El turno de oficio de los procuradores, la otra columna, junta con la de la Abogacía, que defiende los derechos fundamentales
El decano de los procuradores madrileños Gabriel María de Diego, Juan Francisco Alonso Adalia, Yolanda Ibarrola (directora de la Dirección General de Justicia de la Comunidad de Madrid), Paloma Prieto González, y Máximo Lucena Fernández-Reinoso, que recibieron sus placas placas conmemorativas a colegiados en reconocimiento a una ejemplar y continuada labor como procuradores del Turno de Oficio de Justicia Gratuita de Madrid. ICPM.

El turno de oficio de los procuradores, la otra columna, junta con la de la Abogacía, que defiende los derechos fundamentales

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13/7/2017 11:52
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Actualizado: 01/4/2019 14:17
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Cuando se habla del turno de oficio, invariablemente, en la mente de todos, salta el turno de oficio de los abogados. Pero hay otro turno de oficio que, dentro de nuestro sistema legal, es igual de importante: el turno de oficio de los procuradores. Lo uno sin lo otro no puede ser. Son dos columnas esenciales para el Estado de Derecho.

Con ese motivo, y para subrayar esta importancia, dentro del Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio, el Colegio de Procuradores de Madrid (ICPM) celebró, a lo largo de ayer, una serie de actos en defensa del derecho de acceso a la Justicia de todos los ciudadanos, destacando el carácter social de la procura y en reconocimiento a los procuradores por el servicio prestado

A las 9 de la mañana se celebró un desayuno-debate sobre Justicia Gratuita, Turno de Oficio y Mediación moderado por su vicedecana Rocío Sampere, y en el que participaron la magistrada de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios; Susana Polo, magistrada del TSJ; Ramón Badiola, magistrado del Juzgado de Primera Instancia 99 de Madrid; Mª del Rosario Barrio Pelegrini, letrada de la Administración de Justicia; José Gayo, secretario de Decanato; Socorro Martín Velasco, letrada de la Administración de Justicia de Primera Instancia 17; Mercedes Ruiz-Gopegui, tesorera del Consejo General de Procuradores; los diputados del ICAM José Manuel Pradas y Begoña Castro, y el director de MediaICAM Fernando Bejerano; Ricardo Ruiz de la Serna, abogado; Juan Gonzalo Ospina de la asociación Jóvenes Abogados; Luis Javier Sánchez, periodista experto en temas jurídicos, de CONFILEGAL, y Arcadio García Montoro, director de Desarrollo de Negocio Capital Radio.

Junto a Sempere,  Pilar Azorín-Albiñana y Beatriz Ayllón, vicepresidenta del Instituto de Mediación y, Mariano Rodríguez, director del ICPM.

Plano general del desayuno en el que se abordaron las problemáticas relacionadas con la Justicia Gratuita, el Turno de Oficio y la mediación. ICPM.

Respecto a incluir la información sobre mediación dentro de los contenidos materiales del derecho de justicia gratuita, todos los intervinientes lamentaron la falta de medios económicos por parte de la Administración de Justicia a la que calificaron “en situación crítica”.

 

Del debate se extrajo como conclusión que  “la Administración debe dar un paso adelante;  El legislador tiene que hacer obligatoria la sesión informativa. La mediación debería estar recogida en la Ley. El CGPJ debe insistir para desarrollar esta voluntad legislativa».

Tras el debate, el decano Gabriel María de Diego Quevedo acudió a la Dirección General de Justicia de la Comunidad de Madrid, donde concedió, junto a su directora Yolanda Ibarrola,  placas conmemorativas a colegiados en reconocimiento a una ejemplar y continuada labor como procuradores del Turno de Oficio de Justicia Gratuita.

Paloma Prieto González, Máximo Lucena Fernández-Reinoso, y Juan Francisco Alonso Adalia, fueron los galardonados.

“Todos los trabajadores del turno de oficio, son” en palabras del decano “ejemplos a seguir, no solo como trabajadores, si no como personas generosas, profesionales y sacrificadas  por los más necesitados».

Yolanda Ibarrola afirmó que “uno de los compromisos principales de la Comunidad de Madrid es continuar trabajando por unos baremos justos” y recalcó que «los principios básicos del Estado de Derecho no serían nada sin la justicia gratuita».

Gabriel María de Diego concluyó afirmando que «la justicia gratuita no se basa en el dinero, se basa en las personas».

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