Padres de hijos con discapacidad se plantan frente al CERMI porque no defiende sus reivindicaciones
El Mago More ha lanzado un nuevo vídeo contra el "cierre" de estos centros en España en el que hace una parodia de la situación versionando la canción 'Despacito' de Luis Fonsi y Daddy Yankee.

Padres de hijos con discapacidad se plantan frente al CERMI porque no defiende sus reivindicaciones

'Si oís que el CERMI no quiere cerrar los colegios de educación especial, que sepáis que su verdadera intención es vaciarlos des-pa-ci-to', afirma el Mago More
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26/3/2019 16:49
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Actualizado: 26/3/2019 16:55
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«Probablemente hayáis leído en prensa que el CERMI no va a cerrar los colegios de educación especial», que sepáis que «su verdadera intención no es cerrarlos, sino vaciarlos». Así lo afirma el empresario José Luis Izquierdo, conocido como Mago More.

Lo dice en el último vídeo que ha lanzado contra el «cierre» de estos colegios en España, ante el posible trasvase de sus alumnos al sistema ordinario, tal y como contempla la reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE).

El Mago More hace alusión al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).

«Sí, habéis oído bien. Los quiere dejar sin niños«, manifiesta.

«Así que ya lo sabéis. Si oís que el CERMI estatal no quiere cerrarlos, que sepáis que lo que quiere es vaciarlos des-pa-ci-to», añade.

El Mago More tiene un hijo con parálisis cerebral, y está en contra del cierre de los colegios especiales en España.

Se trata de un vídeo de la plataforma ‘Educación inclusiva Sí, Especial También’, compuesta por padres y docentes que no quieren que se elimine este tipo de educación.

Esta plataforma denuncia que el Gobierno y el CERMI, que se manifiesta en contra de este modelo por considerarlo “segregador”, no tienen en cuenta al sector de la Educación Especial ni a las familias.

Recientemente, la magistrada Natalia Velilla, miembro de la misma, ha manifestado en Confilegal que el CERMI «ha pedido el cierre de los centros de educación especial y la transferencia de recursos a los colegios ordinarios para que puedan atender adecuadamente a los alumnos con discapacidad».

Ayer denunció que «el CERMI Estatal, que no representa a todas las personas con discapacidad, sino a las que a ellos les interesan, está tratando de dejar sin educación a los niños más vulnerables, los niños con discapacidades intelectuales severas, hipersensibilidad sensorial, trastornos graves del desarrollo o trastornos graves de conducta, calificando a sus padres de segregadores y vulneradores de los derechos de sus hijos».

«Quieren meter a todos los niños en colegios ordinarios», avisó.

QUÉ DICE LA LEY CELAÁ

El proyecto de ley de reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) -también conocida como ‘Ley Celaá’-, que fue aprobado el 15 de febrero por el Consejo de Ministros, fija un plazo de diez años para integrar a los alumnos con necesidades especiales en centro ordinarios «con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad».

“Las administraciones educativas continuarán prestando el apoyo necesario a los centros de educación especial para que estos, además de escolarizar a los alumnos y alumnas que requieran una atención muy especializada, desempeñen la función de centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios”, añade.

El pasado 20 de febrero, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, aseguró en el Congreso que los centros de educación especial “no se van a cerrar” y acusó al PP de usar “mantras” sobre su proyecto de ley de reforma del sistema educativo que no son verdad.

En respuesta a una pregunta del PP, Celaá afirmó que no tiene “ninguna intención” de cerrar estos centros y que lo que pretende su norma es “incorporar a niños con cierta diversidad funcional” en colegios ordinarios “estableciendo recursos para ello” y siempre que sus familias así lo soliciten.

El CERMI ha afirmado en un reciente comunicado, fechado a 18 de marzo, que «no quiere cerrar nada ni desmantelar o liquidar estructuras educativas que aporten o hayan aportado valor a la educación de las personas con discapacidad».

En él solicita «un gran pacto político y social para que, junto al tejido asociativo, se logre un gran acuerdo para la inclusión educativa real de las personas con discapacidad que establezca las bases, dote de orientaciones y pautas, fije los criterios y proporcione los recursos para transitar hacia la inclusión».

