Zaplana: «Siempre he defendido que se haga justicia sin necesidad de destruir a las personas y a su entorno»
Zaplana en una imagen tomada en el interior de un vehículo que lo trasladó al hospital.

Zaplana: «Siempre he defendido que se haga justicia sin necesidad de destruir a las personas y a su entorno»

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24/12/2018 06:15
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Actualizado: 23/12/2018 23:36
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El exministro de Trabajo y expresidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, enfermo de leucemia, en prisión desde hace siete meses, y actualmente ingresado en el Hospital La Fe de la capital del Turia, afirma, en una comunicado, hecho público su familia, que «Siempre he concebido y he defendido una justicia y unos cuerpos policiales equilibrados, neutrales y con controles. Que hagan justicia sin necesidad de destruir a las personas y su entorno».

«Desgraciadamente, quien imparte justicia lo termina viviendo a veces como cuestiones de ego personal-profesional y como si de un debate político se tratara. El propio Alonso Martinez en siglo XIX ya alertaba de ‘los funcionarios que intervienen en la instrucción del sumario, que animados de un espíritu receloso y hostil que se engendra en su mismo patriótico celo por la causa de la sociedad que representan, recogen con preferencia los datos adversos al procesado, descuidando a las veces consignar los que pueden favorecerle», relata en su misiva.

Zaplana recuerda la «obviedad» de que no ha sido juzgado y que, por lo tanto, es inocente, tal como se reconoce en nuestro ordenamiento jurídico.

«Aunque no sea libre por estar sometido a prisión preventiva, estando privado de mis derechos y de mis libertades», dice.

Y añade: «Soy inocente, por el convencimiento absoluto de no ser responsable de los hechos de los que se me acusa en el Auto judicial que produce mi detención».

Zaplana ingresó en prisión acusado de, supuestamente, haber cobrado 10,5 millones de euros de comisiones ilegales en la etapa en la que presidió la Generalitat Valenciana.

En el auto «se señala que cobré a través de otros, al parecer testaferros míos, en los años  2005-2006, 6,400.000 euros de la empresa Sedesa por la  adjudicación de las I.T.V. (en el año 1997) y del Plan Eólico (en el año 2003 cuando ya no era yo  presidente de la Generalitat Valenciana)», explica.

De las demás cuestiones de las que se habla y de las cifras que se han filtrado, «no puedo responder en este momento, al no conocer en qué se basan por estar el sumario secreto. Si puedo afirmar que jamás cobré comisión alguna por unas adjudicaciones públicas y jamás distraje una peseta o un euro de las administraciones públicas a las que serví y de cuya labor me siento muy orgulloso».

UN SUMARIO QUE PERMANECE SECRETO DESDE HACE SIETE MESES

Zaplana se queja, precisamente, de esto. De una instrucción que permanece en secreto desde hace 210 días, bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción 8 de Valencia, María Isabel Rodríguez Guerola.

Siete meses durante los que sólo la citada magistrada y Pablo Ponce, el fiscal del caso -a los que no cita por su nombre pero a los que se refiere, sin ningún género de dudas-, han tenido acceso a la investigación.

«¿Cuántos años hacen falta para instruir un asunto contra una persona? Se inició en el año 2015 y estamos entrando en 2019, y según los Autos el Juzgado y escritos del fiscal con todo tipo de medios, escuchas telefónicas, orales (micrófonos), seguimientos… ¿Cuánto tiempo tengo que estar en prisión para no destruir pruebas? ¿Desde el año 2015 no han tenido tiempo de terminar de cerrar la acusación con el despliegue de medios citados? ¿Es posible investigar a una persona en secreto durante tres años sin informarle del origen de las imputaciones, los indicios contra él existentes o las conductas concretas por las que se le investigan?«, se pregunta el investigado.

Y señala: «Cuando se levante el secreto del sumario, situación sin duda dura para quien ha sido seguido, escuchado y vigilado tanto tiempo, (ya me ha ocurrido en otros casos sin estar imputado ni siquiera) espero poder defenderme y explicar todo aquello que la instrucción necesite que aclare».

NO HAY RIESGO DE DESTRUCCIÓN DE PRUEBAS Y DE FUGA

El ex ministro analiza, también, en su misiva las dos razones que se han esgrimido para no ponerle en libertad provisional.

«Los motivos que me mantienen en prisión ya más de siete meses son mi capacidad para destruir pruebas y el riesgo de fuga. El mismo resultado se podría haber conseguido si, en lugar de la prisión provisional se hubiese acordado el arresto domiciliario que, además, hubiera ayudado a mi salud, pero en cualquier caso no sé qué prueba puedo destruir después de siete meses de privación de libertad, ni quien se puede plantear seriamente que en mis condiciones me vaya a fugar de mi país«, cuenta.

«Para justificar mi fuga se ha llegado a decir en un auto judicial que me trasplante en Houston, señal del nivel de detalle con el que se han leído los informes médicos quienes tuvieron que decidir sobre mi libertad», añade.

«Puede entrar en la mente de alguien que me pueda fugar. En la mía y la de los que me conocen es imposible. Al margen de dependencias médicas y arraigos evidentes que todo el mundo entendería, no permitiría yo bajo ningún concepto que mi concepción del honor personal y el legado que dejo fuera de tal indignidad».

INFORMES MÉDICOS QUE COINCIDEN SOBRE LA GRAVEDAD DE SU ENFERMEDAD

Zaplana, que fue objeto de un transplante de hígado, subraya la coincidencia existente entre todos los médicos que le han examinado, sobre la gravedad de su enfermedad.

«Incluso el tan citado informe de los médicos forenses, que emitieron dos en un plazo corto de tiempo, mantienen los mismos argumentos, si bien en el segundo cambia la conclusión del primero, al afirmar que mi estancia en prisión en principio no añade gravedad a mi estado, cosa que se afirmaba en el primero de unas semanas antes afirmaba lo contrario, firmados por los mismos profesionales. Ni estos ni en los demás informes de la causa existe discrepancia alguna acerca de la gravedad y riesgos asociados a mi enfermedad y estancia en prisión«, relata.

El exministro de Trabajo reconoce que estas palabras pueden ir en su contra.

A LA ESPOSA DE ZAPLANA LE DIERON EL PÉSAME POR «SU FALLECIMIENTO»

La carta de Eduardo Zaplana viene precedida por cuatro párrafos de puño y letra de Rosa Barceló, esposa de Zaplana.

«La última vez que vi a Eduardo estaba hospitalizado y, pese a lo duro de la situación, ilusionado con la idea de un comunicado que pensaba hacer público en el día de hoy. Eso fue el pasado jueves».

«Desde entonces, ni a mí ni a mis hijas se nos ha permitido volver a verlo. Nadie nos ha explicado por qué ni con qué fundamento, pero lo cierto es que está, no solo privado de libertad sino, además, incomunicado. Se nos ha dicho que solo dispondremos, entre todos, de 45 minutos a la semana y como ya los habría consumido yo el jueves, solo podemos esperar al próximo turno», revela.

«A lo duro de esta situación se añade el sobresalto vivido la mañana del sábado cuando amigos y familiares me sorprendieron dándome el pésame por el fallecimiento de Eduardo. Todo ello debido a un bulo sobre su supuesta muerte. El desconsuelo ya no puede ser mayor y por eso, aun sin haber podido consultarlo con él, hago lo que creo que a él le habría gustado hacer personalmente», relata.

«Por eso he decidido salir del anonimato de todos estos meses y publicar este comunicado, que no hace sino reproducir de la manera más fielmente posible esas reflexiones contenidas en unas notas que me dio Eduardo el jueves», concluye.

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