La Fiscalía pide 7 años de cárcel para el ‘pequeño Nicolás’ por hacerse pasar como enlace entre el Gobierno y la Casa Real
El Ministerio Público lo acusa de los presuntos delitos usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo. Foto: EP

La Fiscalía pide 7 años de cárcel para el ‘pequeño Nicolás’ por hacerse pasar como enlace entre el Gobierno y la Casa Real

El juicio comenzará el próximo lunes, 20 de mayo, a las 10 de la mañana
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17/5/2019 14:23
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Actualizado: 17/5/2019 14:52
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La Fiscalía Provincial de Madrid pide siete años de prisión para Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como ‘el pequeño Nicolás’, por presuntos delitos usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo.

Además, reclama una multa que ronda los 81.000 euros.

El Ministerio Público lo acusa de haber organizado un almuerzo con un empresario en la localidad gallega de Ribadeo, al que acudió haciéndose pasar por enlace entre el Gobierno y la Casa Real, para lo que tuvo que falsificar varios documentos oficiales.

El juicio comenzará el próximo lunes, 20 de mayo, a las 10 de la mañana. Juzgará el caso el tribunal de la Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid. 

Junto al ‘pequeño Nicolás’ se sentarán en el banquillo de los acusados Jorge González Hormigos, cabo de la Policía Municipal de Madrid, destinado en el Grupo de Escoltas y Protección, y Carlos Pérez López-Dávila, Policía Municipal de Torrijos (Toledo).

La Fiscalía reclama cinco años y medio de prisión para cada uno, así como una multa de 15 meses con una cuota diaria de 10 euros y una inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de nueve años.

A González Hormigos y Pérez López-Dávila los acusa los presuntos delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho pasivo.

Según se desprende del escrito de acusación del Ministerio Público, firmado por el fiscal Alfonso San Román, a principios de agosto de 2014, ‘el pequeño Nicolás’ propuso organizar una reunión al empresario Jorge Cosmén Menéndez-Castañedo, presidente de ALSA, «con la finalidad de ganarse su confianza, sin que conste con certeza si pretendía obtener de él un beneficio económico directo, ser asignado para algún tipo de intermediación en la adjudicación de alguna concesión pública u otra finalidad».

Explica que con este objetivo el referido Francisco Nicolás Gómez «dispuso toda una serie de medios» para «hacer creer» a Cosmén que «ostentaba un cargo público consistente en ser enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno de España y la Casa Real».

Informa que tras varios contactos, el acusado concertó con el empresario una reunión que tendría lugar el 13 de agosto de 2014 en un restaurante del Puerto Deportivo de la localidad de Ribadeo (Lugo) y a la que, según ‘el pequeño Nicolás, «asistiría una persona muy importante de la Casa Real».

La Fiscalía relata que para llevar a cabo su plan, Gómez Iglesias había contactado previamente con el también acusado Jorge González Hormigos, un policía municial de Madrid destinado en el Grupo de Escoltas y Protección, a quien conocía previamente le explicó su propósito de hacerse pasar por un cargo público, y le pidió, a cambio de una gratificación por sus servicios, que «le proporcionara los medios policiales necesarios para hacerse pasar por un cargo público y aparentar carácter oficial al almuerzo».

Además explica que Gómez Iglesias, identificándose siempre como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, solicitó a la Policía Municipal de Ribadeo que les acompañara en la comitiva.

Relata que éste también telefoneó al presidente del Club Náutico para informarle de la visita de una alta personalidad de Casa Real, contrató el alquiler de cuatro vehículos con sus respectivos conductores, reservó tres mesas en el restaurante y hasta confeccionó en un ordenador personal acreditaciones del Ministerio del Interior para los vehículos.

También antes de 13 de agosto de 2014, la Fiscalía señala que el acusado Jorge González Hormigos propuso al también acusado Carlos Pérez López-Dávila, funcionario de la Policía Municipal de Torrijos (Toledo), su participación en el viaje proyectado en calidad de escolta, propuesta que fue aceptada.

