Un consejero del Tribunal de Cuentas recaba firmas entre sus subordinados contra un periodista de El País
El consejero del Tribunal de Cuentas, Javier Medina, promotor de la carta contra el periodista de El País, José Antonio Hernández; de fondo algunos de los titulares de los que se queja.

Un consejero del Tribunal de Cuentas recaba firmas entre sus subordinados contra un periodista de El País

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28/3/2017 17:46
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Actualizado: 28/3/2017 18:26
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Javier Medina, consejero y número 2 del Tribunal de Cuentas, ha promovido entre sus cargos de confianza una carta de apoyo a su persona que ha pasado entre los empleados del organismo para que la firmen y contra el periodista José Antonio Hernández, reportero de investigación del diario El País y premio Ortega y Gasset por descubrir el caso Gürtel, que en estos momentos está siendo juzgado por la Audiencia Nacional.

Medina se siente dolido por las informaciones que Hernández viene publicando sobre el Tribunal de Cuentas y sobre su persona desde 2014.

Informaciones que alcanzaron su clímax el 25 de abril de 2016 cuando la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo condenó a ese organismo, anulando el nombramiento de una plaza de libre designación, nivel 30 -4.300 euros mensuales- que había sido diseñada de forma expresa para su hermano, Enrique Medina.

Esta última sentencia -son 4 en total, sobre este caso- fue suscrita por los magistrados Luis María Díez-Picazo (presidente de la Sala Tercera), José Manuel Sieira Míguez (ponente), Pablo Lucas Murillo de la Cueva, Celsa Pico Lorenzo, José Díaz Delgado Nicolás Maurandi, los cuales conformaron el tribunal.

En la misma decían, con todas las letras, que había existido “desviación de poder”.

A esa sentencia el Tribunal de Cuentas hizo caso omiso durante 11 meses.

Hasta que el pasado 8 de febrero el Supremo ordenó, mediante un auto de ejecución, que se cumpliera, volviendo a convocar de inmediato dicha plaza.

Sobre este caso, el del puesto de su hermano Enrique Medina, y las condenas del Tribunal Supremo, la misiva no hace ninguna mención, cosa que ha sido bastante comentado entre los funcionarios de esa institución, después de que el director técnico de la Presidencia de la Sección de Fiscalización y la secretaria personal del consejero pasaran a la firma del documento por las seis plantas de la casa.

Según declaraciones de José Antonio Hernández a CONFILEGAL, la carta es una agresión contra la libertad de información.

«Esta iniciativa de Javier Medina es un ataque directo y frontal a la libertad de información y un intento de pasar por una víctima que no es. Se está agarrando a un clavo ardiendo. Todo lo que hemos publicado en El País está contrastado y verificado. El nepotismo y el favoritismo lamentablemente habitan en el Tribunal de Cuentas. El caso de su hermano, Enrique Medina, es el ejemplo más claro».

José Antonio Hernández: Esta iniciativa de Javier Medina es un ataque directo y frontal a la libertad de información

Desde el punto de vista de Hernández, el hecho de que el número 2 del Tribunal de Cuentas «envíe a sus personas de confianza a recoger firmas por todo el edificio implica una coacción y una intimidación. ¿Cómo se van a negar los empleados a firmar un escrito de apoyo a su superior jerárquico. A Javier Medina? No son libres. No pueden serlo».

«La carta», concluye, «prueba, una vez más, que nuestras informaciones son acertadas y certeras y que recogen la verdad y nada más que la verdad. Denota un gran nerviosismo, producto, quizá, de la decreciente falta de apoyo por parte del Partido Popular tras las sentencias del Supremo».

Y del propio Pleno del Tribunal de Cuentas, donde no sólo los consejeros a propuesta del PSOE y de IU le están cuestionando sino que ahora también lo comienzan a hacer los del PP, a la vista de la mala gestión de la crisis provocada por la sentencia del Supremo.

Medina es consejero desde hace 16 años

Medina, en la «misiva pública», a la que ha tenido acceso CONFILEGAL, acusa a Hernández de ensañarse con su persona, un «funcionario de la Casa, a la que accedió en 1979  por oposición libre, a la edad de 23 años, y que fue elegido consejero del Tribunal de Cuentas en 2001, renovando el mandato en 2012».

Medina lleva 16 años de consejero. Todavía le quedan cuatro años más para cumplir su segundo mandato de 9 años.

En la misiva de apoyo al consejero Medina se afirma que, si bien es cierto que la mujer y la hermana de éste están empleadas en el Tribunal de Cuentas, la verdad es que lo hicieron a través de una oposición libre.

Su hermano, por el contrario -el cual salió del Tribunal de Cuentas por la sentencia del Supremo-, lo hizo a través del procedimiento de libre designación para funcionarios de carrera.

Enrique Medina era, hasta entonces, técnicos de organismos autónomos del Ministerio de Agricultura; nada que ver con este Tribunal.

De acuerdo con la carta distribuida por el personal de Medina, este caso de su hermano «se ha convertido en el principal argumento del periodista para acusar al consejero citado, y, por extensión, a toda la institución, de prácticas de nepotismo».

Javier Medina, de esta forma, asimila los ataques a su persona como ataques directos al Tribunal de Cuentas porque, se deduce, él y el organismo, son lo mismo.

La carta promovida por el consejero, añade que la cobertura que Hernández presta al Tribunal de Cuentas obedece «a intereses ocultos que persiguen ‘descreditar’ (sic) a personas concretas y por ende al Tribunal de Cuentas en su conjunto».

Por ello, concluye solicitando que cesen «los ataques personales y a la institución y que El País vuelva a informar con relevancia y rigor sobre el Tribunal de Cuentas».

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