POR QUÉ DEBEN MANTENERSE ESTOS CENTROS, SEGÚN NATALIA VELILLA Y EL MAGO MORE

Velilla manifestó a Confilegal la semana pasada que «los políticos, y la sociedad, en un ataque de buenismo colectivo, aplauden esta iniciativa señalando que “todos los niños tienen derecho a la misma educación, a la inclusión”, y que para ellos los padres que optan por la educación especial para sus hijos son poco menos que «segregadores y lesivos cuidadores de sus hijos», porque consideran que con su actitud “les privan de una vida normal”.

Afirmó que «han decidido meter a todos los alumnos en el mismo tipo de centro, sin pensar en las particularidades de cada afectación, ni en barreras arquitectónicas ni en la cualificación del personal».

Además, advirtió que la educación inclusiva sin distinción «repercutirá negativamente tanto en los niños que no pueden recibirla, como en los niños sin necesidades educativas especiales».

Explicó que en la Plataforma “Inclusiva Sí, Especial También” defienden que los menores que pueden acogerse a la educación inclusiva lo hagan, y que para que esto sea posible, que se dote de medios suficientes a los centros ordinarios, pero que esto «no puede significar que quienes no pueden acogerse a la inclusión se vean abocados a ella».

Quieren que se pueda seguir optando por la educación especial.

Velilla hizo un llamamiento en las redes sociales para que la ciudadanía muestre su rechazo al «cierre» de estos centros llenando sus perfiles en redes sociales de corazones verdes, ante el posible trasvase de sus alumnos al sistema ordinario.

Numerosos jueces, fiscales, letrados de la Administración de Justicia, abogados, procuradores y funcionarios y diversos ciudadanos sensibilizados con esta cuestión han atendido su petición.

Esta es una de las iniciativas que ha llevado a cabo la plataforma, además de una manifestación en Valladolid, celebrada el pasado 23 de febrero, en la que participaron más de 5.000 personas –familiares, profesores y alumnos de Educación Especial-, al grito de «¡CERMI, escuchad, queremos la Especial!».

El Mago More, uno de los precursores de la iniciativa del corazón verde en su perfil de Twitter, lanzó el pasado 27 de febrero un vídeo en el que reivindica la existencia de colegios de educación especial para niños con discapacidades, y contó por qué deben mantenerse estos centros.

Ayer lanzó otro en el que hace una parodia de la situación con una versión de la canción ‘Despacito’ de Luis Fonsi y Daddy Yankee, que es donde asegura que «la intención del CERMI estatal es vaciar los centros de educación especial despacito».

En el vídeo han participado los colegios CISEN y María Corredentora y la Fundación Bobath, sus alumnos y trabajadores.

En él manifiesta que la educación especial «funciona muy bien» y que todos los alumnos dan fe de ello, pero que «un organismo que es el CERMI estatal quiere nuestros coles vaciar».

Explica que «quieren integrar» a todos los chavales, «sin tener en cuenta discapacidad, con niños normales en el mismo curso».

Afirma que «quieren vaciar» los coles especiales y trasformarlos «en centros de recursos» y denuncia que «aquí nadie piensa nunca en los alumnos».

Asegura que «quieren cerrar los coles despacito; dejar de matricular a nuestros niños y llevar los nuevos a coles distintos», algo que califica de «disparate».

Argumenta que «todos en el mismo saco es un disparate» porque «cada niño tiene sus necesidades». «Mezclar a todos no es más que un dislate», recalca.

«Nos quieren vaciar los coles que son ejemplares, con los niños atendidos por profes vocacionales», que «son todos grandes profesionales», prosigue la canción. Da las gracias a todos los profesores de los colegios especialess, porque «se dejan el alma» en su trabajo: terapeutas ocupacionales, psicólogos y fisios, profesores y logopedas.

Pide a la ciudadía que visite estos colegios para ver cómo cuidan a los alumnos.

Además, la canción hace hincapié en que defiende la inclusiva, pero la especial también, y pide que se dé a los colegios especiales más recursos, y no se les trate «con desdén».

«Pasito a pasito, suave suavecito, los vamos vaciando poquito a poquito. Traslado a sus profes, los extraordinarios, y los recoloco en coles ordinarios«, prosigue.

También destaca que lo de la educación inclusiva «suena muy bonito», pero que «no siempre es posible».

«No me cuentes más milongas, somos especiales. ¿Por qué quieres obligarnos a estar en coles normales», pregunta.

Por último, avisa de que si no se retira la enmienda, seguirán en la contienda. 

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