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Julian Assange versus Hillary Clinton: una mirada jurídica

Julian Assange versus Hillary Clinton: una mirada jurídica
Beltrán Gambier, promotor de una solución jurídica para el caso Assange (Imagen de Berta Delgado)
02/9/2016 07:58
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Actualizado: 01/9/2016 20:41
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Mientras Hillary Clinton intenta convertirse en la primera mujer que ocupe la presidencia de los Estados Unidos de América, a través de las elecciones del próximo 8 de noviembre, Julian Assange sigue “encerrado” en la Embajada de Ecuador ante el Reino Unido.

Hay algo que los une: la disputa en torno a los correos electrónicos que ella envió y recibió cuando era Secretario de Estado de su país, entre el 2009 y el 2013. Las “hostilidades” de WikiLeaks, más allá de las originales de 2010, datan de marzo de 2013, con una primera filtración de documentos.

Hillary no se quedó de brazos cruzados y desde entonces resulta claro y evidente que Julian Assange la considera y trata como a una adversaria.

El mundo lleva meses hablando de este asunto.

Vengo siguiendo el “caso Assange” desde el principio. La última novedad que se ha producido es que por fin la fiscalía sueca interrogará a Julian Assange a través de fiscales ecuatorianos en la sede de la mencionada representación diplomática. Esto habrá de ocurrir en las próximas semanas.

He propuesto dos posibles soluciones que han sido comentadas como muy plausibles y fundadas en el periódico El Imparcial por José Eugenio Soriano, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid.

El primero se tituló “Caso Assange: la solución Gambier” (25/06/2014; ir al artículo) y el segundo fue “Caso Assange: solución Gambier, segunda fase” (26/09/2014; ir al artículo). La primera de ellas fue, incluso, tomada como propia -más allá de los matices que correspondan a su gestión política- por el entonces Canciller de Ecuador, Ricardo Patiño Aroca y conversada con su par William Hague en Nueva York.

El Derecho viene fracasando, al menos en cuanto a la celeridad para resolver el caso. Esta lentitud trae aparejada la prescripción de algunos de los presuntos delitos o faltas que se le imputan a Assange, lo que resulta inexplicable.

EL FRACASO DE LA SOCIEDAD CIVIL

Distintas organizaciones civiles de todo el mundo claman por el cese de la situación de detención arbitraria en la que está Julian Assange. Aunque él no está “detenido” en el sentido literal del término (dado que puede salir de donde está), así califican su situación los expertos. Y la detención, veremos en seguida, es definida como arbitraria. Se organizan continuamente seminarios y actos de protesta en distintas partes del mundo. Eso sí, mientras tanto, él ejerce plenamente -gracias a la tecnología- su libertad de expresión con la sola limitación física.

Nada pasa con los clamores. Más allá de continuar sensibilizando a la opinión pública, no logran conmover la situación en la que se encuentra Assange. En igual saco roto caen apoyos de variadas y antagónicas fuerzas políticas que se manifiestan de tanto en tanto.

EL FRACASO DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES 

El caso Assange tuvo este año un nuevo hito. Un comité de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (UN Working Group on Arbitrary Detention) se pronunció en el mes de diciembre de 2015 considerando que su situación era constitutiva de una “detención arbitraria”. Esta opinión se conoció en febrero de 2016. Este es el nombre de la opinión: Opinion No. 54/2015 concerning Julian Assange (Sweden and the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland).

De momento, este pronunciamiento no ha servido para mucho. Los países implicados no se sintieron vinculados a ese dictamen. Solo queda como un dato, ciertamente relevante, del clamor en favor de Julian Assange.

¿Será el Brexit una solución? Falta tanto tiempo para que se materialice la salida del Reino Unido que pensar en ello carece de sentido práctico. Evidentemente caería, con esa segregación, la Euroorden, pero se buscará un camino para que se reemplace su efecto.  

HILLARY CLINTON Y SUS CORREOS ELECTRÓNICOS 

Sabido es que Hillary Clinton usó, mientras fue Secretaria de Estado de los Estados Unidos de América, servidores de correo privados los que, como se ha visto, han podido resultar vulnerables desde el punto de vista de la seguridad de las informaciones en ellos vertida. Se sabe que en sus correos había contenidos privados y contenidos públicos. Incluso habría, según surge de la información periodística, cuestiones consideradas secretas o vinculadas con la seguridad nacional conforme al ordenamiento jurídico de ese país.

Ha intervenido el FBI investigando el caso. En el marco de ese procedimiento se ha tomado declaración a Hillary Clinton. Como conclusión, en los primeros días del mes de julio, ese organismo ha formulado un moderado reproche a su comportamiento negligente, pero no ha solicitado que se formulen cargos contra ella. Ella, por su parte, ha pedido disculpas aunque no con un entusiasmo desbordante.

Me extraña que Hillary Clinton pudiera soslayar el uso de los servidores oficiales de correo electrónico. Con toda la seguridad que hay en torno a un altísimo cargo como el que ella ostentaba, no podía ocultarse a su entorno que ella no usaba la modalidad aconsejada para preservar el secreto e invulnerabilidad de sus comunicaciones.

Todos callaron, o al menos eso parece.

En otro orden de ideas, por todos es conocido el rigor de las actuaciones del FBI. En este caso en concreto, ese organismo ha decidido limitarse al reproche y no ha recomendado formular cargos contra ella. Más allá del tributo a la independencia que ese organismo debe exhibir (independencia que ha sido severamente cuestionada por el candidato republicano), han tenido que considerarse -en estas últimas semanas- unos argumentos jurídicos que están siendo sometidos a escrutinio del público y de los analistas.

Será interesante, en este sentido, observar y analizar lo que dicen las voces críticas del comportamiento de la candidata.

Por fin, y dado que el contenido de los correos aún no es del todo conocido por el público -y en alguna medida quedará fuera de esa mirada- lo que sí cabe analizar es la esencia de los comportamientos que se deducen de esos correos y su ajuste a la ética y a la juridicidad vigente en ese país. En este punto los americanos habrán de estar atentos y críticos, dadas las posibilidades firmes que ella tiene de acceder a la presidencia de los Estados Unidos de América. Es una cuestión, además, que excede a sus votantes dado que la política exterior americana incide en todo el mundo.

JULIAN ASSANGE VERSUS HILLARY CLINTON 

Mientras nos acercamos a la contienda electoral americana observamos como Julian Assange intensifica sus críticas a la candidata demócrata y anuncia la publicidad de nuevos documentos vinculados con ella que aún no se conocen.

El día 25 de agosto él concedió una entrevista a la cadena Fox News (y al día siguiente participó del programa FOX & Friends) en la que dijo que las nuevas revelaciones pueden tener impacto en la contienda electoral que se avecina. Si bien el señor Assange no dio detalles sobre los documentos, sí dijo que algunos ofrecen perspectivas inesperadas y otros resultan hasta entretenidos.

Cuando cualquiera podría pensar que Julian Assange haría lo posible por impedir que Donald Trump resulte elegido presidente de los Estados Unidos de América, la realidad es que actúa de una manera que resulta funcional al candidato republicano.

¡Lo que hay que ver!

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