“La Administración Trump ha renunciado a liderar la vigilancia sobre la corrupción internacional”, aseguró también de forma contundente Diego Cabezuela, presidente de InLaw Alliance y sénior partner de Círculo legal.
La Administración Trump se desentiende de la lucha contra la corrupción internacional
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14/4/2025 14:05
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Actualizado: 14/4/2025 14:15
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La suspensión de la norma norteamericana contra las prácticas corruptas en el extranjero (FCPA) el pasado 10 de febrero ha dejado al mundo “huérfano de ese supercomisario mundial que era el Departamento de Justicia de los Estados Unidos”, afirmó Felipe García, socio director de Círculo Legal.
Fue en el webinario «¿Adiós a la FCPA?. USA abandona la lucha contra el soborno internacional», en el que tomaron parte expertos de primer orden, en materia de Compliance y derecho penal econó
El objetivo que animó este encuentro fue el de analizar el futuro de la lucha contra la corrupción internacional, sin el respaldo del que hasta ahora había sido su principal estandarte: Estados Unidos.
Todo ello organizado por InLaw Alliance, red internacional de firmas de abogados, y el Latin American Quality Institute (LAQI) y en el que tomaron parte expertos de primer orden, en materia de Compliance y derecho penal económico.
“La Administración Trump ha renunciado a liderar la vigilancia sobre la corrupción internacional”, aseguró también de forma contundente Diego Cabezuela, presidente de InLaw Alliance y sénior partner de Círculo legal.
En este encuentro telemático quedó claro que el presidente estadounidense Donald Trump ha ordenado la suspensión –de momento, temporal–, de la Foreign Corrupt Practices Act (FCPA) o Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero, con lo que se han paralizado, por ahora, todas las investigaciones, incluso abriendo la puerta a revisar las sanciones impuestas en el pasado, en aplicación de esta ley.
La decisión, articulada a través de una orden ejecutiva del presidente Trump, limita la acción de los fiscales federales y condiciona cualquier procedimiento a la autorización expresa de la Fiscal General.
Según el propio texto, la aplicación de la FCPA estaría “obstaculizando los intereses estratégicos y comerciales de Estados Unidos”, lo que ha encendido las alarmas de la comunidad jurídica internacional y de organismos internacionales comprometidos en la lucha por la transparencia, como la OCDE.
Daniel Maximilian Da Costa, presidente de LAQI abrió el encuentro con una llamada a la acción: “Cuando unos retroceden, otros deben avanzar”. Y añadió: “No podemos darnos el lujo de bajar el estándar ético. La integridad no es un accesorio: es el eje”.
“La comunidad jurídica internacional entró en ‘shock’”
Diego Cabezuela contextualizó, en su presentación la gravedad de la situación: “La comunidad jurídica internacional entró en ‘shock’, cuando la Administración Trump puso en suspenso la FCPA”.
El letrado recordó que esta ley, nacida en 1977, tras el escándalo Watergate, convirtió a EE.UU. en “una especie de gendarme mundial contra la corrupción”; fue clave en la creación y difusión de la responsabilidad penal de las personas jurídicas.
“El avance en las últimas décadas, en la lucha contra la corrupción internacional había sido difícil, pero notable”, advirtió Cabezuela, para, después, plantear varias preguntas de calado: “¿Va Estados Unidos a bajar definitivamente los brazos en la lucha contra el soborno internacional? ¿Ha llegado, realmente, el momento de que Occidente tenga que seguir adelante en esto, solo, sin Estados Unidos?”.
Alonso: “Trump ha dicho basta”
El exfiscal federal del Departamento de Justicia de EE.UU. Daniel R. Alonso, experto en investigaciones internas y anticorrupción, ofreció una presentación detallada sobre la historia y alcance de la FCPA.
“Estados Unidos ha sido el líder en la vigilancia internacional del cumplimiento de las leyes hasta febrero de este año”, recordó. Pero “Trump ha dicho basta, o por lo menos una pausa de 180 días, probablemente de un año”.
Alonso explicó que ahora todas las investigaciones deben ser autorizadas personalmente por la Fiscal General, Pam Bondi. Y se está dando prioridad a casos relacionados con cárteles y crimen organizado, excluyendo aquellos centrados únicamente en prácticas corruptas en licitaciones o contratos públicos. “Esto no va a apoyar un programa robusto de FCPA”, lamentó.
Aun así, advirtió: “Ustedes no deberían renunciar al Compliance anticorrupción. El plazo de prescripción es de cinco años y el mandato de Trump es de cuatro. Puede venir otra administración con políticas muy distintas”.
En su intervención, Alonso presentó una gráfica con los diez mayores casos sancionados bajo la FCPA, entre los que figuran nombres tan conocidos como Odebrecht (Brasil, 2016), sancionada con 3.560 millones de dólares; Goldman Sachs (EE. UU., 2020), con 3.300 millones; y Airbus (Holanda/Francia, 2020), con 2.090 millones.
También se destacaron los casos de Petrobras (2018), Telia Company AB (Suecia, 2017), Siemens (Alemania, 2008), Alstom (Francia, 2014), VimpelCom (Países Bajos, 2016), TechnipFMC (Francia/Reino Unido, 2019) y el más reciente en la lista: Telefónica Venezolana (España, 2024), con una sanción de 85 millones de dólares.
Alonso subrayó que, de todos estos casos, únicamente una empresa es estadounidense, lo que refleja la potente extraterritorialidad de la aplicación de la FCPA.
América Latina y Europa no se relajan
Ingrid Matos, «Chief Compliance Officer» de QGMI, resaltó la influencia de la FCPA en Latinoamérica: “La norma americana ha venido en ola desde Estados Unidos. Las normativas anticorrupción empezaron a saltar desde 2012”, afirmó, citando el caso de Brasil como ejemplo. “Una gran influencia fue la metodología de evaluación de programas de compliance y sus criterios de eficiencia”.
Desde Europa, Ana Prado, «General Counsel» de Mercedes-Benz France, subrayó que “sería un grave error relajar los programas de cumplimiento”.
Aunque consideró que la suspensión “no va a tener el impacto que podríamos pensar”, sí alertó de que “puede provocar distorsiones” y generar “rechazo social” hacia las empresas que adopten políticas más laxas.
Prado también fue tajante sobre las cláusulas antisoborno: “No creo que haya modificación ni, por supuesto, supresión de esas cláusulas en los contratos”.
“Nos quedamos huérfanos del comisario global”
Para el socio director de Círculo Legal, Felipe García, la clave está en quién tomará el relevo: “Nos quedamos huérfanos de ese superpoder, ese supercomisario mundial que era el Gobierno de los Estados Unidos”.
Propuso que la Unión Europea impulse una autoridad supranacional para perseguir los delitos de corrupción internacional, como ya ocurre en materia de blanqueo de capitales con la creación de AMLA.
En su intervención final, García advirtió también del riesgo de una aplicación parcial o discriminatoria de la ley: “Puede haber un uso que comprometa la imparcialidad que hasta la fecha tenía la FCPA”.
El cierre del evento lo realizó nuevamente Daniel Da Costa, con un mensaje rotundo: “Las leyes pueden pausarse. Los principios, no”.
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