Begoña Mollá alertó sobre los efectos de las reformas judiciales durante el acto solemne celebrado en la Ciudad de la Justicia de Valencia.
La decana de los procuradores de Valencia advierte sobre el riesgo de crear «dos tipos de justicia» con la introducción de los MASC
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21/6/2025 00:45
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Actualizado: 20/6/2025 23:24
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«Se corre el riesgo de crear dos tipos de justicia: una para quien puede pagar un mediador y otra para quien no».
Con esta contundente advertencia, la decana del Colegio de Procuradores de Valencia (ICPV), Begoña Mollá, criticó ayer la implantación de los medios alternativos de resolución de conflictos (MASC) como requisito obligatorio antes de acudir a los tribunales, medida incluida en la reciente Ley 1/2025 de eficiencia del servicio público de justicia.
Fue durante el acto solemne de jura de nuevos procuradores y homenaje a los profesionales con 25 años de ejercicio, celebrado en la Ciudad de la Justicia de Valencia. En ese marco Mollá cargó contra una reforma que, a su juicio, “puede cercenar el derecho de acceso a la justicia” para los ciudadanos con menos recursos.
“Estas medidas se están aprobando sin contar con los operadores jurídicos, sin valorar su impacto social y sin prever las inversiones necesarias para que funcionen con garantías”, denunció.
Un sistema que no acompasa su ritmo al de la procura
Más allá de la crítica a los MASC, la decana ofreció una radiografía clara del estado actual de la justicia: descompensado, lento y tecnológicamente desigual.
En contraste, destacó la capacidad de adaptación de los procuradores, que han pasado del papel y el calco al expediente electrónico y a plataformas como Lexnet, Acceda u Horus.
Sin embargo, lamentó que “la justicia no esté preparada ni dispuesta a adaptarse a la misma velocidad que se exige a la procura”.
Mollá fue especialmente crítica con el cambio del sistema de gestión procesal de Cicerone a Just@ en la Comunidad Valenciana, un proceso que calificó de “tortuoso y exasperante, tanto para los profesionales como para los ciudadanos”.
Legislación impulsiva, recursos insuficientes
La decana también cuestionó el modo “impulsivo” en que se está legislando en los últimos años. “No se escucha a quienes trabajamos cada día en los juzgados”, aseguró.
Y aunque reconoció como avance el fortalecimiento del papel de los procuradores en la ejecución de resoluciones judiciales, insistió en que las reformas no deben generar nuevas barreras económicas ni excluir a los más vulnerables del sistema de justicia.
Defensa de una profesión resiliente
A pesar de los desafíos, Mollá transmitió un mensaje de orgullo y confianza en la profesión. Defendió el papel esencial de los procuradores como impulsores del procedimiento judicial y como un colectivo “unido, preparado y colaborador leal del sistema judicial”.
En un cierre cargado de emoción, dedicó unas palabras a los procuradores con 25 años de trayectoria: “Sois mis héroes, porque mantenerse firme en esta profesión durante tanto tiempo es una auténtica proeza”.
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