Alberto López Viejo desmiente y califica de «absurdas» las informaciones de que va a ser el «jefe de campaña» de Oriol Junqueras
Alberto López Viejo, a la derecha, desmiente tener nada que ver con los planes electorales del líder de ERC, Oriol Junqueras, con quien comparte prisión.

Alberto López Viejo desmiente y califica de «absurdas» las informaciones de que va a ser el «jefe de campaña» de Oriol Junqueras

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27/3/2019 19:13
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Actualizado: 27/3/2019 19:13
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El exconsejero de deportes de la Comunidad de Madrid por el Partido Popular, Alberto López Viejocondenado a 31 años y 9 meses de prisión en el juicio del caso Gürtel, primera época, ha desmentido los rumores que le situaban como próximo «jefe de campaña» de Oriol Junqueras, el líder de ERC que en estos momentos está siendo juzgado por rebelión y malversación de fondos en el Tribunal Supremo.

López Viejo está actualmente interno actualmente en el Centro Penitenciario Soto del Real desde hace casi 10 meses, en el mismo módulo que Oriol Junqueras.

En una carta asegura que «he leído con sorpresa y estupor multitud de noticias que me sitúan como jefe de campaña del Sr. Oriol Junqueras para las próximas elecciones europeas, por E.R.C.», dice en un comunicado público.

Asegura su «rotundo desmentido a esa información ya que es absolutamente falso que vaya a desempeñar ni esa función, ni ninguna otra para E.R.C. o el Sr. Oriol Junqueras».

Añade que «esta absurda noticia demuestra la enorme capacidad de invención y manipulación de la izquierda independentista y el seguidismo que hacen algunos medios de comunicación. E.R.C. ha intentado utilizar en su propio beneficio la relación de compañerismo que se da entre internos de un módulo de respeto, dándole una categoría, un sentido y una repercusión mediática, buscando un cierto rédito político».

«Fake news»

«Han conseguido crear una ‘Fake News’ de libro porque nadie contrastó la información conmigo y porque además la cascada de noticias se fueron retroalimentando con afirmaciones cada vez más disparatadas que parecían pretender burlarse de la prensa española y de la opinión pública».

Alberto López Viejo también asegura que «nadie se puede creer que una institución prestigiosa como el Centro Penitenciario de Soto del Real, que cuenta con una selección de los mejores funcionarios de prisiones de España, vayan a permitir que nos paseemos alegremente por los distintos 2 módulos pidiendo el voto, para E.R.C., a los 1.300 internos».

El expolítico ha querido añadir que «tampoco es creíble que alguien pueda diseñar una campaña electoral del siglo XXI con los medios del siglo XIX (papel y bolígrafo); y menos verosímil resulta el afirmar que el 60% de los votos de las elecciones europeas en Soto del Real vayan a parar a E.R.C., como pronostican los gurús de E.R.C. y aparece en las noticias».

Asegura que esto es algo que «se me antoja imposible porque los españoles (pocos) que estamos en Soto del Real vamos a votar mayoritariamente a cualquier otra formación política que no sea E.R.C., como parece lógico al estar en Madrid».

Y califica todas las informaciones de «un evidente conjunto de afirmaciones falsas tendentes a crear una información viral, cosa que han conseguido a la vista de la repercusión obtenida».

Información intencionada

«Convertir una correcta relación de compañeros y utilizar las informales y distendidas conversaciones de galería para travestirlo en un nombramiento con la intención de filtrarlo a la prensa, demuestra la categoría de quien lo hace y evidencia su intencionalidad».

Para finalizar, dice querer «manifestar mi indiscutible compromiso con la legalidad española, mi respeto y adhesión a la Constitución Española y mi apoyo a Su Majestad el Rey de España. Los principios y valores que rigen mi vida me impedirían trabajar para una formación política que pretende destruirlos, vulnerando la legalidad que yo respeto, con la única misión de romper nuestro país».

«La ideología, postulados y objetivos de E.R.C. están en las antípodas de mis creencias y sentimientos, como bien saben las personas que me conocen».

En último lugar, concluye que «si E.R.C. quiere contar con mis servicios, ya que se muestran tan interesados, deben romper con Bildu, acatar la Constitución, renunciar a la independencia e ingresar mis honorarios en alguna ONG de reconocido prestigio. Solo así aceptaría el puesto porque mi sacrificio habría valido la pena».

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