Augusto Ferrer-Dalmau, "el pintor de batallas", amigo de Manuel Marchena, fue quien le entregó el premio al magistrado del Tribunal Supremo. Foto: Yolanda Rodríguez/Confilegal.
Manuel Marchena, premiado por la Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constituciones
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01/3/2025 05:37
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Actualizado: 01/3/2025 10:59
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El expresidente de la Sala de Penal del Tribunal Supremo y magistrado del alto tribunal, Manuel Marchena fue uno de los galardonados anoche en la V Edición de los Premios Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constituciones, presidida por la abogada Emilia Zaballos.
Marchena fue premiado por su dedicación, integridad y compromiso con la defensa de los valores democráticos y el Estado de Derecho. Su impecable trayectoria al frente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de España ha sido fundamental para el fortalecimiento de la justicia y la defensa de los derechos fundamentales.
El que fuera presidente del Tribunal en el juicio del «procés», lo que marcó un antes y un después en la percepción positiva de la justicia española, recibió la pasada noche el premio de manos de su gran amigo, Augusto Ferrer-Dalmau, pintor español conocido como el “Pintor de Batallas”, al que él, en su discurso. se ha referido sumándose «a los que creen que es el Velázquez del siglo XXI».
En sus agradecimientos, Marchena ha dado las gracias a su «familia, -su mujer, Sofia, estaba acompañándole en este evento-, a sus compañeros, a Emilia Zaballos, al jurado y, de un modo especial a la Infanta Elena, que añade relevancia institucional a este acto».
En un discurso cargado de toques de humor y que ha provocado en varias ocasiones las risas del público, Marchena bromeaba con la concesión del premio asegurando que me he quedado muy tranquilo porque Emilia ha dicho antes que esta decisión no es recurrible. Pensaba, a lo mejor se puede recurrir. Me daba miedo que, de repente se formalice algún recurso y que alguien dijera ‘nos hemos equivocado'».
Por último, ha querido hacer suyas las palabras de una de las presentadoras de la Gala, Ana Terradillos, cuando ha dicho que «había que ser breves», y en tono jocoso lo ha «traducido a términos jurídicos», y ha afirmado que «La Constitución prohíbe los tratos inhumanos y degradantes y de seguir hablando lo estaría incumpliendo».
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