Condenado a 4 años de cárcel un voluntario de Protección Civil por un fuego en Ribeira, La Coruña
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16/7/2019 06:15
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Actualizado: 16/7/2019 00:37
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El tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña ha condenado a 4 años de cárcel a un voluntario de Protección Civil, identificado como Jesús Emilio Fernández Villaverde, acusado de provocar en 2013 un incendio próximo a núcleos urbanos de Ribeira que afectó a 180 hectáreas, un área equivalente a 180 campos de fútbol.
Los magistrados Ángel Pantin Reigada, César González Castro y Jorge Cid Carballo también le han impuesto el abono de una indemnización a la Xunta de 85.203 euros por gastos de extinción y de 79.062 euros a la Consellería de Medio Rural y a los tres propietarios de terrenos afectados por daños originados en la madera.
«Sobre las 20.30 horas del 27 de agosto de 2013, Jesús Emilio Fernández Villaverde, mayor de edad, sin que consten antecedentes penales computables a efectos de reincidencia, aparcó el vehículo en el cual viajaba debajo de un puente existente en la autovía de Barbanza VR-G1 y se dirigió a pie por un camino de tierra en la zona denominada A Carballa, parroquia de Palmeira, Ayuntamiento de Ribeira», dice la sentencia en sus hechos probados.
«En un momento determinado, con la intención de incendiar el monte, provocó voluntariamente, al menos, dos focos de fuego prácticamente simultáneos en la proximidad de dos núcleos rurales, el de Carballa y el de Deán Grande, en la parte derecha del ramal CP 7310, al lado de una senda forestal y cerca de un paso (vial) por debajo de la autovía AG-11 (VR-G11) y en un lugar paralelo a dicha autovía. Otro foco se originó en la parte izquierda del ramal CP 7310«, añade.
El fuego, cuyos trabajados de extinción duraron unas 60 horas, calcinó un total de 180 hectáreas, de las que 130 eran de monte arbolado. Además, atravesó la Autovía del Barbanza y se propagó hasta un polígono industrial y a las cercanías del hospital.
Por ello, la Dirección Xeral de Montes lo calificó de nivel 1 debido a su «grave riesgo».
FUEGO INTENCIONADO
En el fallo, los magistrados consideran que el imputado «conocía el monte incendiado, sus caminos y las condiciones medioambientales que provocan la propagación del fuego» por lo que concluyen que el fuego «fue originado de forma intencionada» y «no por una negligencia».
En esta línea, sostienen que el condenado provocó voluntariamente, al menos, dos focos de llamas prácticamente simultáneas en la próximidad de los núcleos rurales.
El tribunal, además, apunta que el incendio repercutió de forma muy negativa, tanto en los valores recreativos y sociales de la zona como en el deterioro del patrimonio medioambiental y arqueológico, además de causar cuantiosas pérdidas económicas, tal y como figura en un informe de la Xunta.
La Fiscalía pedía para él una dura pena de quince años de prisión.
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