Fernando Santiago Ollero: «CEPYME no debe ser una sucursal de la CEOE»
El presidente del Consejo General de Gestores Administrativos, Fernando Santiago, explica la importancia de que CEPYME sea independiente. Foto: Confilegal.

Fernando Santiago Ollero: «CEPYME no debe ser una sucursal de la CEOE»

|
16/5/2025 15:07
|
Actualizado: 16/5/2025 15:07
|

Fernando Jesús Santiago Ollero, presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España y del Colegio de Madrid, defiende en esta entrevista su apoyo a Gerardo Cuerva para renovar un nuevo mandato al frente de la Presidencia de CEPYME.

Destaca su independencia, compromiso con las pymes y rechazo a la influencia de la CEOE, mientras subraya los retos del sector y la necesidad de una voz propia.

¿Qué factores concretos de la gestión de Gerardo Cuerva le han convencido para apoyarlo públicamente en su candidatura a la presidencia de CEPYME?

Apoyo a Gerardo Cuerva porque ha demostrado que su compromiso con las pequeñas y medianas empresas no es solo una declaración de intenciones, sino una línea de trabajo constante.

Durante su mandato ha defendido la singularidad de las pymes frente a los intereses de las grandes corporaciones y ha fortalecido la estructura de CEPYME como una organización útil, técnica y políticamente influyente.

Su gestión se ha caracterizado por la independencia, la cercanía al tejido empresarial real y la valentía para defender posturas incómodas cuando ha sido necesario.

En su crítica a la candidatura de Ángela de Miguel, menciona que es una maniobra impulsada por la CEOE. ¿Cuál es el peligro que ve en que la CEOE controle la autonomía de CEPYME?

La CEOE tiene su papel, y es legítimo. Pero CEPYME no debe ser una sucursal de la CEOE. Las pymes representan una realidad económica, social y política distinta, y necesitan una voz propia.

Cuando una candidatura se impulsa con una lógica de control desde otra organización, se pierde la esencia de CEPYME como espacio autónomo y crítico.

El peligro es que la agenda de las pymes se diluya en prioridades que no les son propias, y que su representación quede subordinada a decisiones tomadas desde otros intereses.

Usted ha afirmado que la elección de Cuerva garantiza una voz fuerte e independiente para las pymes. ¿Qué aspectos de la situación actual considera que amenazan esta independencia, y cómo puede Cuerva contrarrestarlos?

Hoy hay una tendencia creciente a concentrar la interlocución institucional en pocas manos, a homogeneizar el discurso empresarial como si la gran empresa y la pyme vivieran la misma realidad.

Esa concentración amenaza la pluralidad y la representación efectiva. Gerardo Cuerva, por su trayectoria y actitud, ha sabido plantarse cuando ha sido necesario, defender espacios propios para CEPYME y apostar por la capilaridad, por la escucha activa al conjunto del tejido empresarial.

Su reelección refuerza un modelo de representación donde las pymes no solo están, sino que deciden.

¿En qué sentido cree que el apoyo de Cuerva a las pymes podría ser más efectivo que el de otros candidatos, como Ángela de Miguel, que representa una visión distinta?

La diferencia es de fondo y de método. Cuerva ha recorrido el país, ha hablado con organizaciones territoriales y sectoriales, ha escuchado a los pequeños empresarios. No responde a un aparato, responde a una realidad viva.

Su visión no está construida en un despacho, sino en el contacto directo con la pyme. Eso le da legitimidad y eficacia. Otros proyectos nacen más del cálculo que del compromiso, y eso se nota: en los equipos, en las alianzas, en la forma de afrontar los problemas.

«Cuando una candidatura se impulsa con una lógica de control desde otra organización, se pierde la esencia de CEPYME como espacio autónomo y crítico».

¿Qué piensa sobre la relación entre la CEOE y CEPYME en los últimos años, y cómo debería evolucionar para asegurar que las pequeñas y medianas empresas mantengan una representación genuina e independiente?

La relación debe ser de cooperación, pero no de subordinación. CEPYME debe ser un interlocutor leal, pero no sumiso. En los últimos años, gracias al liderazgo de Cuerva, hemos conseguido recuperar espacios propios, abrir debates que antes se cerraban en despachos lejanos.

La relación con CEOE debe basarse en el respeto mutuo y en la diferenciación de agendas. La patronal grande tiene su papel, pero las pymes tienen otro, y es insustituible. Esa dualidad debe protegerse y fortalecerse.

¿Cómo encaja su presencia en la lista de Cuerva para el Comité Ejecutivo de CEPYME dentro de su apoyo a su candidatura? ¿Qué papel espera jugar en el futuro de la organización?

Mi presencia en la lista responde a una convicción: no se puede criticar desde la barrera, hay que implicarse. He trabajado muchos años con colectivos profesionales, autónomos y microempresas, y creo que puedo aportar una mirada útil, especialmente en ámbitos como la simplificación administrativa, el acceso a ayudas, la digitalización y el relevo generacional.

Si resulto elegido, me comprometo a trabajar con lealtad, sin agendas ocultas, defendiendo siempre a los que menos voz tienen.

En su opinión, ¿cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las pymes en el contexto actual, y cómo cree que Gerardo Cuerva está mejor preparado para abordarlos frente a la competencia?

La financiación, la sobrerregulación, la incertidumbre política y la falta de relevo son hoy los grandes desafíos. A eso se suma la necesidad de adaptarse a un entorno digital y global sin perder el arraigo territorial.

Gerardo Cuerva entiende esos desafíos porque los ha vivido como empresario y los ha gestionado como presidente. Ha estado en las mesas donde se decide y ha levantado la voz cuando ha hecho falta. Su liderazgo no es de escaparate, es de contenido. Y, en tiempos de ruido, eso marca la diferencia.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Política