El Ministerio Público narra que sobre las 5 de la tarde del 13 de agosto la comitiva partió desde Madrid en la que Jorge González Hormigos y Carlos Pérez López-Dávila se identificaron al resto del grupo como policías que realizaban labores de escolta a una autoridad y colocaron acreditaciones oficiales del Ministerio del Interior en dos vehículos.

Detalla que ya en el restaurante, ‘el pequeño Nicolás’ fue recibido por el alcalde de Ribadeo, a quien también se presentó como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real,  y con quien departió brevemente.

A continuación dio comienzo el almuerzo con el empresario.

Según la Fiscalía, furante la comida, Jorge González Hormigos avisó a Francisco Nicolás Gómez de que «tenía una llamada de la Vicepresidenta del Gobierno, facilitándole un teléfono para que atendiera la llamada».

«La llamada era totalmente simulada y no existió en realidad», destaca.

Finalizada la comida, la comitiva abandonó el lugar, utilizando nuevamente los rotativos policiales y escoltada por los vehículos de la Policía Municipal de Ribadeo, regresando a Madrid.

La Fiscalía señala que posteriormente, ‘el pequeño Nicolás’, en pago de los servicios descritos, abonó a Jorge González Hormigos 2.000 euros, y que éste último, a su vez, entregó, por el mismo concepto, a Carlos Pérez 400 euros.

El Ministerio Público señala en su escrito que no consta que el acusado Jorge González se apropiara de los rotativos luminosos, aparatos de transmisión y “pinganillos” utilizados.

Indica que en la fecha de los hechos no existía inventario de los efectos que había en el almacén de la Policía Municipal de Madrid, situado en la calle Montalbán.

Las acreditaciones del Ministerio del Interior mendaces para dos vehículos fueron intervenidas en la diligencia de entrada y registro efectuada el 14 de octubre de 2014 en el domicilio de Francisco Nicolás Gómez.

También informa de que el día 15 de agosto de 2014 ‘La Voz de Galicia’ publicó una información titulada “Al final no era Juan Carlos I quien estaba comiendo en Ribadeo” y que «el pequeño Nicolás» llamó por teléfono al periodista que firmó el artículo para que retirase la información porque se trataba de un asunto de seguridad nacional.

LA ABOGADA DEL ‘PEQUEÑO NICOLÁS’ RENUNCIÓ EN FEBRERO A SU DEFENSA, POR ‘PÉRDIDA DE CONFIANZA’

La detención del ‘pequeño Nicolás’ el 14 de octubre de 2014 derivó en diferentes procedimientos judiciales.

En uno de ellos, el pasado mayo el juzgado de lo Penal número 16 de Madrid absolvió a Francisco Nicolás Gómez de un delito de injurias por sostener en dos entrevistas que su teléfono había sido pinchado “ilegalmente” por el CNI durante dos meses, así como que este servicio había mantenido reuniones con la Unidad de Asuntos Internos de la Policía para fabricar pruebas en su contra.

En el juicio pidió perdón y alegó un trastorno de personalidad.

La abogada María Victoria Vega, anunció el pasado 7 de febrero que abandonaba la defensa de Francisco Nicolás Gómez en todos los procedimientos judiciales en los que se encuentra investigado, por «pérdida de confianza» después de que el joven haya mostrado su simpatía con el movimiento independentista e incluso se ofreciera como «relator».

«Los últimos acontecimientos mediáticos o políticos protagonizados por Francisco Nicolás Gómez Iglesias han provocado la pérdida absoluta de confianza por parte de la letrada», denunció la letrada después de que el joven participara en un programa de TV3 luciendo un lazo amarillo.

Sostiene que esta conducta de Francisco Nicolás desvirtúa «completamente» la línea de defensa que ha ejercido hasta este momento «con el mayor rigor y profesionalidad».

El ‘pequeño Nicolás’ llegagó incluso a ofrecerse como «relator».

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