La Audiencia Nacional deja en libertad a Sandro Rosell y a su socio Joan Besolí
El expresidente del FC Barcelona llevaba en prisión provisional desde el 25 de mayo de 2017, como el abogado andorrano Joan Besolí. Foto: EP.

La Audiencia Nacional deja en libertad a Sandro Rosell y a su socio Joan Besolí

Les obliga a fijar domicilio y teléfono de contacto, les retira el pasaporte y les exige comparecencias ante el Juzgado o Comisaría el primer y tercer lunes del mes
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27/2/2019 12:09
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Actualizado: 27/2/2019 12:32
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El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga al expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell por presunto blanqueo de 20 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol ha acordado hoy dejarlo en libertad con medidas cautelares. Y también a su socio, el abogado andorrano Joan Besolí.

El tribunal de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, que preside la magistrada Concepcion Espejel, ha acordado una serie de medidas cautelares:

Deben fijar domicilio en España y teléfono de contacto, se les retira el pasaporte y se les impone la obligación de acudir ante el tribunal durante el resto de sesiones del juicio y «cuantas veces fuera llamado», así como comparecer en la sede judicial o policial más cercana a su domicilio el primer y tercer lunes de cada mes.

La decisión ha sido comunicada en un auto antes del inicio de la tercera sesión del juicio oral en el que están acusados junto a otras 4 personas: la esposa de Rosell, Marta Pineda; el libanés amigo de éste Shahe Ohannessian y los presuntos testaferros Pedro Andrés Ramos y Josep Colomer.

Rosell y Besolí están en prisión provisional desde el 25 de mayo de 2017 por esta causa, en la que la Fiscalía pide para ellos 11 y 10 años de prisión, y 59 y 54 millones de euros de multa, respectivamente. Pineda se enfrenta a 7 años de cárcel; Shahe Ohanneissian, a 7 años; Pedro Andrés Ramos, a 8,  y Josep Colomer, a 6.

Durante este tiempo han solicitado una docena de veces la puesta en libertad, pero siempre se les ha denegado por riesgo de fuga.

La última petición se elevó el pasado lunes, cuando arrancó el juicio. Alegaron que conculcaba su derecho de defensa y que el hecho de que la misma Sección de la Audiencia Nacional que les juzga hubiese prorrogado su situación de prisión comprometía la imparcialidad del tribunal.

Los magistrados Concepción Espejel, Ramón Sáez Valcarcel y Ángel Hurtado Adrián, que ha sido el ponente del auto, han rechazado ambos extremos.

El tribunal considera que la medida de prisión provisional «no afecta a la presunción de inocencia, que sólo se vería destruida por una sentencia de condena» y tampoco las decisiones anteriores «ponen en entredicho la imparcialidad» del tribunal enjuiciador.

TIENE EN CUENTA QUE YA HAN DECLARADO Y QUE LLEVAN 21 MESES EN PRISIÓN

«Si en momentos anteriores no hemos accedido a modificar su situación, ha sido por simples razones de riesgo de fuga, ya que hemos considerado imprescindible que comparecieran en el juicio y ello porque partíamos de la premisa de una base fáctica y jurídica que nos venía dada y consolidada por una serie de antecedentes procesales que centraban el objeto del proceso en cuanto a hechos y personas que, con elevado grado de verosimilitud era presumible que los hubieran perpetrado», señalan los magistrados.

El tribunal ha «reexaminado» ahora la «situación personal» de ambos acusados y ha tenido en cuenta que llevan 21 meses en prisión provisional, pese al «carácter excepcional que esta medida tiene y máxime estando muy próximo a cumplirse el máximo legal de dos años permitido por la ley».

«Visto que ya han sido oídos en en declaración y por lo tanto, que cualquiera que sea la decisión que adoptemos en sentencia, incluso si fuese un pronunciamiento de condena, este se dictaría habiendo sido cubierto su derecho de audiencia material, optamos por acceder a la libertad solicitada», señalan los magistrados.

Han rechazado el resto de peticiones que elevaron las defensas, que solicitaban la nulidad del procedimiento.

El tribunal entiende que la Audiencia Nacional es competente para enjuiciar los hechos, rechaza que se hayan producido irregularidades en la investigación de la Fiscalía y considera que deben enjuiciarse conjuntamente todas las operaciones objeto de la querella, se hayan realizado dentro o fuera de España.

