eléctrica, la petrolera promovía iniciativas sostenibles mientras seguía impulsando el consumo de carburantes. Pedía que se declarara la competencia desleal, se ordenara el cese de estas campañas y se prohibiera su repetición.
Repsol defendió su estrategia: responde a la demanda de la sociedad con precios competitivos y la menor huella de carbono posible. Asegura que en cinco años se ha transformado en una compañía multienergética con una oferta única en España.
La sentencia señala que la transición energética es un proceso complejo y que las empresas del sector pueden comunicar sus estrategias de sostenibilidad sin que ello implique engaño al consumidor.
El magistrado Martínez de Marigorta destaca que no hay pruebas de que Repsol exagere sus avances en energías renovables ni que desinforme al público sobre su actividad principal.
Iberdrola había basado su acusación en la idea de que Repsol buscaba mejorar su imagen ambiental sin cambios significativos en su modelo de negocio.
Sin embargo, el tribunal concluye que la información proporcionada por Repsol es transparente y no induce a error. Además, subraya que el debate sobre sostenibilidad debe abordarse desde una perspectiva legal clara, sin interpretaciones subjetivas.
Este fallo marca un precedente en la regulación del ‘greenwashing’ en España, donde no existe una normativa específica. La resolución refuerza la necesidad de criterios objetivos en la evaluación de prácticas empresariales sostenibles.
El ‘greenwashing’ no está tipificado en el derecho español. La justicia, por ahora, no ve engaño.
IBERDROLA, SATISFECHA
Iberdrola se muestra «satisfecha por la victoria social que ha supuesto que, por primera vez se hable de forma generalizada entre la opinión pública y se denuncien las prácticas de ecopostureo, de lavado verde, de empresas contaminantes que tratan de presentarse como si no lo fueran», según han explicado fuentes de la energética a Confilegal.
«Es un avance también que las administraciones públicas, organizaciones ecologistas, las asociaciones de consumidores hayan denunciado las mismas prácticas que denuncia nuestra compañía», han añadido.
Es también una victoria social que el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa hayan propiciado una directiva que empodera a los consumidores, una legislación específica contra las prácticas desleales y frente al «greenwashing».
«Con esta directiva en vigor y una vez traspuesta a nuestro país se atenderá un cierto vacío legal sobre esta materia en España. Otros países de nuestro entorno (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia entre otros) ya han tomado medidas severas con multas e incluso con la prohibición de publicidad de productos altamente contaminantes», han subrayado.
De acuerdo con Iberdrola, la «lucha contra el greenwashing tiene aún mucho camino por recorrer y la creación de una opinión pública contraria a esas prácticas es una responsabilidad colectiva de una sociedad cada vez más concienciada en contra de aquellas actividades que aceleran el cambio climático».
Porque «la ciudadanía demanda una información veraz, clara y sin engaños y por ello seguiremos denunciando aquellas actitudes y comportamientos que disfracen la verdad».
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