ROSELL SOSTIENE QUE ‘NO HUBO COMISIONES’ NI DELITO

Sandro Rosell negó ayer haber ocultado comisiones por la compraventa de derechos audiovisuales de partidos de la selección brasileña de fútbol. Aseguró que los contratos que firmó con su sociedad Uptrend Unlimited fueron legales y se enmarcaron en la normalidad del negocio de los derechos del fútbol.

«Aquí ni hay balón ni tienda para comprarlo. No hubo comisiones, sólo una retribución a mi empresa», afirmó en su declaración, que duró cerca de dos horas y media. La salpicó con referencias a su «amor» por el FCB, que llevó a la presidenta del tribunal a llamarle la atención para que se ciñese a los hechos.

«Se me va la olla con estas cosas, cuando hablo del Barça saltan las emociones», respondió Rosell.

Rosell durante el juicio. Foto: EP

Rechazó contestar a las preguntas de la Fiscalía porque considera que la acusación está llena de «errores y falsedades».

Preguntado por su abogado sobre la intermediación que hizo con su empresa Uptrend Unlimited, entre la saudí ISE y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para la compra y explotación de 24 partidos amistosos de la selección en 2006, Rosell afirmó que nunca pidió al entonces presidente de la CBF, Ricardo Terra Teixeira que le pagase ningún tipo de comisión por la firma de aquel contrato, como tampoco el propio Teixeira le exigió mordida.

Según ha dicho, fue una negociación que se prolongó seis meses y en la que él trabajaba para ISE y que se saldó cuando acordó con la CBF la compra de los derechos audiovisuales por 1,15 millones de euros por partido, doblando así el contrato que la Confederación tenía anteriormente.

Ha indicado que a partir de aquel momento Brasil «pasó a ser la selección mejor pagada del mundo por partido amistoso y eso hizo que acabase valiendo más». «Hoy se paga muchísimo más. En el mundo del fútbol siempre pienso que ya hemos llegado al límite y siempre me equivoco», añadió.

Sobre el pormenor del contrato, ha explicado que la que ISE pagó 26 millones a la CBF y él, como intermediario, recibió 2,5 millones a la firma y 250.000 por partido celebrado por «transferencia bancaria a la cuenta de Uptrend en Andorra».

Ha afirmado que recibió 5,8 millones de euros hasta que en 2009, por su entrada en campaña del Barça, rescindió el acuerdo siendo «consciente» de que dejaba de ganar otros 2,5 millones. «Era mi ilusión y me lo podía permitir y así lo hice», ha comentado.

Ha asegurado que la Fiscalía eleva la cifra a 8,3 millones porque «mezcla peras con manzanas» al computar otros contratos menores suscritos en las mismas fechas sin relación con la CBF.

Sobre la venta de su empresa BSM en 2011, que la Fiscalía apunta como «simulada» para blanquear dinero de origen ilícito del presidente de la CBF, Rosell ha dicho que cobró 6,5 millones, la mitad de lo previsto, porque el grupo saudí que hizo la oferta se retiró. Decidió transferirla a un «amigo», acusado como presunto testaferro, para que se hiciera cargo de ella dado que se había comprometido en su campaña para presidir el Barça a vender la empresa si ganaba.

Del dinero que recibió del presidente de la CBF en 2009 y que él le devolvió en 2012, ha asegurado que se trataba de un préstamo para una operación inmobiliaria en Andorra que resultó fallida, por lo que él reinvirtió ese dinero en otros fines y finalmente, se lo devolvió tres años después.

«No tengo nada que esconder, soy inocente de todo lo que me imputa la Fiscalía y siempre voy a defender mi prestigio y mi honor, y por supuesto y sin duda que puedo poner todo mi patrimonio como garantía», ha dicho.

TAMBIÉN ESTÁ INVESTIGADO POR UN PRESUNTO FRAUDE FISCAL

Sandro Rosell también está investigado por un supuesto fraude fiscal de 229.500 euros.

La Fiscalía lo acusa de haber evadido impuestos en la declaración del IRPF correspondiente al ejercicio 2012, deduciéndose indebidamente gastos a través de una sociedad administrada por él, TOC, dedicada a la organización de congresos.

Entonces Rosell presidía el F.C. Barcelona. Ostentó este cargo entre 2010 y 2014.

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